Un plenario de comisiones del Senado continuó este miércoles el debate sobre la Boleta Única y, por primera vez, todas la fuerzas políticas se mostraron a favor de utilizarla a partir de las próximas elecciones. Pero no hubo acuerdo sobre qué sistema debe aplicarse: La Libertad Avanza, la UCR y el PRO insistieron en replicar el modelo de Córdoba; mientras Unión por la Patria se alió a los bloques de Río Negro y Misiones para pedir el que se implementa en Santa Fe. Se emitieron dos dictámenes, el primer grupo obtuvo una firma más, aunque ninguno tiene los votos para prevalecer en el recinto.
Los modelos en pugna son diferentes. El cordobés consiste en exponer la totalidad de la oferta electoral en la boleta, para que el ciudadano marque una cruz en el casillero dibujado al lado de cada postulante preferido. Es el que fue aprobado en 2022 en la Cámara de Diputados, por lo que si hubiera consenso en el Senado, sería ley.
En Santa Fe, cada categoría a elegir (Presidente, o integrantes del Senado y Diputados) tiene una boleta y una urna diferente. Como anticipó Letra P, este modelo fue propuesto por la senadora rionegrina Mónica Silva, cercana al gobernador de esa provincia, Alberto Wertilneck, y consiguió la adhesión de la dupla misionera, integrada por Sonia Rojas Decut y Carlos Arce, quien firmó su dictamen.
La sorpresa fue que Silva logró la adhesión de Unión por la Patria, que hasta la semana pasada rechazaba eliminar el sistema de votación tradicional. "La propuesta de Silva es mejor técnicamente que la que quiere sacar el oficialismo, que es desprolija y corre el riesgo de que la Justicia no lo aplique en 2025", anunció el rionegrino Martín Doñate, de UP.
El volantazo del peronismo cambia las cuentas del Senado: sus 33 miembros, sumados al trío de Río Negro-Misiones, garantizan 36 votos, la mitad del recinto. Por tratarse de una modificación electoral, debe aprobarse con 37 votos, o sea, en este caso, no podría desempatar la vicepresidenta, Victoria Villarruel.
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Mónica Silva, senadora de Juntos Somos Río Negro, durante el debate de Boleta Única.
La definición quedó en manos del entrerriano Edgardo Kueider y el correntino Carlos Espínola, la dupla que comparte el bloque Unidad Federal con Alejandra Vigo, esposa del exgobernador Juan Schiaretti. Con demora, Kueider, quien coordinó el debate por ser presidente de la comisión de Asuntos Constitucionales, firmó el dictamen con el modelo cordobés y permitió que fuera el de mayoría.
El exmedallista olímpico evitó ese dilema porque no es miembro de ninguna de las comisiones que se reunieron (la restante fue Justicia y Asuntos Penales). Cuando habló, no dejó clara su posición: “Estoy a favor de la Boleta Única de Papel pero hay que debatir qué sistema se aplica”, sostuvo. Doñate celebró la invitación a negociar. En este panorama, Villarruel aún no definió una fecha para la sesión.
Las negociaciones
Como explicó Letra P, luego de no poder dictaminar la semana pasada, el jefe de la bancada de LLA, Ezequiel Atauche, negoció la última semana con los bloques chicos para llegar a un consenso, con la promesa de anotar los reclamos de modificaciones y gestionar que se incorporen a la reglamentación. Este miércoles llegó con la certeza de tener el respaldo de Unidad Federal, donde Vigo ya funciona como una aliada fija del Gobierno y tiene la tarea de persuadir a sus dos compañeros.
El jefe libertario no consiguió torcer la voluntad de Silva y la dupla misionera, aunque sí evitó que se sumaran al modelo santafesino dos senadoras de Cambio Federal que se habían mostrado rebeldes: la neuquina Lucila Crexell y la chubutense Edith Terenzi, quien hasta tiene presentado un proyecto similar al de la rionegrina. "Tengo por usted una sana envidia", le dijo durante el debate, pero se negó a adherir a su dictamen.
En LLA rechazaron una negociación con UP. “En este Senado tenemos que tratar el proyecto de Boleta Única de Papel que viene con media sanción de Diputados", consideró Juan Pagotto, quien de todos modos reconoció que el proyecto "es perfectible".
Doñate monopolizó de a ratos el debate e insistió en que el modelo cordobés no puede implementarse en la provincia de Buenos Aires, por la multiplicidad de oferta electoral. Hasta mostró un simulacro de la boleta gigante que debería utilizarse. "En ningún parlamento que integré me decían que había que votar cualquier cosa y luego corregirlo", provocó el rionegrino. Sus pares Oscar Parrilli, Sergio Leavy y María Eugenia Duré se sumaron al respaldo de la BU santafesina. La riojana María Florencia López le bajó el precio al debate. "Es para distraer a la sociedad", acusó al Gobierno.
El radical Pablo Blanco no descartó negociar con el peronismo. "Creo que podemos firmar el o los dictámenes que haya y el día de la sesión se verá cuál tiene más votos”, propuso y así fue.
En el PRO no hubo voces de consenso. Guadalupe Tagliafferri recordó que el proyecto aprobado en Diputados contempla que la boleta única para cargos nacionales no podrá sumar categorías locales, como ocurre con el sistema actual, y por lo tanto no tiene sentido estirar el debate. Por ahora, nadie tiene los votos para cerrarlo.