Enfocado en la búsqueda de los votos bonaerenses que garanticen el triunfo de Sergio Massa en el ballotage, el gobernador Axel Kicillof se mostrará muy cerca de los principales referentes de las iglesias evangélicas con asiento en la provincia de Buenos Aires, un sector que representa a unas seis millones de personas en todo el país y que tiene cada vez más peso e influencia en la política.
Será el viernes, cuando Kicillof participe en Berisso del festejo del Día Provincial de las Iglesias Evangélicas, en la que se entregarán reconocimientos a pastores y pastoras de municipios "por su labor y trayectoria".
El encuentro fue organizado por el gobierno de la provincia y fueron invitadas la Federación Argentina de Iglesias Evangélicas (FAIE) y la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera), las entidades principales que agrupan a los representantes del evangelismo.
Se estima que las comunidades evangélicas reúnen en el país a unas seis millones de personas, lo que representa el 16% de la población, la mayoría de las cuales reside y vota en la provincia de Buenos Aires. Por ese peso, el evangelismo tiene cada vez más influencia en la política. En las filas de Javier Milei, pero también en Juntos por el Cambio, hay dirigentes que provienen de ese sector, entre los que se destacan la bautista Cynthia Hotton, referente del espacio Más Valores.
En silencio, Kicillof viene tejiendo contactos con ese sector, una tarea en la que talló el subsecretario de Relaciones Internacionales e Institucionales, Mario Oporto. A fines del año pasado, por ejemplo, recibió en su residencia de La Plata al pastor Andrés Palau, el evangelista hijo del fallecido Luis Palau, uno de los principales referentes del evangelismo en América Latina.