Se tensa el clima social en Río Negro con la protesta del gremio docente UnTER, de policías retirados y del personal de salud. Los reclamos de diversos sectores de la planta estatal abren el debate en Juntos Somos Río Negro (JSRN), que pone toda su estructura para asegurar la victoria de Alberto Weretilneck en los comicios del 16 de abril. La duda y el fastidio se posan sobre la gobernadora Arabela Carreras, corrida de la campaña e instalada la mayoría del tiempo en San Carlos de Bariloche, su ciudad natal, a la que aspira gobernar cuando deje el Ejecutivo provincial.
Sin aparecer en los actos proselitistas, Carreras atraviesa el último tramo de su mandato acorralada por los gremios. Mientras la planta docente completaba su segunda semana de reclamos, se abría el debate en cuanto a la capacidad del Ejecutivo de resolver las demandas de la potente organización sindical. Lo mismo sucede con efectivos de seguridad retirados y el personal de la salud representados por ASSPUR, gremio que se consolidó en esta gestión y desplazó a otras entidades como ATE y UPCN en ese sector público.
La novedad se dio antes de estas Pascuas, cuando Weretilneck encabezaba un acto en El Bolsón junto al intendente Bruno Pogliano. Carreras, lejos de las imágenes de campaña, se resguarda en eventos de gestión como la apertura de sobres para licitar la construcción de una obra eléctrica clave para la región cordillerana de Río Negro y Neuquén, anunciada en su momento por el ministro de Economía, Sergio Massa.
Arabela Weretilneck Bariloche
Carreras y Weretilneck llevan una tirante relación política.
“Dialogamos menos de lo que quisiéramos por distintas razones, por la agenda y por diferencias de visiones”, dijo Carreras, en una sorprendente declaración. Sus palabras, vertidas a LU15 de Viedma, muestran en forma descarnada el quiebre en JSRN, que atraviesa la última semana de campaña.
Cuando el senador organizó un potente acto en la capital, la gobernadora no apareció. El exintendente de Cipolletti concentró los flashes en su principal espada legislativa, Facundo López; el intendente y candidato a vicegobernador, Pedro Pesatti; y el elegido por el sello verde para el Ejecutivo viedmense, Marcos Castro. De Carreras, nada se habló.
“Estamos proponiendo un cambio histórico en la política provincial. No alcanza únicamente con Juntos Somos Río Negro. El pueblo será partícipe de una idea de la refundación de la política rionegrina”, prometió Weretilneck, sin nombrar en el discurso a quien fue su sucesora por emergencia.
Salida al conflicto
Mientras voceros del gobierno aducen la imposibilidad de solucionar el conflicto con la UnTER hasta después del 16 de abril, cuando la provincia ya tenga un nuevo gobernador electo, fue el flamante jefe de gabinete, Pablo Zúccaro, el que intentó apaciguar los reclamos sindicales y, sobre todo, la demandas internas.
En contacto con Letra P, Zúccaro aclaró que el diálogo será sector por sector. En el conflicto principal, con el gremio docente que encabeza Silvana Inostroza, el funcionario cree que la situación es injusta, porque los diversos ofrecimientos oficiales “superan a la inflación” y buscó justificar un estancamiento en el diálogo por el crecimiento de la izquierda en algunas seccionales.
Weretilneck en Viedma
Weretilneck evita fotos de campaña con Carreras.
“La conducción del sindicato tiene intención de salir del brete”, respondió sobre el debate interno del gremio. Las respuestas fueron similares en cuanto al reclamo policial y del sector de la salud.
Distante de la campaña y de Weretilneck, Carreras transita el sprint final camino al 16 de abril rodeada de la tensión gremial. Mientras, JSRN se sumerge en en la previa de la votación donde busca plasmar el "gran acuerdo rionegrino", con los principales centros urbanos a su favor.