Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el impacto de la guerra en Ucrania, la sequía y la relación con China estarán en el centro de la reunión que Alberto Fernández tendrá esta tarde con Joseph Biden en la Casa Blanca, de donde buscará llevarse aire político en plena etapa de definiciones electorales en la Argentina.
El listado de funcionarios que acompañará a Biden en el encuentro generó entusiasmo en el Gobierno y fue leído como una victoria. El presidente estadounidense estará acompañado por figuras de la primera línea de la Casa Blanca, una señal de la importancia que Biden decidió darle al encuentro.
Junto a Biden estarán la secretaria del Tesoro, Janet Yellen, el consejero principal de Seguridad Nacional, Jake Sullivan; el secretario de Estado, Antony Blinken; el consejero de Seguridad Nacional para América Latina, Juan González; el asesor presidencial para las Américas, Christopher Dodd; el embajador estadounidense en Argentina, Marc Stanley; el subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, Brian Nichols; y el director Cono Sur del Consejo de Seguridad Nacional, Lorenzo Harris.
La presencia de Yellen en un dato clave e indica, en principio, un respaldo de Biden a la Argentina en las negociaciones con el FMI, donde Estados Unidos es parte determinante. La Secretaría del Tesoro tiene una posición dura y plantea exigencias mayores para el país. El ala demócrata que representa Biden privilegia la estabilidad política y tiene una postura más flexible y negociadora. La orden política de la Casa Blanca al Tesoro fue clave en la aprobación del acuerdo, en 2022.
Que Yellen haya sido incluida en el listado de quienes se sentarán a la mesa es leído como un guiño hacia la Argentina, cuando el país pretende que el Fondo comprenda el cambio de condiciones que hubo desde que se firmó el acuerdo, a raíz del impacto de la guerra y la sequía. Durante el encuentro, el Presidente insistirá con el pedido de revisión de la política de sobrecargos del FMI, que perjudica a la Argentina y a otros países, como Ucrania. Además, explicará cómo la política de suba de tasas de la Reserva Federal encarece el costo de los créditos internacionales y buscará plantearle los efectos concretos del cambio climático en la economía argentina a raíz del impacto de la sequía, que este año provocará una pérdida de entre 15 y 20 mil millones de dólares.
Biden, por su parte, pedirá precisiones sobre el vínculo con China. La Casa Blanca busca balancear el peso del gigante asiático en América Latina, además de velar por la estabilidad política de la región. Aun con sus problemas y crisis internas, el Gobierno insiste en que Biden valora la estabilidad que tuvo el país, en comparación con sus vecinos.
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Fernández llegará a la Casa Blanca acompañado por el ministro de Economía, Sergio Massa, y su par de Seguridad, Aníbal Fernández; el canciller, Santiago Cafiero; el embajador argentino en Estados Unidos, Jorge Argüello; la portavoz, Gabriela Cerruti; el secretario general de la Presidencia, Julio Vitobello; el jefe de Gabinete de Economía, Leonardo Mardcur; y la jefa de Gabinete de la Cancillería, Luciana Tito. El Gobierno argentino buscará poner en el centro de la reunión la cuestión económica y temas relacionados con seguridad. Todos compartieron una cena el martes por la noche en la residencia del embajador Argüello. Trabajaron en los detalles del encuentro.
La reunión comenzará a las 14.40 –hora local, 15.40 de Argentina– y tendrá tres instancias. Primero habrá un momento a solas en el Salón Oval entre los dos mandatarios, que luego harán una breve declaración a la prensa. Después habrá tiempo para el trabajo conjunto de las dos delegaciones en la sala de gabinete. Allí aprovechará Massa para entrar en escena frente a su contraparte, Yellen, para desplegar los argumentos de la Argentina. El encuentro durará cerca de 90 minutos.
Fernández será el primer presidente peronista en 20 años en entrar a la Casa Blanca. El anterior fue Néstor Kirchner, en 2003, cuando visitó a George W. Bush. Aunque intentó, Cristina Fernández de Kirchner no consiguió la foto con Barack Obama en sus ocho años de mandato. En 2017, Mauricio Macri fue recibido por Donald Trump.