La parábola de Lorena Villaverde: de candidata a gobernadora libertaria a resistir el día a día en Río Negro
Derrotada el 26-O y vetada en el Senado, ahora es diputada rasa mientras otros nombres pelean para proyectarse. Perspectiva de aliados en la carrera provincial.
Fuera de foco. Una foto casual entre Lorena Villaverde y el presidente Javier Milei. El destino de la diputada es incierto.
El ascenso y caída de Lorena Villaverde, que renunció a la banca en elSenado, reconfigura la perspectiva como el armado de La Libertad Avanza en Río Negro, que aspira a construir referencias puras camino a 2027, en un escenario de notable atomización frente al gobernador Alberto Weretilneck.
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Como diputada, Villaverde tuvo su reaparición esta semana en la sesión que se trató el Presupuesto 2026. Volvió en un tono similar al de la campaña, donde protagonizó estruendosos cruces con Martín Soria, que sí pudo asumir en la banca que alcanzó en la cámara alta. También le pisaron los talones sus detractores, que hasta anticiparon una posible detención por causas de narcotráfico que la tienen en la mira.
Relegada en su propia tierra, la todavía presidenta de la pata partidaria rionegrina observa los movimientos de quienes la entronizaron y ahora operan para correrla cuando baje la espuma del intenso año electoral, en una estocada al sueño de la empresaria que no logra eludir el espiral descendente.
Como si fuera poco, la última semana se supo que en la Justicia rionegrina ingresó una demanda por daños y perjuicios en su contra. Villaverde, reconocida en su pago chico por diversos desarrollos inmobiliarios, ante un supuesto incumplimiento en uno de los loteos sufre el escarnio, suma acusaciones. Las malas noticias, en tiempos de turbulencia dentro y fuera de la Patagonia, se multiplican.
Ruido en el Congreso
El miércoles reapareció en la sesión de la Cámara de Diputados. Inalterable, prefirió continuar en la defensa del modelo nacional libertario. Publicó un video en ese tono desafiante, sin importar las caras de sus detractores.
Juan Grabois se tomó unos minutos para desacreditarla. En un discurso provocador con el bloque libertario, recordó las razones porque José Luis Espert se fue del Congreso y por las que Villaverde, “una señora detenida por tener merca, les debería dar vergüenza”, tendría que salir de la cámara.
Embed - Juan Grabois on Instagram: "En la oscuridad de la madrugada quisieron votar la Ley Espert sin otorgar la palabra a la oposición. Los que luchamos toda la vida contra la narcoestructura y la deshumanización aprendimos a no dejarnos callar por nadie. Sigamos enfrentándolos sin miedo. ¡Ni un pibe menos!"
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A las estridentes declaraciones de Grabois se le sumaron las de Mónica Frade, parte del equipo de Elisa Carrió, que recordó las razones porque Villaverde no asumió y pidió “mantener el mismo estándar ético que mantiene el Senado”. Algo que muchos anticiparon que, más temprano que tarde, iba a suceder.
Silencio en Río Negro
Las principales voces de La Libertad Avanza o fuerzas satélites al oficialismo nacional, prefieren guardarse su opinión. Nadie salió a defender a Villaverde, que encara diciembre en apabullante soledad.
Su reemplazo en la cámara alta, Enzo Fullone, cerró los teléfonos y bajó el nivel de exposición hasta la primera sesión que le toque participar y asumir de forma oficial en la banca. Fullone, con pasado en Vialidad Nacional, se pegó al cipoleño Aníbal Tortoriello en la campaña diferenciándose de Villaverde, enlodada por el escándalo de Espert y el piloto Fred Machado, finalmente extraditado del país.
Fuentes de La Libertad Avanza ratificaron a Letra P que la relación entre Fullone y Villaverde es cordial, pero recordaron la diferenciación hecha a favor de Tortoriello cuando el escándalo narco acechaba. En similar situación se encuentra el abogado viedmense Damián Torres, que teje desde la capital provincial. Junto a otras referencias del esquema violeta, diseñan la oferta justa para competir por la intendencia que hoy está en manos de Juntos Somos Río Negro (JSRN), el partido de Weretilneck.
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José Luis Espert y Lorena Villaverde, dos de los acusados por Juan Grabois.
De pasado en la estructura jurídica del gobernador, Torres acumula millas entre la Patagonia y la Ciudad de Buenos Aires, eludiendo responder sobre la presidenta del partido. Este medio pudo saber que entrado el verano habrá novedades sobre el futuro de Villaverde, jaqueada en el palacio como en el sur.
Fuera del off the record, los detractores son los mismos: el presidente del partido Primero Río Negro, Ariel Rivero, y el titular de la bancada del PRO en la Legislatura, Juan Martín. “Fui el primero que le dijo a Lule Menem sobre esta señora”, recordó Rivero, en plena campaña. Hoy, esos opositores, ni siquiera opinan de la suerte de su rival. Advierten un caso terminado, con final "cantado" sobre el destino político.
También hay matices. Otro de los que se acercó, alejó y reencontró con Villaverde fue Marcelo Román, intendente de Allen. Caído en desgracia mucho tiempo antes, capeó una tormenta interminable que derivó en un acercamiento a Weretilneck, que lo auxilió recientemente en el pago del aguinaldo a la planta municipal. Tampoco se expresó.
Un camino sinuoso
La elección de 2023, con Milei como bandera y Villaverde como una de sus espadas para el Congreso, ubicó a la dirigente libertaria como una de las cartas fuertes del espacio en Río Negro. Sin embargo, aquella etapa de consolidación pronto se vio eclipsada por el escándalo que también involucró a figuras cercanas y a otros referentes del espacio.
Durante 2025, mientras La Libertad Avanza apostaba a ampliar sus bancas en el Senado, Villaverde se convirtió en la candidata natural para ocupar una de esas sillas por Río Negro. No obstante, ese ascenso fue frenado por una serie de acusaciones que la colocaron en el ojo de una tormenta.
Embed - Lorena Villaverde on Instagram: "Durante años el Estado fue irresponsable y el contribuyente siempre fue el culpable. Eso hoy empieza a invertirse. Límites claros al gasto, reglas para los funcionarios y respeto por el que trabaja. La Argentina que eligieron los argentinos empieza a consolidarse. Vamos a seguir trabajando y acompañando a nuestro presidente Javier Milei y al proyecto nacional. VIVA LA LIBERTAD, CARAJO!! @javiermilei @lalibertadavanzarionegrook #lalibertadavanza #RioNegro"
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La conexión con Machado y el bajo mundo no fue directa. Los cuestionamientos se centraron en el vínculo afectivo de Villaverde con Claudio “Lechuga” Ciccarelli, primo de Machado y señalado por la oposición como posible “testaferro” u hombre de confianza del empresario, y por la presencia de este último en eventos públicos vinculados a la campaña libertaria en Río Negro.
Pero hubo una réplica en el seno del poder. Las acusaciones recayeron sobre el gobernador, que debió aclarar el vínculo de su partido, JSRN, con “Lechuga” Ciccarelli, un hombre que armó su carrera empresaria en Viedma. Quedará en el recuerdo la defensa de Weretilneck, que subió al ring a los hermanos Soria y su ligazón al clan narco Montecino, una banda de facinerosos que operaba en el Alto Valle y Neuquén.
La batalla por el Senado y la caída
El proceso para que Villaverde asumiera como senadora nacional fue un momento definitorio de su parábola. Tras recibir el respaldo en las urnas, su pliego fue llevado a la Comisión de Asuntos Constitucionales del Senado, donde una fuerte coalición opositora impulsó la impugnación de su asunción con argumentos basados en supuestas inhabilidades morales y éticas relacionadas con las acusaciones que la rodeaban.
Ante esa embestida, y en una decisión que marcó un punto de inflexión, Villaverde renunció a la banca, optando por seguir como diputada y permanecer activa en su rol actual. En su carta a Milei, acusó a sus adversarios de llevar a cabo “operaciones mediáticas obscenas, maliciosas y profundas” diseñadas para destruir su reputación y humillarla como mujer y dirigente. Además, dijo tomar la decisión privilegiando el bienestar de sus hijos por encima de la ambición política.
El escándalo no sólo impidió su salto institucional de la cámara baja a la alta, sino que también expuso grietas dentro del propio espacio que ratificaron la falta de unidad para defender a un dirigente y, simultáneamente, la utilización de causas judiciales como arma de combate.
Lejos de los flashes, Villaverde espera una salida. Los indicios de un final acorde a sus intereses están lejos de aparecer.