“A la espectacularización de la política le corresponde la politización del arte”, le propuso Walter Benjamin a las vanguardias antifascistas de la izquierda europea a mediados de la década del 30. El famoso texto, La obra de arte en su época de reproductibilidad técnica, donde aparece este reconocido aforismo, se publicó en la revista de los intelectuales franckfurtianos en 1936, un año después del estreno de El triunfo de la voluntad, la película de Leni Riefensthal en la que la cineasta alemana apañada por Jossep Goebbels, el líder de la propaganda política, celebraba la cultura del nazismo. Cualquier parecido con el estrafalario espectáculo que Javier Milei dio este lunes en el Movistar Arena es pura coincidencia.
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No creemos que el presidente haya leído a la Escuela de Frankfurt ni que sepa demasiado sobre estos avatares históricos, al punto ya de que dudamos de que haya leído incluso a sus queridos Ludwig von Mises o Friedrich Hayek, prohombres de escuela austríaca.
Javier Milei en el Movistar Arena
El show de Javier Milei en el Movistar Arena.
Los bufones manejan muy bien las artes del subterfugio, y en sus actuaciones en la cornisa de la conciencia pescan con audacia las confusas asociaciones que facilita el discurso público. Sólo los artistas verdaderos pueden comparárseles en esta capacidad innata de captación. Ellos tienen unas antenas que registran, como sismógrafos, los grandes movimientos de la tierra humana, invisibles para los legos.
Como recordó un tuitero, sólo Charly García podía anticipar esta catástrofe en su canción Superhéroes: “Un mosntruo con peluca, que es parte dueño de esta ciudad de locos, hace que baila con la banda en la ruta, pero en verdad les roba el oro”.
Embed - Charly García - Superhéroes (En Directo / Estadio Luna Park 1983)
Enigmática, por un lado, y literal, por el otro, la letra refleja la chapucería fantasmática del umbersmach nietzscheano, convertido en parodia y sarcasmo.
En la noche del lunes era difícil no encontrar, durante la transmisión televisiva de ese show, que fue registrado en vivo por la Televisión Pública, extraña claudicación estatista de los libertarios, que tanto los periodistas acólitos de La Libertad Avanza o sus críticos no vieran pasmados la actuación, entre infantil y rocambolesca, del Presidente, haciendo un show mientras la economía del país se cae a pedazos y su ministro de economía está en Washington rogando desesperadamente un auxilio monetario que los salve del default, ya no del olor a default, como sugirió la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, sino del lato desbarranco socio económico en el que estamos cayendo cada vez más aceleradamente.
caputo con bessent
El ministro Toto Caputo, enviado de Javier Milei a Washington, con el secretario del Tesoro, Scott Bessent.
Tomemos nota que, mientras el presidente cantaba Demoliendo hoteles o No me arrepiento de este amor, ya de por sí, dos declaraciones de principios sobre la vida social en general y la confesa devoción por la economía austriaca que nadie aplicó en su sano juicio en ningún lugar del mundo, el Banco Central había rifado 480 millones de dólares en una ronda.
Embed - AHORA: el cover de "Demoliendo Hoteles" que hizo Milei | ¿Se viene la dupla con Charly García?
Javier Milei, ¿de lanzamiento o de despedida?
Hoy comienza una semana compleja. Todo pende de un hilo en el país del norte. Y en un tablero de ajedrez que no manejamos, con piezas que ya no saben a qué juegan ni valen nada (ver al probable presidente de la comisión de presupuesto del Congreso de la Nación, Berti Benegas Lynch, tocando la batería, con un gorrito rojo en la cabeza, como un pibe en la preadolescencia, nos omite los comentarios).
Javier Milei en el Movistar Arena (21)
La banda de Javier Milei.
Ya sabemos que el rey no solo está desnudo, sino que desvaría. A las 22 del lunes, cuando bajaba el telón en el estadio, nadie sabía, a ciencia cierta, si esto era el principio de la campaña o la despedida del Gobierno.