Mientras todos los ojos de la política están puestos en la discusión presidencial del PRO y la Unión Cívica Radical (UCR) en Juntos por el Cambio (JxC), en la Ciudad se alistan las tropas para una de las batallas electorales más intensas ¿y cruentas? que tendrá la coalición: la sucesión del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. En ese contexto, el macrismo tiene cinco nombres ya lanzados: el ministro de Gobierno, Jorge Macri, sus pares de Educación, Soledad Acuña, y de Salud, Fernán Quirós; el farmacéutico Marcelo Peretta y el vicepresidente primero de la Legislatura, Emmanuel Ferrario.
Este último ya tiene preparada una campaña cimentada en las bendiciones de Larreta y de la diputada María Eugenia Vidal. Pretende proyectar la imagen de ser la renovación del PRO y vende un programa con propuestas que busquen abrir las puertas de la política a diferentes outsiders.
Sobre esas bases, Ferrario continuó durante enero con su objetivo primario de instalación. En su entorno son conscientes de que es uno de las figuras menos conocidas dentro del PRO, a las que se suman las dos de los aliados del JxC en la Ciudad, el legislador García Moritán, por Republicanos Unidos, y el senador Martín Lousteau, por la UCR.
De ahí la importancia para su campaña del apoyo explícito de Larreta y Vidal. Con el jefe de Gobierno se muestra seguido, sobre todo por el rol que Ferrario cumple también en temas de gestión y su amistad con la pareja del jefe de Gobierno, Milagros Maylin. Esa cercanía quedó clara, sobre todo para la interna del PRO, con el video en el que le pregunta directamente al alcalde si fue él quien armó la carpa en el sur, una secuencia de imágenes que se volvieron virales.
Con Vidal la situación es casi idéntica. Exfuncionario de su gestión en la provincia de Buenos Aires, Ferrario recibió la bendición de la diputada. “Vino a Buenos Aires con el objetivo de cambiar la Argentina”, sostuvo esta semana la exgobernadora. La foto de ambos sucedió antes de la imagen que el aspirante consiguió con Larreta y que marcó, además, el primer guiño en el año del jefe de Gobierno para las figuras del PRO que buscan sucederlo.
Respetado por todas las ramas del PRO, Ferrario consiguió la aprobación del resto del gabinete porteño por su labor en la Legislatura, donde le tocó, junto al jefe de bloque del oficialismo, Diego García Vila, un contexto en el que el macrismo ya no tiene el número para imponer su temario y debe negociar cada una de las leyes con sus socios de la coalición.
Ese escenario, a priori adverso, no impidió que en 2022 el oficialismo conseguiera la aprobación de las leyes que necesitó el Poder Ejecutivo. Ferrario y García Vila chapean con esa medalla.
Mientras esa situación sucedía, Ferrario daba algunas muestras de los puntos dos y tres de su esquema de campaña. La renovación que busca impulsar dentro del PRO, según explicaron fuentes de su entorno, es clave para sus planes electorales. Siempre con la idea de acompañar el plan presidencial de Larreta, el vicepresidente primero de la Legislatura hará foco en el concepto de “salto a futuro”.
Bajo ese paraguas planteará una Ciudad con mejor convivencia, que genere igualdad de oportunidades, potencie la producción y genere instancias de participación ciudadanas concretas.