MAR DEL PLATA (enviado) El expresidente Mauricio Macri ratificó este jueves durante la presentación de Para qué, su segundo libro en el que deja entrever su ambición de regresar al poder, que en la pretemporada 2023 se observa a sí mismo como el gran elector de Juntos por el Cambio (JxC). No sólo reunió a algunos de los principales halcones y palomas del PRO a su alrededor en un mismo evento, con excepción de las llamativas ausencias de Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, por estar ambos de viaje, lo cual por un momento dejó de lado las diferencias internas en el nido del PRO: también les marcó a ambos bandos el pulso político en el inicio de la campaña. "Somos el cambio o no somos nada", reiteró su latiguillo de los últimos dos años.
La presentación de la obra fue en formato de conferencia moderada por el jefe de la campaña bonaerense de Cristian Ritondo, el intendente Martín Yeza, y comenzó algunos minutos después de las 18. La charla se extendió a lo largo de unos 50 minutos, en los que no faltaron las arengas por su candidatura presidencial y el entusiasmo por ganarle las próximas elecciones al Frente de Todos. "Para Juntos, pero especialmente para el PRO, fue muy traumático perder, y eso generó un gran nivel de confusión. Fue un 2020 y un 2021 muy traumático para nosotros, pero todo eso no nos mató, sino que nos fortaleció, y hemos vuelto a hablar con claridad para qué estamos en política", aseguró Macri, citando el título de su libro.
Tomando la centralidad partidaria, el exmandatario reiteró su idea base para la construcción de los nuevos liderazgos de su espacio, al exigir a todos aquellos que tengan aspiraciones electorales exponer sus propuestas con mayor firmeza y prometer aplicar un programa de gobierno "profundo, claro y veloz", en el caso de llegar al sillón de Rivadavia el 10 de diciembre. Esta mención, incluso, fue destacada a Letra P al finalizar el acto por el reducido círculo íntimo del ingeniero, ya que remarcaron que el rol que busca ocupar el expresidente es el de ordenador del partido amarillo y sus socios, mientras define qué hará con su futuro político y si va por la revancha.
El puñado de hombres de confianza que el exmandatario suele consultar cree que la indefinición del egresado del Cardenal Newman no se debe a una especulación electoral en torno a las encuestas, a las que rechaza tanto como al marketing proselitista al que alguna vez ponderó y hoy desprestigia en favor de la política más tradicional; sino más bien a su idea de marcarle el pulso de la campaña a los principales candidatos a cargos ejecutivos. Entre los principales se ubica el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la presidenta del PRO a nival nacional, que faltaron al encuentro por agendas en La Pampa y Brasil, respectivamente. Pero el reclamo se derrama también a los postulantes provinciales, como el presidente del bloque amarillo en la Cámara baja, Cristian Ritondo, y el diputado Diego Santilli, ambos ubicados en primera fila y, hoy por hoy, eventuales contrincantes por mudarse a La Plata. A un lado de ambos, de pie y con un perfil más bajo se ubicó Hernán Lombardi, el diputado más pulido del macrismo y el artífice de la presentación del libro en un año electoral.
Si las elecciones fueran hoy, el expresidente y sus incondicionales creen que están en condiciones de ganarle al peronismo, sin importar si lleva de candidato por la reelección a Alberto Fernández, o decide otra opción como la del ministro de Economía, Sergio Massa, o al gobernador bonaerense, Axel Kicillof. Es por eso que Macri se prueba cada vez con más confianza al termómetro de la calle: al finalizar la presentación de su libro en La Normandina caminó a pie los 300 metros que lo separan del Hotel Costa Galana, donde tenía una presentación similar, pero junto al Circulo Rojo marplatense, y recibió gritos de aliento y pedidos de selfie por parte de todas las franjas etarias. Solo un turista se alzó para cantar la marcha peronista.
Quien sí es una preocupación para el macrismo explícito es el líder de Avanza Libertad, Javier Milei. Pese a que analizan que sus propuestas son descabelladas e inaplicables, admiten que los votos que van detrás de él son los de la antipolítica, que crece al unísono de la grieta entre el macrismo y el cristinismo. "Si el Gobierno quiere hacerle un juicio político a la Corte, gana Milei. Si nosotros queremos hacerle un juicio político al Presidente por eso, también gana Milei. En muchos escenarios en los que la política se encierra en sí misma y no da respuestas el que gana es ese sector, y tenemos que estar preparados para demostrar de manera clara que el cambio profundo en realidad somos nosotros", dijo a este medio un experimentado dirigente de primera línea a la salida del acto.
Después de la segunda presentación de su obra junto al círculo empresario, el expresidente brindó una conferencia en la que sólo se permitió hacer preguntas a cuatro medios de comunicación, y de ahí se dirigió a una cena de la que participarían Lombardi, Ritondo y empresarios que conforman la Fundación Libertad y la Fundación Global, que ya se habían cruzado con el magnate en Rosario y otros puntos del país.