Fase M

El dólar soja abre una grieta y azuza a los halcones del campo bonaerense

Carbap critica la duración y el alcance de la medida, pero evita llamar a no vender. Los ultras instan a no liquidar y tildan de “esclavo” a quien lo haga.

LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) El reciente anuncio del ministro de Economía, Sergio Massa, para fomentar la liquidación y exportación de soja con un dólar a $200 cosecha críticas del ruralismo bonaerense, pero, al mismo tiempo, volvió a abrir una grieta entre moderados y duros respecto al posicionamiento frente a aquellos productores que decidan liquidar durante los próximos 25 días, lapso en el que estará vigente la medida.

 

En diálogo con Letra P, el titular de Carbap, Horacio Salaverri, apuntó contra el alcance y la duración de la medida. “Había que considerar al sector agropecuario en general, no solo para la soja. Se necesitan medidas a largo plazo, con previsibilidad”, indicó el dirigente agropecuario. 

 

Si bien cuestionó que a partir de octubre se volverá al mismo problema, es decir, un dólar muy por debajo de lo que pretende el sector, se corrió de cualquier arenga a no liquidar. “No hacemos ningún tipo de recomendaciones y no calificamos a quien lo haga.  Si hay productores que van a salir a comprar insumos con esto y les sirve para calzarse el precio, uno no puede exponerlos. Es gente de trabajo. En cuestiones que tienen que ver con la pax comercial de cada persona, no opinamos”, indicó.

 

En tanto, el ala dura del ruralismo bonaerense, emplazado fundamentalmente en el norte provincial, considerado el corazón sojero de la provincia, llaman a no liquidar y carga anticipadamente contra quien vaya a hacerlo. “¿Querés seguir siendo esclavo? Vendé a $200 ¡Yo no!”, arenga un flyer difundido en redes sociales por dirigentes y sociedades rurales distritales, acompañado con la imagen de la letra K tachada, todo un símbolo de la beligerancia antikirchnerista que, post atentado contra CFK, lejos estuvo de mermar en ese segmento ultra de la patronal del campo.  

 

Nueve entidades rurales del norte bonaerense se movieron otra vez por fuera de los carriles de Carbap (confederación que las agrupa) y emitieron un comunicado con retórica imperativa: “El campo debe rechazar un tipo de cambio diferenciado para el agro”. Así, subrayaron que “nada bueno sucederá de andar consiguiendo beneficios temporales de las migajas de un burócrata de turno”. Y más: “Tampoco sería feliz desear ser beneficiario de esta práctica. Sólo sirve para dividir posturas entre actores productivos”.

 

“Con mucho amor y sin nada de odio, a no vender un puto grano de soja”, espetó Arnoldo Mazzino, expresidente de la Rural de Salliqueló, que habló de “acto de patriotismo” en esa actitud. 

 

Esas rurales díscolas agrupadas en Carbap vienen moviéndose en sintonía con la línea opositora de la Sociedad Rural Argentina (SRA), que, en las elecciones del 22 de septiembre próximo, buscará volver a conducir la entidad; sale con los tapones de punta contra el accionar de la cúpula directiva al mando de Nicolás Pino. En la lista de Unidad y Acción, que lleva al cordobés Alejandro Ferrero como candidato a presidente, tildan la medida de “parche” que “impulsa el absurdo de una devaluación por partes”. La candidata a vice de esa línea, la bonaerense Mercedes Lalor, dijo a Letra P: “Esta diferencia cambiaria tan notoria que teníamos debería actualizarse y dejarla, que quede a futuro, no hacerla por un mes. Si la toman es porque creen que no está siendo justa la brecha”.

 

Por lo pronto, dentro de la tropa halcón recalcan que el dólar soja no haya tenido la bendición presencial de la mesa de enlace y acusan al Gobierno de intentar generar “división y enfrentamientos” entre los distintos segmentos que integran la producción agroindustrial. En ese punto, critican posturas como la de la Cámara de la Industria Aceitera (Ciara), cuyo titular, Gustavo Idígoras, opinó que la medida es “una mejora significativa, aunque sea temporal” y celebró: “Entendemos que esto ha surgido del proceso de consultas que abrió el Gobierno desde hace semanas con las entidades de productores y demás eslabones de la cadena”.

 

Sin embargo, Salaverri cuestionó que la decisión del Ejecutivo no haya sido consensuada con la mesa de enlace. Reconoce que puede haber algún tipo de beneficio para algunos sectores, pero insistió con que ese beneficio debe ser general, ni coyuntural ni para un solo producto.

 

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