La Casa Rosada y la Legislatura de la provincia de Buenos Aires desplegaron este viernes un operativo de seguridad especial, en el marco del intento de magnicidio contra la vicepresidenta Cristina Fernández. En cambio, otras dependencias institucionales como la gobernación bonaerense y la santafesina mantenían al cierre de esta nota sus habituales protocolos.
La sede del poder Ejecutivo nacional se rodeó desde temprano del cuerpo de Granaderos, una unidad del arma de caballería del Ejército Argentino que está abocada a la seguridad presidencial, y se dispuso con distintos efectivos controles estrictos en las entradas y los pasillos. También, la Policía Federal montó un vallado a varios metros de las rejas del edificio, una decisión atípica en el gobierno el Frente de Todos, que se enmarca en el atentado que sufrió la vicepresidenta y la movilización que se desarrolla en Plaza de Mayo.
La Legislatura de Buenos Aires también amaneció con un operativo de seguridad reforzado. Minutos antes de la conferencia de prensa que dieron ambos bloques del Frente de Todos, sólo quedó habilitado el ingreso por calle 8, entre 51 y 53, en el que se podía observar mayor presencia de personal de seguridad, una rareza en un ámbito legislativo acostumbrado, salvo excepciones en las últimas décadas, a la armonía.
Según pudo constatar Letra P, las sedes de gobierno de Buenos Aires y de Santa Fe continúan con sus protocolos habituales y sus autoridades no tienen previsto hacer cambios. En este marco, quizá, tomen relevancia las declaraciones del gobernador Axel Kicillof, quien dijo: “Recapitulando cómo se mueve uno, es muy difícil pensar que algo así se pueda evitar”.
Aun así, la presidenta de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, pidió la renuncia del ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, por no haber “cuidado a la presidenta”, luego de que un hombre intentara dispararle en la cabeza en la noche de este jueves, tan sólo unos días después de que reforzara el operativo tras la represión de la Policía de la Ciudad de Buenos Aires contra militantes peronistas.
“Con el derecho que me dan los 45 años de lucha ininterrumpida luchando por defender a la gente que amo, por inepto y descuidado, exijo la renuncia de Aníbal Fernández”, dijo Bonafini a través de una publicación de la cuenta oficial de Madres de Plaza de Mayo.