Una negociación de último momento para incluir la prórroga de siete impuestos coparticipables en la sesión de este jueves fue el prólogo de la presentación del Presupuesto 2023. Su plazo final de presentación vence a la medianoche, cuando posiblemente siga funcionando el recinto de la Cámara baja por el tratamiento de una serie de temas que, sobre el filo de la jornada, sumó un proyecto de ley enviado por la exministra de Economía, Silvina Batakis. A la espera de la llegada de la ley de leyes, Juntos por el Cambio (JxC) ya puso su primer reclamo sobre la mesa para sentarse a negociar: quiere que los miembros del gabinete concurran al recinto para explicar el proyecto oficial.
La negociación concluyó poco después de las 19 cuando el jefe de Gabinete, Juan Manzur, estaba terminando su primer informe sobre la marcha del Gobierno ante la Cámara baja. El gesto no es menor porque la visita del ministro coordinador estaba en la hoja de ruta del oficialismo desde el mes pasado. Había sido agendada para el 31 de agosto, pero fue postergada para este miércoles.
De ese modo, el primer cumplimiento de Manzur con el artículo 101 de la Constitución Nacional en Diputados se concretó 24 horas antes de que el ministro de Economía, Sergio Massa, envíe al Congreso el plan de cuentas nacionales para el próximo año. Será un debate determinante para el oficialismo luego del naufragio de las negociaciones del año pasado, que finalmente se estancaron. El Ejecutivo quedó sin una ley de presupuesto para este año y, desde entonces, toda la administración pública nacional y la relación financiera con las provincias funciona con prórrogas del texto modelo 2021, a discreción de la Casa Rosada.
Para el Frente de Todos, se trata de una inflexión política y económica determinante. Sus autoridades económicas y parlamentarias deberán combinar el ajuste del 1,9% del PBI, que fue pactado con el FMI para 2023, con las necesidades políticas de un año electoral donde el oficialismo pondrá en juego su futuro. Este miércoles, mientras Manzur protagonizaba su exposición, se conoció el índice de inflación de agosto: fue del 7% y en los últimos doce meses llegó al 78,5%.
En el interbloque de Juntos por el Cambio aguardan la llegada del Presupuesto 2023 con esos números en la retina. En el mayor interloque opositor no hay una posición común y parte de esas orientaciones ya asomaron en las negociaciones para llevar los temas impositivos a la sesión de este jueves. Los legisladores y legisladoras del radicalismo mantienen una interlocución constante con el oficialismo. Lo mismo sucede con la conducción del bloque macrista, aunque el sector más duro del PRO considera que todos los números que presentará el Gobierno son "cuanto menos dudosos".
A pesar de las diferencias, los encargados de analizar el proyecto que envíe el Ejecutivo serán los dirigentes de una primera línea dura. Por el PRO habrá dos santafesinos. Estará el vicepresidente de la Comisión de Presupuesto, Luciano Laspina y el vicepresidente tercero del cuerpo Álvaro González. La UCR contará con el cordobés Victor Hugo Romero y el bloque Evolución Radical estará representado por Alejandro Cacace y Martín Tetaz, aunque la voz de mayor peso del interbloque la tendrá el exministro de la Alianza Ricardo López Murphy, del monobloque Republicanos Unidos. La presencia del "bulldog" en la mesa de negociaciones anticipa que el intercambio será escarpado y con algunas exigencias que podrían despertar resistencias en el Frente de Todos.
Según confiaron a Letra P, el primer reclamo del interbloque será que asistan todos los miembros del Gabinete y los titulares de las empresas estatales, como el presidente de Aerolíneas Argentinas Pablo Ceriani. El planteo no ha sido puesto en la mesa de negociación con el oficialismo, que planea proponer una reunión de Massa con todos los jefes parlamentarios antes de que comience el tratamiento en la Comisión de Presupuesto y Hacienda que preside Carlos Heller.
Massa podría asistir a Diputados en la primera semana de octubre, acompañado por el secretario de Programación Económica, Gabriel Rubinstein y sus pares de Finanzas, Ricardo Setti y de Hacienda, Raúl Rigo, que ya estuvo en la negociación del año pasado bajo la conducción del entonces ministro Martín Guzmán.
Si el tratamiento del texto empieza en octubre, a partir de este jueves los bloques parlamentarios contarán con todos los números de las proyecciones para el año que viene. Según deslizaron fuentes oficiales, el Presupuesto 2023 tendrá una estimación anual de la inflación del 60% y una tasa de crecimiento del PBI del 2%. También se habla de una partida de 800.000 millones de pesos para obras públicas en pleno año electoral y un destino del 0,1% del PBI para subsidios al transporte, uno de los temas más delicados de la ecuación económica nacional. La estimación aporta un contorno difuso sobre la partida de aportes estatales para el transporte público, pero anticipa una negociación tirante porque todavía no hay una definición sobre la ampliación de los subsidios para las líneas del interior a 59.500 millones. Ese texto tiene dictamen de la comisión de Transporte, pero todavía tiene que pasar por Presupuesto y ante la llegada del plan de cuentas para 2023 se espera una negociación con las provincias que podría combinar los fondos para lo que resta del año a cambio del respaldo para el proyecto que ingresará este jueves.
Con ese camino por delante, la sesión de este jueves avanzará con la sanción del Consenso Fiscal 2021, que ya fue aprobado por el Senado con una votación dividida de JxC. Hasta el miércoles por la noche, no iba entrar la prórroga de impuestos coparticipables, pero una propuesta del oficialismo podría derivar en un desdoblamiento del articulado para aprobar las extensiones hasta 2027 y también las asignaciones específicas, cuyo 80% esta destinado a financiar el pago de jubilaciones a través del ANSeS. Si los intercambios prosperan, una parte del debate previo al Presupuesto se habrá ordenado. Si fracasan, esos puntos se meterán en medio de la negociación económica que comenzará este mismo jueves, antes de la medianoche.