LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Con el argumento central de generar un ahorro, el Frente Renovador bonaerense empuja en silencio la suspensión de las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) en Buenos Aires. En línea con el recorte que está ejecutando Sergio Massa desde el Ministerio de Economía, la dirigencia que le responde dice que, en épocas de crisis y ajuste, un derroche de miles de millones de pesos sería completamente “contradictorio”, un “despropósito”, “innecesario”.
Aunque todavía no lo hacen a viva voz, la tropa territorial de Massa en Buenos Aires, se ocupa de argumentar e instalar porqué sería importante suspender “por única vez” las PASO a través de una ley sancionada por el Congreso Nacional. El argumento central que utilizan es el gasto que estas implicarían, que, sin datos finos, aseguran, son miles de millones de pesos que se estarían destinando a que los partidos políticos diriman sus candidaturas “cuando el país está en una situación de crisis”, y aplicando “un fuerte ajuste”, incluso, en áreas sensibles.
“En esta circunstancia y con las medidas que se están tomando para ordenar la macroeconomía sería completamente contradictorio gastar miles de millones de pesos en las PASO, un despropósito”, afirmó a Letra P un dirigente territorial del conurbano que se sienta a la mesa chica del massismo. No desconoce que es una herramienta central para dirimir candidaturas, pero recuerda que los espacios que no alcancen el consenso pueden echar mano al mecanismo de internas propio.
No todo es argumento económico, también hay motivaciones electorales. “Hoy las PASO benefician a la oposición”, afirma un legislador y recuerda que en 2019 el vidalismo planteó quitar las primarias, también bajo el armento del “gasto” económico que implicaba.
El ideal massista, con el que se ilusiona la dirigencia territorial que responde al hincha de Tigre, es que sin internas Massa sea el candidato de consenso del Frente de Todos (FdT) para la Casa Rosada acompañado por el gobernador Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires, que va por la reelección, una estrategia que ya había adelantado a Letra P el diputado provincial Rubén Eslaiman a comienzo de año, pero que quedó frizada a partir de la feroz crisis que se desató en el oficialismo con el portazo de Máximo Kirchner a la presidencia del bloque oficialista en Diputados tras el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que selló el renunciado Martín Guzmán.
Ante la consulta de este medio respecto de cómo se ordenaría la discusión en los distritos donde haya pugna entre diversas tribus todistas si se suspendieran las PASO, un dirigente de la mesa chica del FR explicó que “hay ordenadores” en la coalición, por lo que “no habría inconvenientes”, y mencionó un “ordenamiento superestructural”.
Puso como ejemplo el Partido Justicialista (PJ) bonaerense que conduce Kirchner: en la mayoría de los distritos no hubo interna. “Que haya pretensiones es legítimo, pero cuando hay un bien mayor por delante se ordena; todos tienen una jefatura política que les va a bajar línea”.
Es justamente ese punto el que incomoda a otras tribus del FdT, como el Movimiento Evita, que rechaza la suspensión de las PASO ante la falta de terminales fuertes que los represente a la hora de las negociaciones por las candidaturas de no haber competencia interna.
En una rueda de consultas, la dirigencia massista que tiene aspiraciones en sus distritos se muestra entre resignada y confiada en las negociaciones que pueda llevar adelante su jefe político a la hora del armado de las listas. “Uno siempre quiere competir, pero si hay una decisión de que lo mejor para todo el espacio es que no haya internas, nos adaptaremos a eso”, dijo a este medio alguien que pretende competir por la intendencia en un distrito gobernado por el peronismo. Otro dirigente, con más chances por disputar un territorio gobernado por la oposición, se recuesta en la posibilidad de que, a la hora de negociar, Massa pida por él. “A la hora del poroteo, Sergio va a tener peso. Es probable que pida por varios de nosotros”, se entusiasma.
Pese a las intenciones y especulaciones, en la dirigencia massista hacen cuentas y reconocen que el Frente de Todos no tiene los votos necesarios para avanzar en la iniciativa. Sin embargo, apuestan a alianzas con partidos provinciales, terceras y cuartas fuerzas opositoras y, posiblemente, algún sector del radicalismo, para lograr la sanción en el Congreso, y ponen sobre la mesa la discusión por el Presupuesto, que llevará adelante el propio Massa, como una de las claves de la negociación.
Este miércoles, el PRO salió en tándem a la rechazar un avance de la provincia de Chubut, gobernada por el massista Mariano Arcioni, de efectivizar la suspensión de las primarias en acuerdo con un sector del radicalismo. El jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larrea, ya avisó que “no se pueden cambiar las reglas de juego electorales para la próxima elección” y sentenció: “En la Ciudad de Buenos Aires habrá PASO”. Otro massista, el gobernador de Salta, Gustavo Saénz, ya jugó sus cartas en el mismo sentido, pero con éxito.