Las principales figuras del PRO almorzarán este viernes en el restaurante Happening, en la Costanera de Buenos Aires. Se trata de un encuentro pautado hace dos semanas para recuperar la idea de juntarse cada 15 días a analizar la coyuntura, pero la bomba que detonaron las declaraciones de la exdiputada Elisa Carrió, que acusó a celebridades amarillas de mantener lazos subterráneos con el superministro todista Sergio Massa para dañar la alianza, modificó y calentó la agenda.
Hasta el lunes, los ejes originales de la reunión eran los pasos a seguir de cara al fin de año y la estrategia en la elaboración de planes de gobierno dentro de Juntos por el Cambio, una de las materias en las que buscan sumar horas-silla para responder a las dudas sobre las medidas que tomaría la coalición en caso de volver al poder en 2023. Ya el martes, con la primera entrevista de Carrió, el panorama cambió un poco y el miércoles, cuando la jefa de la CC volvió a enfrentar los micrófonos, el giro fue de 180 grados.
Las mesas reservadas en el coqueto restaurante serán más exclusivas que nunca: habrá menos asesores que de costumbre. No es un capricho: esperan que el tono de la discusión sea más elevado porque el expresidente Mauricio Macri y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, quedaron en el centro de la escena.
El martes por la noche, los embates de Carrió contra el diputado Cristian Ritondo hicieron que todos los caminos apuntaran a Larreta. El contexto de la interna entre el exministro de Seguridad y el también legislador Diego Santilli por el sillón de Dardo Rocha puso todas las miradas del PRO en Uspallata. “Carrió es incontrolable”, sostienen cerca del alcalde porteño para dejar clara su postura, pero 24 horas después ese escenario cambió.
La lidereza de la Coalición Cívica blanqueó que todo lo que dijo fue conversado con el expresidente. Esa frase generó un tsunami dentro del PRO que tuvo que salir a aclarar el exsecretario general de la presidencia Fernando De Andreis, principal colaborador del ingeniero. Con un comunicado breve que difundió, cargó contra Lilita bajo la prédica de que sus declaraciones no contribuyen a la situación del país.
“En la situación delicadísima del país, algunas declaraciones podrían no ayudar. Creemos qué hay que encontrar formas de marcar nuestras diferencias sin descalificar a terceros. No nos distraigamos del objetivo fundamental de rescatar a la Argentina”, sostuvo.
Con todos estos ingredientes se prepara el almuerzo, bien caliente, que se servirá este viernes en la mesa reservada para el PRO.