Durante los últimos días, ante el agravamiento de la crisis económica y las internas de cada frente político, las tensiones que existen entre la Ciudad y la Nación habían perdido intensidad: la masiva movilización de las organizaciones de izquierda de este miércoles, con la amenaza de realizar un acampe en la Plaza de Mayo, revivió los cortocircuitos entre la Casa Rosada y la sede de Uspallata.
En un raid mediático, la dupla elegida por el gobierno porteño para liderar el primer round de lo que promete ser una nueva pelea estuvo compuesta por el jefe de Gabinete, Felipe Miguel, y el ministro de Justicia y Seguridad, Marcelo D´Alessandro, quienes le exigieron a la administración de Alberto Fernández que atienda a los sectores movilizados, resuelva los “problemas de fondo” de la economía y agilice mecanismos de diálogo entre los distintos estamentos del Estado para coordinar el operativo de seguridad.
“Pareciera que es un problema de la Ciudad cuando en realidad es un problema y son reclamos contra el gobierno nacional”, aseguró Miguel en declaraciones al canal de noticias A24, donde denunció que en la Casa Rosada “están cómodos”, con la situación que se genera en las calles porteñas con cada marcha piquetera porque es una nueva forma de atacar a la administración del alcalde Horacio Rodríguez Larreta.
“(La Nación) no está dando soluciones a los problemas de fondo, como la inflación y el desempleo. Les resulta muy cómodo que estos reclamos sean en la Ciudad y no solo que no se ocupan de resolverlos, sino que tampoco nos atienden a la hora de coordinar la manifestación”, denunció Miguel, quien aseguró que esta disputa es parte de una serie de dificultades generadas por la gestión del Frente de Todos contra el distrito opositor. “Al gobierno de la Ciudad lo han atacado con la coparticipación, cerrando las escuelas y no dejándonos usar las pistolas Taser. Están cómodos”, agregó.
Este miércoles, el flamante ministro de Economía, Sergio Massa, tuvo su primera gran protesta callejera opositora, luego de que este domingo, en el Día de San Cayetano, se movilizaran los sectores más afines al oficialismo. Desde temprano, las organizaciones nucleadas en la Unidad Piquetera marcharon hacia la Plaza de Mayo para exigir una reunión con el tigrense. Por la tarde, fueron recibidos por la Dirección de Asuntos Institucionales del Ministerio de Economía, pero el líder del Polo Obrero, Eduardo Belliboni, denunció que su respuesta fue “cero”, por lo cual continuaron con la medida de fuerza. A la vez, también se presentaron en el Ministerio de Desarrollo Social para dialogar con su titular, Juan Zabaleta, quien, al cierre de esta nota, tampoco los había recibido. Con este contexto, las columnas piqueteras definían la posibilidad de realizar un acampe frente a la Casa Rosada.
El titular de la Justicia y Seguridad porteña, Marcelo D´Alessandro, denunció que los “funcionarios que deben dar respuestas no la dan” y que “siempre habla el jefe de la Ciudad (Rodríguez Larreta)”. “Le pedimos al gobierno nacional que se haga cargo de esta situación crítica, se anticipe a estas situaciones y que tomen cartas en el asunto con sus propios funcionarios que muchas veces son los que marchan”, agregó y completó: “No están castigando al Gobierno de la Ciudad, están castigando a millones de personas”.
El nuevo cruce amenaza con revivir la pelea entre la Casa Rosada y la sede de Parque Patricios, que ya atravesó un cruce por los fondos de la coparticipación que la Nación le quitó a la Ciudad al retrotraer un decreto del exmandatario Mauricio Macri y la suspensión del dictado de clase presencial durante la pandemia de covid-19 como forma de evitar los contagios.