TUCUMÁN (Corresponsalía Norte Grande) Tucumán volvió a ser el foco de atención de la política y los medios este 9 de Julio durante la celebración del 206° aniversario de la Declaración de la Independencia. No fue una fecha patria más, en medio de la crisis del gobierno nacional. La jornada se desarrolló a pleno sol y la provincia se convirtió desde el jueves en la meca de dirigentes nacionales del oficialismo, tras la tormenta interna que se desató debido a la renuncia del exministro de Economía, Martín Guzmán, que dejó un mal sabor en la boca de Alberto Fernández.
Como ya es una tradición, la jornada patria arrancó a las 7.30 con un chocolate y el izamiento de la bandera nacional. Junto al Jefe de Gabinete, Juan Manzur, y al gobernador interino, Osvaldo Jaldo, que oficiaron de anfitriones, estuvieron los ministros Julián Domínguez, de Agricultura, y Tristán Bauer (Cultura), que un día antes ya habían arribado a la provincia. Como antesala del discurso presidencial, después de pasar los últimos días recluido en la Quinta de Olivos, Cristina Fernández de Kirchner había iniciado un periodo de deshielo para la interna del Frente de Todos.
Al mediodía, ambos anfitriones partieron al aeropuerto a esperar al Presidente. Hasta ese momento nadie sabía dar con exactitud una listado de qué ministros acompañarían a Fernández. De su número dependería el balance de si había dado resultado el operativo de Manzur y Jaldo para que Tucumán entregue una foto de unidad en el oficialismo. A las 12.10 llegó el vuelo y junto con el Jefe de Estado, descendieron el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, y los ministros Jorge Taiana (de Defensa), Juan Zabaleta (Desarrollo Social), Carla Vizzotti (Salud), Daniel Scioli (Producción), Juan Cabandié (Ambiente y Desarrollo Sostenible), Eduardo de Pedro (Interior), Claudio Moroni (Trabajo) y Gabriel Katopodis (Obras Públicas). Con una actividad junto a Jorge Ferraresi (Hábitat) cerraría su visita tucumana.
Si bien se esperaba una mayor presencia de mandatarios provinciales, de acuerdo a consultas previas de LetraP, apenas llegaron a suelo tucumano los gobernadores Ricardo Quintela, de La Rioja, y Raúl Jalil, de Catamarca. Ambas presencias confirmaron que en la Liga de las Provincias hay un vínculo particular entre Manzur y estos dos dirigentes. Fuentes de la organización apuntaron que la noche anterior algunos llamaron al jefe de Gabinete para anticiparles que optaban por quedarse en sus provincias para encabezar sus propios actos.
Hubo otros invitados a la celebración patria, como ser una treintena de diputados nacionales que este viernes firmó, en la Casa Histórica, la Declaración de Defensa del Federalismo y las Economías Regionales. Entre los parlamentarios, con minoría de kirchneristas, estuvieron el titular del bloque del FdT, Germán Martínez, con Marcelo Casaretto,Daniel Arroyo, Nilda Moyano, Carlos Cisneros, Mario Leito y Daniel Gollán.
La jornada política arrancó en el tedeum en la Iglesia Catedral. Allí también participaron del oficio religioso el intendente de San Miguel de Tucumán, el opositor Germán Alfaro, con quien Jaldo y Manzur tuvieron fuertes contrapuntos en los medios; las diputadas nacionales Rossana Chahla y Victoria Tolosa Paz, sus pares opositores tucumanos Roberto Sánchez y Domingo Amaya; las senadoras nacionales Sandra Mendoza y Beatriz Ávila y el pleno del gabinete provincial.
En el atril, el obispo Carlos Sánchez hizo un severo llamado de atención, al sostener: "Hoy nuestra Patria es un pueblo hambriento, desconcertado, preocupado, herido. En muchas familias falta el pan cotidiano y el trabajo digno. Ha crecido la pobreza. Hay hambre de Justicia y dignidad, de respeto y cuidado de la vida en todas sus etapas. Hay hambre de paz social, de respeto a la Constitución y de democracia auténtica. Hay hambre de diálogo, de encuentro y participación para superar divisiones y enfrentamientos. Hambre de verdad, de una educación que ponga en primer lugar a la persona humana, que no imponga ideologías, que conduzca a pensar y realizarse dignamente".
Al salir de la Catedral, el único oficialista que le puso el pecho a la pregunta sobre las palabras del Obispo fue Jaldo, quien expresó: "Creo que ha descripto de alguna manera lo que hoy está viviendo el mundo, donde la Argentina no está exenta de lo que está pasando. No hay duda que hay gente que sufre, que está en la pobreza, que no tiene trabajo y sueña con tener un techo propio".
Antes de las 13, ya con el arribo presidencial, ingresó a la Casa Histórica la delegación del gobierno nacional, y unos minutos más tarde llegó el tiempo de los discursos. El primero fue el de Jaldo, que tomó el arranque para agradecer la visita de Fernández, Massa y Manzur por el apoyo desde Buenos Aires. Lo más importante fue cuando le puso énfasis a las siguientes palabras al mandatario: "Cuente con nosotros, cuente con nuestra provincia, como lo hablamos siempre con Juan Manzur. No tenga dudas que vamos a estar a la par suya en todas las decisiones institucionales y políticas que tome".
Después fue el momento de Fernández. Mientras algunos esperaban reflexiones de tipo protocolares, con un discurso leído, el Presidente no ahorró en críticas hacia la oposición y los mercados. "En la última semana soportamos una pública y feroz embestida de grupos concentrados y poderosos que quieren quedarse con toda la renta y provocar una devaluación, y que buscan generan desánimo e incertidumbre", denunció. "Hay grupos que se refriegan las manos en momentos en que la adversidad se nos cruzan. Lo hacen con rumores que algunos lanzan a correr en medios de comunicación o falsas noticias que hacen correr en redes sociales como instrumentos desestabilizadores", apuntó.
"Sepan que se van a chocar con nuestra firme decisión de seguir trabajando por la Patria justa, libre y soberana que nuestro pueblo merece", expresó Fernández. Aprovechó la ocasión para destacar el valor de la unidad, en momentos en los que crujió la coalición gobernante: "La historia nos enseña que la unidad es un valor que debemos preservar en los momentos más difíciles; es entonces cuando asoman los agoreros que dividen y siembran el desánimo en procura de sus propios intereses. Con un pueblo dividido, unos pocos sinvergüenzas ganan y millones se sumergen en la marginación y la pobreza".
Luego de sus palabras en el acto oficial, el Presidente dio una entrevista en exclusiva para un canal de televisión y partió a un barrio de San Miguel de Tucumán para la entrega de la casa 50.000 de su gestión. Desde allí, Fernández se dirigió al aeropuerto para retornar a Buenos Aires.