Las medidas para contener la escalada del dólar y el recorte de gastos no serán suficientes. En los diálogos descarnados que mantuvo con gobernadores y un grupo de intendentes que incluyó a una única alcaldesa, del Frente de Todos (FdT), Silvina Batakis se encargó de remarcar que no habrá salida posible de la crisis si las decisiones económicas no están acompañadas por el ordenamiento político de la coalición.
El objetivo de mediano plazo es llegar a septiembre. Así lo remarcó la ministra de Economía en los encuentros con referentes que mantuvo esta semana en el Palacio de Hacienda. Frente a distintos interlocutores, explicó que, una vez que pase el invierno, bajará la demanda de divisas para atender las importaciones de energía. Recién entonces habrá pasado lo peor. Pero el desafío son los dos meses que quedan hasta entonces.
Como había hecho en sus encuentros con gobernadores, Batakis trazó este miércoles el mismo panorama desolador ante representantes de los municipios del conurbano que la visitaron en el quinto piso del Palacio de Hacienda. Detalló la falta de dólares para hacer frente a la corrida cambiaria y la imposibilidad de emitir pesos. Dijo, sin rodeos, que no hay más plata. Pero los tranquilizó con la afirmación de que no habrá devaluación.
La reunión en sí misma fue una señal política. El encargado de convocar el encuentro fue el jefe de Gabinete de la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde, un dirigente que tiene diálogo permanente con Cristina Fernández de Kirchner y su hijo, Máximo Kirchner. La presencia de Insaurralde se leyó en el FdT como un aval político del cristinismo a la ministra.
El lomense llegó acompañado por el ministro de Infraestructura y Servicios Públicos bonaerense, Leonardo Nardini, otro de los funcionarios cuyo ingreso al Gabinete bonaerense propició el cristinismo después de la derrota de las PASO en 2021. Entre los intendentes estuvieron Andrés Watson (Florencio Varela), Fernando Espinoza (La Matanza), Alberto Descalzo (Ituzaingó), Federico Achával (Pilar), Gastón Granados (Ezeiza), Fernando Moreira (San Martín), Nicolás Mantegazza (San Vicente), Marisa Fassi (Cañuelas) y el diputado provincial Mariano Cascallares.
Al tomar la palabra, pudo reconstruir Letra P, Batakis remarcó la necesidad de que las medidas consigan respaldo político y que el FdT debe estar cohesionado para afrontar los tiempos duros que vienen. Agregó que mantiene diálogo con las tres patas de la mesa que integran el presidente Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa. Una afirmación que despeja las dudas sobre el nivel de consenso interno que tienen las decisiones de política económica.
Además de la demanda de dólares que se necesitan para las importaciones de energía, que seguirá hasta septiembre, Batakis puso sobre la mesa otro de los temas que mira con preocupación en el futuro próximo: los viajes al Mundial, que se disputará a partir del 21 de noviembre, en Qatar. La Argentina está entre los diez países que más entradas compraron para la Copa del Mundo, según informó la FIFA. Eso demandará una salida de dólares extraordinaria, que le sumará tensión al mercado cambiario.
Batakis inició el lunes una ronda de reuniones con mandatarios provinciales propiciada por el jefe de Gabinete, Juan Manzur. A la lista se sumaron este jueves el gobernador de Santa Fe, Omar Perotti; el de Formosa, Gildo Insfrán, y de La Pampa, Sergio Zilliotto. Como contó Letra P, la ministra les transmitió la gravedad de la situación económica, pero les aseguró que no habrá recortes en la obra pública.
Aunque dudan en privado de que pueda mantener su promesa, los gobernadores expresaron su respaldo. Entienden que la crisis es tan aguda que la ministra no tiene muchos caminos para elegir, entre recorte y devaluación. Los intendentes también mostraron apoyo: Batakis es una vieja conocida, por su paso por el Ministerio de Economía de la provincia de Buenos Aires, junto a Daniel Scioli, y por la relación que tendió con los distritos desde la Secretaría de Provincias.
La dirigencia que la visitó le cuenta dos características: conoce las cuentas de provincias y municipios a la perfección y es una obsesiva de la prolijidad fiscal. En los ministerios nacionales ya vislumbran que empezará a recortar gastos superfluos en cada cartera, tal como hizo en la gestión bonaerense, donde se la conoció por sus muestras de austeridad.
Mientras tanto, la tropa todista espera que el ordenamiento político que Batakis reclama también se refleje en definiciones más concretas dentro del Gobierno, pero en la Casa Rosada reina el hermetismo. El Presidente, Cristina y Massa mantienen sus conversaciones en estricta reserva y todavía no bajaron líneas concretas a sus respectivos espacios sobre si finalmente habrá una reconfiguración del gabinete y, si la hubiera, cuándo se materializaría.