ROSARIO (Corresponsalía Santa Fe) Aparecen más nubarrones en el horizonte sindical del gobernador Omar Perotti y empieza a armarse un frente de tormenta en un tema que el rafaelino creía saldado tras un buen acuerdo salarial. Los trabajadores estatales de la provincia nucleados en la Asociación de Trabajadores del estado (ATE) se suman al reclamo de los gremios docentes y del Sindicato de Trabajadores Municipales (Festram) para pedirle al gobierno provincial que adelante los aumentos fijados en la paritaria.
ATE, de vínculo armonioso con Perotti, no exige la reapertura de paritarias pero sí anticipar las cifras previstas para los sueldos de agosto y septiembre. La inflación trituró el acuerdo firmado en marzo y aseguran que “hay un desfasaje de más del 10%”. El otro gremio de estatales, UPCN, se manifestó hace pocas semanas en el mismo sentido.
Con la federación de gremios municipales, internas al margen, y los sindicatos docentes en pie de guerra, la postura que tomen los gemios estatales es clave para el gobierno provincial. Como adelantó Letra P, el reclamo está signado por la inflación desbocada que convirtió en papel mojado lo firmado a principios de año. Ahora, con meses de acumulación inflacionaria y con la proyección de un índice alto para julio tras la crisis del Ministerio de Economía, el pedido de adelantar las escalas de incremento.
Jorge Hoffmann, representante de ATE, aseguró a Letra P que “ya entraron en una etapa de pérdida de salario”. Según explicó, a la fecha llevan un 30% de aumento cuando la inflación hasta el mes de junio fue del 35%. Por eso, le pidieron formalmente al gobierno provincial el adelantamiento de los tramos y lo consideraron “imprescendible”. "Si tenemos que esperar el tramo de julio y agosto, para cobrar un 8% el septiembre, sin lugar a dudas habrá un desfasaje muy sensible. Estaremos con una pérdida de más del 10% en el tramo de estos meses", sostuvo.
El gremialista argumentó que el planteo es “desde el sentido común” e insistió en que el proceso inflacionario era imposible de prever para ambas partes. “Sabemos que esto no le generaría ningún problema financiero al gobierno porque ni siquiera sería aumento de salario”, destacó. En esa línea, consideró que es “factible” que sean escuchados, aunque no descartó medidas de fuerza y subrayó que es necesario evitar “que se multiplique el malestar”.
Por último, Hoffmann apuntó los cañones contra los formadores de precios de alimentos y culpó al “puñado de empresas que dominan el mercado”.