TUCUMÁN (Corresponsalía Norte Grande) La crisis del gasoil recién apagó sus fuegos y el gobierno tucumano a cargo de Osvaldo Jaldo ya tiene ante sí un nuevo desafío por la crisis que afecta a la actividad citrícola, la industria que le genera a la provincia el 53 % de los dólares que le ingresan por año. La exportación de limones a la Unión Europea finalizó antes de lo habitual producto de la guerra en Ucrania y del descalabro vernáculo del dólar y comenzaron a cerrarse empaques, cuyas consecuencias directas se traducirán en la reducción drástica de mano de obra y en que quedarán miles de hectáreas de fincas de citrus con frutas en las plantas. Según la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) de Tucumán, 40.000 personas que trabajan en el sector se quedarán sin empleo entre fin de mes y la primera quincena de agosto.
Tucumán, la provincia que más cítricos produce en el país, cuenta con diez plantas de procesamiento de limones y entre las principales se encuentran la multinacional San Miguel -con cerca del 30% de la producción nacional-, Citrusvil, Citromax, Trapani, Argenti Lemon y Veracruz SA. Entre todas, de mayo a agosto/septiembre, ocupan a cerca de 42.000 personas, de las cuales unas 26.000 trabajan de manera temporaria y se dedican a la cosecha. El resto desarrolla tareas en empaques y viveros. Es decir, la reducción de las exportaciones afecta de manera directa a este personal que se quedará sin trabajo antes de lo previsto.
En la temporada del año pasado entraron a Tucumán alrededor de 570 millones de dólares por el limón, por lo que es uno de los principales músculos productivos junto con la industria azucarera. De ahí que cada vez que hay problemas en alguna de estas actividades sus consecuencias se hacen sentir en el ámbito político y gubernamental casi de manera inmediata por su impacto en la economía local.
Este año, según informó a Letra P en off the record uno de los empresarios tucumanos más gravitantes del sector, la temporada será más corta, los empaques más chicos cerrarán antes de lo previsto y quedarán millones de toneladas de fruta fresca en las plantas, que se van a pudrir en las fincas porque no convendrá ni cosecharlas. Este escenario supone un nuevo reto para Jaldo y para su ministro de Desarrollo Productivo, Álvaro Simón Padrós, quienes hasta hace unos días estuvieron gestionando en la Casa Rosada la resolución del conflicto por la escasez de gasoil. En Tucumán se encendió la chispa de la protesta nacional del sector transportista por el faltante de combustible que se tradujo en bloqueos en las rutas en varias provincias.
El tucumano Pablo Padilla preside la Asociación Citrícola del Noroeste Argentino (ACNOA) y confirmó a Letra P este escenario con una contundente definición: "Estamos atravesando una crisis estructural que afectará a toda la cadena". Fundamentó su aseveración en varios factores que no se relacionan con la capacidad de producción pues, al contrario, señaló que Argentina producirá este año alrededor de 2,2 millones de toneladas de limones. Los principales destinos de la fruta son Europa -absorbe casi el 70%-, Estados Unidos, Rusia y China.
Jaldo y Padilla deberán desactivar un frente de conflicto
De acuerdo a este empresario, los problemas comenzaron con la pandemia, que duplicó los costos de flete, situación que persiste. Se sumó la guerra en Ucrania, que condicionó la exportación a los mercados europeos. Como consecuencia del conflicto bélico, la Unión Europea entró en una crisis económica que redujo la demanda de limones y provocó una caída del valor del euro -que se igualó con el dólar- por lo que rentabilidad se precipitó. Un combo que cambió de raíz la ecuación.
Padilla confirmó que ya se hacen sentir los efectos de esta crisis y que algunos empaques ya cerraron su temporada, mucho antes de lo previsto. "Se puede decir que las exportaciones a la Unión Europea terminaron un mes antes. Esta última semana las operaciones fueron mínimas. Aún se exporta a Estados Unidos con valores razonables, pero también está incidiendo el costo del flete", explicó. A este escenario, el empresario le sumó la competencia cada vez más importante de Sudáfrica en la exportación de limones y agregó que otro de los factores claves que desacomodó el mercado es el cepo cambiario. "Nosotros compramos fertilizantes y otros insumos importados al valor del dólar ilegal, del mercado paralelo, pero cuando vendemos al exterior se nos liquida a valor del oficial y la brecha es cada vez mayor, lo que desalienta al sector", dijo.
En diálogo con Letra P, Ricardo Ferreyra, secretario general de UATRE Tucumán, confirmó que en estos últimos días efectivamente cerraron empaques, por lo que quedó sin trabajo el 20% del personal abocado a estas tareas. Para amortiguar los efectos de la reducción de la cosecha, se apeló a un sistema de rotación. "Ganan menos, pero así no quedan tantos desocupados, aunque por el cierre prematuro de la temporada quedarán sin trabajo cerca de 40.000 trabajadores, entre fin de mes y la primera quincena de agosto", aseveró.
Por este motivo, gestionarán ante los gobiernos provincial y nacional desde esta semana que se anticipe a septiembre la puesta en marcha de los Planes Interzafra que suelen comenzar entre octubre y noviembre. "La situación es grave, habrá que hacer trabajo compartido para amortiguar esta crisis inesperada", señaló Ferreyra.
Padilla informó que durante los festejos del 9 de Julio en la provincia se reunió con el ministro de Agricultura, Julián Domínguez, y con Simón Padrós para interiorizarlos sobre esta situación. En los próximos días, anticipó a Letra P Simón Padrós, se coordinarán las agendas para que haya una nueva reunión por este tema con Domínguez en Buenos Aires.