TUCUMÁN (Corresponsalía) La mecha se encendió en esta provincia, como en otras etapas de la historia argentina, y este miércoles se replica en distintos puntos del país. La escasez de gasoil que, como contó Letra P, viene extendiéndose como una mancha oleosa desde el norte argentino hacia todo el territorio nacional hace semanas, sin una solución por parte del Gobierno, derivó en el bloqueo de rutas y autovías por parte de transportistas que paralizan el flujo automotor y estresan la circulación en las grandes ciudades, incluyendo los accesos a la Capital Federal. El conflicto de índole económica que tiene en vilo a las autoridades de 21 provincias, en especial las norteñas y las del centro, ya se transformó en un problema político que golpea las puertas de la Casa Rosada.
Todo comenzó a la hora cero del martes. La actividad azucarera se paralizó en Tucumán por el paro por tiempo indeterminado de transportistas de cargas nucleados en la Asociación de Transportistas de Carga de Tucumán (ATCT), el Centro de Transportistas Unidos de Tucumán (CTCT) y el Sindicato de Propietarios de Camiones, que cortaron siete puntos estratégicos de la provincia. Pasan por allí particulares, ómnibus con pasajeros y camiones cisternas, pero ninguno con otro tipo de productos. Este miércoles, se sumaron bloqueos en rutas de Santiago del Estero, Corrientes, Misiones, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Catamarca y Buenos Aires, organizados por Transportistas Unidos de la Argentina (TUDA), la Unión Nacional de Transportistas (UNTRA), Autoconvocados Unidos y el Sindicato Único de Trabajadores de Administraciones Portuarias (SUTAP).
La demanda hace eje en la escasez de gasoil pero suma el desmadre del precio del litro ante el faltante y el pedido del sector de renegociar con las empresas los valores de los contratos para llevar sus mercaderías de un punto a otro. "En diciembre cerramos un acuerdo con ingenios, cerealeras y otro tipo de firmas con un valor de $ 110 el litro de gasoil, ese precio ya no existe pero nos liquidan con ese monto y el sector se niega renegociar. Así es imposible que la actividad sea rentable", sostuvo a Letra P Jorge Randis, referente del Centro de Transportistas Unidos de Tucumán (CTCT).

El bloqueo de rutas y autovías que estresa al país por la falta de gasoil se inició este martes en Tucumán
Con el paso de las horas, la protesta va copando la agenda económica y política del mismo modo que inunda las radios y la TV en el AMBA, fuente de toda razón y justicia en el país del centralismo. La evolución es seguida de cerca por gobernadores del Norte Grande, en donde el desabastecimiento de gasoil también se hace sentir, aunque no con la gravedad de lo que sucede en Tucumán. Por consultas realizadas por Letra P a funcionarios de los gobiernos de Gustavo Saénz, de Salta, y Gerardo Morales, de Jujuy, se confirmó que sus áreas de Producción se mantienen en contacto con su par de Tucumán, Álvaro Simón Padros, para medir la magnitud de la protesta que podría extenderse a sus provincias.
"Esto no da para más, es imposible trabajar en las actuales condiciones. Si un socio quiere entre 100 y 200 litros les cobran el valor de surtidor, que es de $ 130 el litro, pero para llenar el tanque ese mismo litro se va a $ 230 en algunas estaciones de servicio. Queremos un país federal de verdad, porque en Buenos Aires estos problemas no existen", expresó a este medio Eduardo Reinoso, presidente de la Asociación de Transportistas de Carga de Tucumán (ATCT).
La medida de fuerza se desarrolla cuando coinciden la zafra azucarera, la cosecha del limón y de cereales, actividades que les garantizan ingresos en dólares a la provincia. Es tal la efectividad de los bloqueos que al cierre del primer día del paro el Centro Azucarero Argentino informó que 13 de los 14 ingenios azucareros paraban sus máquinas. “Lamentamos informar que la zafra ha tenido que ser interrumpida en Tucumán como consecuencia del paro de transportistas. La parada de los ingenios significa un trastorno importante, especialmente en cuanto a perjuicio económico, por lo que implica cada arranque de ingenio, la ruptura de la cadena de cosecha/transporte/molienda de la caña, y la caída de empleos y servicios comprendidos en ello”, sostuvo el comunicado. Según Jorge Feijoó, su presidente, “sabemos de los esfuerzos que hace el gobierno tucumano, pero esto nos excede porque no llega la caña para producir azúcar y alcohol”.
El punto de mayor alto voltaje se produjo en Los Gutiérrez, sobre la ruta provincial 302, en cercanías del ingenio azucarero La Florida, al este de San Miguel de Tucumán. Cuando se les informó a los trabajadores que la zafra se paralizaba y se perderán días de trabajo, con pagos de jornales que tampoco se abonarán, un grupo se acercó al piquete de los transportistas -que evitaba el ingreso de camiones con caña- y se produjo una feroz pelea que se neutralizó por la presencia de policías. Igual, hubo alrededor de 30 demorados y secuestro de armas blancas.
El fin de semana hubo contactos permanentes entre funcionarios del gobierno tucumano y referentes de los transportistas, pero la protesta no se desactivó. Por esta razón, Jaldo ordenó a la Fiscalía de Estado provincial que el fin de semana presentara un recurso en la Justicia para que se garantizara la libre circulación por las rutas nacionales y provinciales. Por eso, cada uno de los bloqueos está acompañado por una fuerte presencia de policías.

El paro de transportistas se desarrolla cuando coinciden la zafra azucarera, la cosecha del limón y de cereales en Tucumán
El gobernador interino de Tucumán, Osvaldo Jaldo, estuvo este martes en la Casa Rosada. Se reunió con con el jefe de Gabinete, Juan Manzur, y con el ministro de Seguridad, Aníbal Fernández. La crisis del transporte de cargas se comió la repercusión de este encuentro pactado para hacer foco en la lucha contra el narcotráfico y promete ser el tema excluyente durante el resto de la semana por sus posibles repercusiones políticas.
Mientras esto sucede, volvieron las largas filas en algunas estaciones de servicio tucumanas en donde los camioneros debieron realizar hasta tres horas de espera. YPF y otras petroleras compraron en mayo buques con gasoil para terminar con el faltante, pero el combustible aún no llegó a los surtidores y con el paso de las horas los problemas económicos podrían provocar repercusiones políticas.