Con la jura que este miércoles realizó el flamante ministro de Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, el Gobierno busca cerrar el off-gate que le costó una nueva crisis interna y la expulsión de Matías Kulfas, una de las figuras del Frente de Todos (FdT) más cercanas al presidente Alberto Fernández. En un acto que se realizó en el Museo del Bicentenario el exembajador en Brasil y el hombre acostumbrado a los ataques kirchneristas ya es parte oficial de la Casa Rosada. “Gracias por venir a hacerte cargo”, le dijo Fernández al exgobernador, al que calificó como "un amigo".
Durante el acto que contó con la presencia de otras figuras del gabinete nacional y personalidades del oficialismo, el Presidente pidió "la máxima unidad" y el "máximo esfuerzo" para "enfrentar el tiempo que viene". "Les pido a todos que entiendan que tenemos que recuperar el salario, mejorar la distribución del ingreso, que tenemos que terminar con la avaricia de ganar en poco tiempo lo que la oportunidad nos permite ganar en poco tiempo y que ninguna sociedad crece si no crecemos todos al mismo tiempo", agregó.
El mandatario también tuvo palabras de despedida para Kulfas, uno de los caídos en la batalla interna por el fuego amigo del cristinismo, a quien el agradeció por haber contribuido a que el país transitara los últimos “dos años y medios de un modo realmente significativo” a pesar de la pandemia de Covid-19 y la guerra en Ucrania. “En muchos de estos resultados tiene que ver Matías y yo quiero agradecerle honestamente todo el esfuerzo, empeño, fuerza y todo lo que hizo en este tiempo”, manifestó al levantar el aplauso del público.
Por su parte, en conferencia de prensa Scioli adelantó que trabajará "con todos los sectores" durante su nueva función y aseguró que "la Argentina tiene con qué enfrentar" los desafíos que mencionó el jefe de Estado. “Soy profundamente desarrollista y productivista. Estoy convencido de que gobernar es generar trabajo y producir cada vez más para que la gente pueda vivir cada vez mejor”, agregó y profundizó: “Mi compromiso es impulsar con más intensidad el desarrollo, el crecimiento y la recuperación del país. A eso vengo”.
La nueva incorporación del gabinete negó pensar en una posible candidatura presidencial en 2023 para cumplir el objetivo que no pudo en 2015 ya que, manifestó, volvió a Buenos Aires "sin ningún tipo de especulación política". "Si pensara en alguna cuestión del año próximo me hubiera quedado en Brasil porque teníamos una agenda y un trabajo. Mi vida y mi trabajo son testimonio de poner el hombro en momentos difíciles. Lo que me moviliza es un sentido de responsabilidad y la convicción de que puedo ayudar", ahondó.
Entre las tareas más apremiantes que deberá atender el exgobernador de Buenos Aires aparece la necesidad de mantener la recuperación económica y productiva del país luego de la crisis generada por la pandemia de covid-19 y la invasión a Ucrania, uno de los caballos de batalla del Presidente para promover una posible candidatura por su reelección.
Otro punto que aparecerá sobre su escritorio será la construcción del gasoducto Néstor Carlos Kirchner, la obra emblema del oficialismo que busca enviar el gas de Vaca Muerta hasta la provincia de Buenos Aires para abastecer el mercado interno y dejar de importar energía durante el invierno. El mismo fue el motivo principal de la salida de Kulfas, luego de que la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner lo escrachara por un off the record en contra del área de Energía que comanda la tropa kirchnerista del oficialismo. Su eyección del gabinete generó, también, una investigación judicial a raíz de los trascendidos desde el ministerio de Kulfas, quien evidenció una supuesta intervención gubernamental para que una empresa constructora se haga cargo de la obra. "La obra es prioritaria", declaró Scioli luego de su jura.
Como relató Letra P, Scioli vuelve a Buenos Aires con un buen pergamino escrito durante su estadía en San Pablo. Del otro lado de la frontera logró establecer un buen vínculo con su presidente, Jair Bolsonaro, (algo que no alcanzó el Presidente), consiguió potenciar las exportaciones para lograra que Brasil vuelva a ser el principal socio comercial al desplazar de la cima a China y, un punto que le servirá en esta nueva tarea, sentó las bases de una buena relación con las cámaras empresariales argentinas.
Por su parte, el puesto que dejó vacante en la embajada, hasta el cierre de esta edición, seguía sin reemplazo confirmado y en las manos transitorias de su actual jefe de Gabinete, Pablo Antonio De Angelis. Hasta el momento se desconoce la decisión que tomará Alberto Fernández para un puesto fundamental para la política exterior y la diplomacia argentina a raíz de los vínculos territoriales, comerciales, económicos y políticos que existen con el gigante sudamericano. En este punto también incidirán las elecciones presidenciales que tendrá Brasil en octubre, donde el líder del Partido de los Trabajadores (PT) y hombre afín al peronismo argentino, Lula da Silva, buscará destronar a Bolsonaro, por lo cual en la Casa Rosada no descartan mantener el puesto vacante hasta después de dichos comicios.