Pese a las intensas negociaciones, la cúpula del PRO bonaerense no logró designar este lunes a un representante del partido para la mesa provincial de Juntos que reemplace en ese rol al intendente de Lanús, Néstor Grindetti, que pegó el portazo de ese ámbito hace dos semanas; aunque distintas fuentes consultadas por Letra P coincidieron en que quien reúne mayores consensos para convertirse en el próximo interlocutor con el gobierno de Axel Kicillof es el diputado nacional Diego Santilli. En paralelo, atentos a este desorden orgánico que dilata el cierre de algunos acuerdos clave con el oficialismo provincial, ambos bloques del partido amarillo en la Legislatura lanzaron un foro de trabajo con el que buscaron mostrar que no hay fisuras en esos ámbitos.
Como adelantó este medio, Santilli estuvo en el primer borrador de nombres para reemplazar a Grindetti junto con el del intendente de La Plata, Julio Garro, y el presidente del bloque opositor en el Senado, Christian Gribaudo, aunque ninguno de ellos se mostró del todo convencido de querer asumir este papel que, si bien es informal, le permite ser el principal vaso comunicante entre la cúpula del PRO, la tropa legislativa amarilla y el gobierno bonaerense. ¿La razón? La irrupción del expresidente Mauricio Macri en las decisiones bonaerenses, que dinamitó a último momento los acuerdos que había tejido el jefe comunal de Lanús en nombre de la mesa provincial por los cargos vacantes en el Banco Provincia y la Defensoría del Pueblo de la provincia de Buenos Aires y la designación de Federico Thea en el Tribunal de Cuentas.
En principio, el precandidato a gobernador que impulsa Horacio Rodríguez Larreta parece más decidido a ocupar un lugar en la mesa nacional en nombre de su partido. De hecho, mantuvo comunicaciones con el senador bonaerense Joaquín de la Torre para ver la posibilidad de que el sanmiguelino ocupe el rol de nexo con Kicillof. Pese a no ser parte de la orgánica del PRO, el legislador del peronismo republicano mantiene una relación con Macri que quedó expuesta en el almuerzo que compartió con el expresidente hace unos días, que coronó otros encuentros mano a mano en los que fue consolidando un acercamiento que lo posiciona en el ala dura de la oposición. Es más, algunas voces consultadas creen que es esa relación la que lo lleva a fustigar al jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires cada vez que puede.
Por otra parte, las bancadas del PRO en la Legislatura buscaron construir una fotografía de unidad que las alejara de las tensiones que enrarecen el clima en la alianza opositora. Para eso, sus integrantes se reunieron este lunes en la sede que el partido tiene sobre la calle Balcarce, en la Ciudad de Buenos Aires, por iniciativa de algunas de sus autoridades, como el senador Gribaudo y los diputados Adrián Urreli y Alex Campbell. "Cada uno de nosotros puede responder a distintas estructuras, pero somos coherentes en la propuesta legislativa y por eso queríamos dar una señal de orden", confió a Letra P uno de los hombres destacados del encuentro.
“Los bonaerenses nos necesitan juntos trabajando en proyectos para la generación de empleo, el fortalecimiento del sistema educativo y de salud y por más seguridad”, afirmaron en un comunicado.
Con todo, sin un consenso suficiente para reemplazar a Grindetti en la mesa provincial de la coalición, al menos al cierre de esta nota, la oposición se prestaba a dar los votos suficientes en la sesión de este martes para ocupar los cargos vacantes en los organismos del Estado y avalar la designación de Thea en el Tribunal de Cuentas. La gestión de este avance estuvo esta vez a cargo de Jorge Macri, que contó con el respaldo explícito de autoridades de primera línea de la Unión Cívica Radical (UCR), que le pidieron al expresidente y a Patricia Bullrich ciertas garantías para no detonar otra vez los acuerdos.