MÉTODO CHIVO

Tráfico de inquietudes y paso a paso por los votos: la mano invisible de Martínez

El jefe del FdT en Diputados traza la ruta del debate interno del acuerdo con el FMI. ¿Cumbre a puertas cerradas con Guzmán? Su huella en el discurso de AF.

Pie de plomo, gimnasia parlamentaria y muñeca política. Con años de rosca y pasillos recorridos, Germán Martínez todavía no abandona la esperanza de que el Frente de Todos (FdT) no vuele por el aire cuando el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) llegue al recinto de la Cámara de Diputados y trabaja en la estrategia para aceitar la comunicación entre el bloque oficialista y el Gobierno, mientras diseña con prolijidad quirúrgica los pasos a seguir para tratar de conseguir la mayor cantidad posible de votos.

 

Martínez espera que el debate madure en dos instancias: una externa, durante el tratamiento en la Comisión de Presupuesto y Hacienda; y otra interna, dentro del bloque oficialista. La segunda será, sin dudas, la más áspera.  

 

Si los tiempos que proyecta el Ejecutivo se cumplieran, el debate en comisión comenzaría el lunes y se extendería hasta el miércoles. En esos tres días desfilarían por la Comisión de Presupuesto el ministro de Economía, Martín Guzmán; el representante argentino ante el FMI, Sergio Chodos, y otras figuras del Gobierno e invitados especiales entre los cuales podrían anotarse responsables del acuerdo con el FMI durante el gobierno de Mauricio Macri.Para la última jornada quedaría la deliberación exclusiva de los diputados y diputadas y la firma del dictamen.

 

En paralelo, Martínez proyecta el debate interno del bloque. El presidente de la bancada oficialista quiere que una voz económica de peso en el FdT evacue las dudas que surjan en lo más íntimo del oficialismo, a puertas cerradas. El Ministerio de Economía se puso “a disposición”. Si el bloque lo requiriera y eso ayudara a sumar votos, Guzmán estaría dispuesto a responder consultas.

 

Una vez cerrada la instancia del análisis del acuerdo, letra chica incluida, el bloque intentará “ordenar” los posicionamientos internos en el recinto. Como contó Letra P, la Casa Rosada se enfoca desde hace semanas en tratar de que las diferencias que sabe que marcarán los representantes de La Cámpora y el universo cristinista en su conjunto no conviertan al recinto en un campo de batalla del FdT.

 

En eso trabaja Martínez desde que asumió la presidencia del bloque tras el portazo de Máximo Kirchner, a principios de febrero. Discípulo de Agustín Rossi, el santafesino dedicó casi un mes al diálogo con la tropa propia y también con la oposición, mantuvo largas conversaciones privadas y cuidó las declaraciones públicas, siempre enfocadas en la necesidad de mantener la unidad y respetar las diferencias. Estudió el partido para tratar de adelantarse a las jugadas. En la oposición celebraron su nombramiento. Lo consideran un hombre de diálogo, que cumple los acuerdos y tiende puentes. "Al jefe del bloque opositor tenés que cuidarlo más que a los propios”, le aconsejó Rossi a Máximo Kirchner, a fines de 2019. Es parte de la doctrina que aplica Martínez.  

 

 En el uno a uno con los diputados y las diputadas del FdT, evitó hacer la pregunta que esperaban y también rechazan. No indagó sobre el eventual sentido de los votos y se limitó a escuchar cuestionamientos y dudas sobre el acuerdo. Tomó nota, aprovechó el canal abierto con el Ejecutivo y las trasladó. 

 

La Casa Rosada recogió el guante. El ministro Guzmán fue filtrando algunas respuestas. El presidente Alberto Fernández incluyó varios puntos en cuestionamiento en su discurso del 1 de marzo. El asesor presidencial Alejandro Grimson, escriba del texto, también los conocía. Frente a la Asamblea Legislativa, Fernández se encargó de dejarlos en claro. Dijo que no habrá reforma laboral ni previsional, descartó un tarifazo y fue duro con sus consideraciones sobre el gobierno de Macri. Denunció la fuga de capitales y dijo que no abandonará el impulso de la causa penal para saber “cómo ocurrieron los hechos y quiénes fueron los responsables de tanto desatino”. Sus dichos provocaron la reacción del PRO, que abandonó el recinto.

 

Las palabras del Presidente fueron bien recibidas en “todas las carpas” del bloque del FdT. Como publicó Letra P, hasta la dirigencia de La Cámpora hizo una evaluación positiva del discurso de Fernández puertas adentro, aunque recibió órdenes de no hacer declaraciones públicas ni dar señales de apoyo. En privado, se mostró sorprendida por el tono presidencial. En diálogo con este portal, un diputado de relación directa con el Presidente se entusiasmó: “Descongelamos. Muchos pueden terminar votando con nosotros. Ojalá”. 

 

Al cierre de esta nota, la Cámara de Diputados esperaba el ingreso del acuerdo, demorado en la fase final de traducción que incluye la carta de intención, el memorándum de políticas económicas y financieras y un glosario de términos que ayuda a la interpretación de la letra chica. Este jueves por la mañana, la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti, prometió el envío del texto para "las próximas horas".

 

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