La renuncia del diputado Máximo Kirchner a la presidencia del bloque del Frente de Todos en Diputados dejó un agujero que no será fácil de llenar y que será ocupado por el santafesino Germán Martínez, uno de los más cercanos al exministro de Defensa Agustín Rossi. Su designación fue acordada este martes durante la reunión, de cinco horas, que mantuvieron el presidente Alberto Fernández y el titular de la Cámara baja, Sergio Massa, para definir cómo será la nueva conducción de la coalición oficialista. Kirchner funcionaba como un pararrayos ordenador de un conglomerado panperonista, con internas que habían pasado a un segundo plano porque la centralidad de la negociación con el Fondo no estaba en el Congreso, sino en la Casa Rosada.
Martínez llega a la jefatura del bloque porque cumple con la mayoría de las premisas que se plantearon en el oficialismo para llenar el enorme hueco político que implicó la salida del hijo de la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, en el filo del inicio del período de sesiones extraordinarias. El diputado santafesino, nacido en Rosario, es un ferviente kirchnerista, viene del interior y tiene una buena relación con todos los pelajes de la coalición oficialista. El único inconveniente que registra es que pertenece a la Corriente de la Militancia, que conduce Rossi y está enfrentado con el gobernador santafesino Omar Perotti.
Según confiaron a Letra P, en el FdT también sonó el nombre del extitular del Partido Justicialista José Luis Gioja. Su perfil apareció en el radar por su capacidad conciliadora, pero su enfrentamiento con el gobernador Sergio Uñac fue un punto que jugó en contra de la relación entre la Casa Rosada y el gobierno provincial.
El entrerriano Marcelo Casaretto también fue una opción que se barajó en la quinta de Olivos. Es el único de los aspirantes del interior que goza de una buena relación con el mandatario de su provincia, Gustavo Bordet. También sonó la bonaerense Victoria Tolosa Paz, pero la diputada no tiene un buen vínculo con el gobernador Axel Kicillof. El kirchnerismo no tiene interés de sumar otra disputa en el territorio donde construye su principal base de sustentación política.
A la lista también sumaron a Eduardo Valdés, amigo del Presidente y de excelente relación con la vicepresidenta. Consultado por Letra P, prefirió eludir las consultas sobre su futuro. Encabeza la comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara baja y acompañará a Fernández en su gira por Rusia y China. En el FdT consideraron que el legislador no reunía todo el consenso necesario en el peronismo porteño, pero este martes por la mañana estuvo en la Casa Rosada. Su presencia despertó suspicacias, porque Valdés tiene un perfil que podría cumplir con el rol que quieren para este momento. Sin embargo, en el oficialismo insisten en que no estuvo en la reunión de Fernández con Massa. Fue a la Casa de Gobierno por temas vinculados a la visita de Estado que comienza este martes por la noche.
La danza de nombres no tuvo que ver con un tráfico de egos. Respondió a la necesidad política de construir una arquitectura que le permita al Gobierno transitar la salida de Kirchner con la menor cantidad de saldos negativos. Para eso, dicen en el oficialismo, no alcanza con el nombre del reemplazante del jefe de bloque saliente, sino con una mesa de conducción que lo acompañe y que tenga representantes de todas las tribus.
En ese armado ya hay algunos números puestos. La vicepresidenta del bloque, Cecilia Moreau, estará en esa mesa y podría continuar en ese lugar. Integra el Frente Renovador y responde directamente a Massa. En horas de la tarde, puso a disposición de sus colegas del FdT la renuncia a la vicepresidencia del bloque. "Reafirmo mi compromiso militante de seguir trabajando por la unidad del campo popular que nos permita seguir brindándole a la sociedad una alternativa al modelo que nos antecedió en la gestión", escribió en su cuenta de Twitter. Algunos leen ese gesto como una forma de incluir a otro pelaje interno del todismo.
Sin Kirchner con temas de conducción parlamentaria en sus manos, la mesa del bloque contará con algún representante de la veintena de diputados y diputadas que le responden. La secretaria parlamentaria del bloque, Paula Penacca, sonó como una posible titular, pero sólo estaría en la mesa de conducción. Lo mismo sucede con Leandro Santoro, de excelente relación con Fernández, pero con una influencia que no supera los límites del albertismo porteño.