Patricia Bullrich parece decidida a instalar su imagen en la provincia de Buenos Aires, un territorio históricamente adverso a las propuestas políticas con las que comulga, pero que algunos dirigentes de la oposición comenzaron a horadar a fuerza de recorridas y un lenguaje electoral segmentado por territorios. Lo hizo Diego Santilli en la campaña de 2021 y si bien ganó por escaso margen, le funcionó en sus objetivos de largo plazo hacia 2023. Por eso, ahora lo repite. Atenta a la fórmula, la jefa de los halcones del PRO sumó kilómetros este lunes con sus visitas a Lobos y Chascomús. La semana pasada estuvo en Tigre, Pilar e Ituzaingó. En todas las oportunidades apuntó contra las políticas del gobierno y aprovechó también para enviar mensajes al interior de Juntos por el Cambio. “Nadie tiene ganada la elección”, advierte en un claro mensaje a un sector del larretismo que confía en un triunfo el año próximo.
La agenda de Bullrich junto a la comitiva de exponentes del ala dura comenzó con una reunión con el intendente Jorge Etcheverry (Lobos) y su secretario de Gobierno, Pablo Hasper. Estuvieron Juan Pablo Allan, senador del PRO que se convirtió en los últimos meses es uno de sus hombres fuertes; Patricia Vázquez, que lanzó la agrupación La Provincial la semana pasada para respaldar una eventual candidatura de la exministra de Seguridad, y Lorena Petrovich, la exvidalista que supo ser cercana a Néstor Grindetti y ahora es parte de este sector.
En modo campaña, Bullrich también participó de un encuentro con el equipo político de Etcheverry, entre los que se encontraban concejales y consejeros escolares; y luego realizó una recorrida por el centro comercial del distrito, según dijeron en su espacio, con el objetivo de acercarse, dialogar y escuchar a los vecinos y a los comerciantes de la zona. “Sentimos que la sociedad nos está mirando, nos está monitoreando, por lo que tenemos que ser muy claros y nítidos en nuestras ideas y en nuestras acciones. Eso es lo que estamos haciendo, tratando de representar al campo, al que agreden permanentemente; a los ciudadanos de clase media que han perdido muchísimo en esta crisis, a los que tienen un plan social y no lo quieren más porque se dan cuenta que no tienen futuro; (debemos) representar a una sociedad que quiere recuperar capacidad, movilidad social, progreso y una educación de calidad”, dijo respecto a la agenda nacional.
Por otra parte, si bien remarcó que siente “confianza” y que está trabajando para “ganar una elección”, aclaró que “nadie tiene que dar nada por ganado”. Tal como dio cuenta Letra P, sectores que trabajan junto a Santilli especulan con que el Frente de Todos no renovará por otro mandato para comandar el gobierno y que es esa posibilidad la que genera tensiones en la oposición por ver quién se quedará con la sucesión.
“Nos tenemos confianza, hay que trabajar siempre para ganar una elección, pero nadie tiene que dar nada por ganado. Es muy importante estar muy atentos y ser muy representativos de lo que a la sociedad le pasa. Este es un año para dedicarle a la gente y no un año donde la política empiece a discutir qué cargo va a tener”, dijo.