FÚTBOL & POLÍTICA

Tinelli no se rinde, pero contraataca solo

Impugnó la lista que encabeza Malaspina, su sucesor al frente de la Liga Profesional. Tirria con Tapia, desaires en San Lorenzo y resabio del apoyo de Olivos.

Sin el apoyo con el que llegó hace apenas dos años, Marcelo Tinelli quiere vender su salida de la Liga Profesional lo más caro posible. Por estrategia política, ética o despecho, el conductor televisivo presentó una medida cautelar para impugnar la candidatura de Cristian Malaspina (Argentinos Juniors) y denunció “graves irregularidades” en la lista única que se presentará al acto eleccionario convocado para el 8 de abril. 

 

Marginado del poroteo de avales contrarreloj en la semana pasada, al punto de que no pudo hacer que San Lorenzo firmara a favor de Mario Leito (Atlético Tucumán), Tinelli recurrió a sus abogados para visibilizar supuestas inconsistencias en los dirigentes que integran la fórmula liderada por el presidente de Argentinos.

 

¿Qué esgrime Tinelli para anular todo? La falta de aprobación de las autoridades vigentes de la Mesa Directiva al proceso electoral, información y requisitos incompletos de todos los candidatos y una mala inclusión: la de Hernán Arboleya, vicepresidente de Lanús hasta hace tres meses –cuando terminó la gestión de Nicolás Russo en el club– y hoy vocal suplente.

 

De acuerdo al pedido de impugnación de Tinelli, el Reglamento General de la Liga Profesional determina que los integrantes de la Mesa Directiva deben ser miembros titulares en las comisiones directivas de sus clubes. En diálogo con Letra P, Arboleya relativizó esa cuestión, aseguró que Tinelli fue presidente de la Liga incluso cuando se tomó licencia en San Lorenzo y sostuvo que el conductor está haciendo lo que vino haciendo en los últimos meses: “Desconocer y querer embarrar la cancha”. Del otro lado, son sucintos: “Él sabe que no podía presentarse, el reglamento es claro en ese aspecto”.

 

Más allá de las idas y vueltas, las causas estatutarias o burocráticas disfrazan el motivo mayor, que es político: Tinelli no quiere soltar la Liga, su último refugio entre la dirigencia del fútbol, de la manera en la que lo está haciendo. “Nadie hace esto sin el apoyo de la política”, deslizan en el piso tres de Viamonte 1366, donde gobierna Claudio Tapia, en alusión a las reiteradas reuniones que durante el año pasado mantuvieron Tinelli y el presidente Alberto Fernández en la Quinta de Olivos, siempre con el mismo objetivo: desestabilizar al actual titular de la AFA a través de una denuncia en la Inspección General de Justicia (IGJ) y mudar a Tinelli de las oficinas de la Liga en Puerto Madero a las de la AFA.

 

Por pujas dentro y fuera de la coalición gobernante y porque, como sucede en otros aspectos, las intenciones del Presidente no siempre coinciden con las de los otros espacios que conforman el Frente de Todos, ese objetivo nunca se concretó y Tapia fue confirmado para el mandato 2021-2025. Entonces, hace cinco meses, Tinelli encontró el revés definitivo: algunos de los dirigentes que le respondían dejaron de hacerlo y, poco a poco, diseñaron lo que el magnate de la TV denominó esta semana un “certero golpe institucional”. 

 

La Mesa Directiva que había armado Tinelli, de hecho, se partió en dos. Tres de un lado y tres del otro: Leito (Atlético Tucumán), Eduardo Spinosa (Banfield) y Sergio Rapisarda (Vélez) intentaron hasta último momento presentar una lista alternativa a la de Malaspina, al que ahora acompañan Arboleya (Lanús) y Gabriel Pellegrino (Gimnasia).

 

Cuando se los consulta, quienes se oponen a Tinelli y se preparan para gestionar la Liga coinciden en exaltar un argumento para explicar lo que hicieron: en dos años no se avanzó con ningún tema. La pandemia fue un obstáculo, pero –según sus lecturas– el mayor impedimento fue la falta de gestión y una rivalidad que fue in crescendo.  

 

Este miércoles, en una carta enviada a todos los presidentes de los clubes de Primera, Tinelli enumeró esas cuentas pendientes -van desde la explotación del juego online hasta la designación de árbitros- y sentenció: “Me resulta insólito, como quieren hacer creer algunos candidatos de la lista impugnada, afirmar que no se avanza en la resolución de estos temas porque quien suscribe es la máxima autoridad de la LPF. Es como que dijeran ‘A Tinelli no se lo resuelvo, pero a otro que se subordine en todos los temas, sí’”. La palabra subordinación sintetiza la guerra Tapia-Tinelli y explica casi todo este presente: Tinelli cree que Malaspina cogobernará la Liga junto a Tapia.  

 

Luego de la presentación judicial, Malaspina y Tinelli se cruzaron mensajes y quedaron en tomar un café en los próximos días. Quizás ahí pueda tratarse alguna tregua. 

 

Cuervos volando

El animador no solo tiene a la Liga como un frente de batalla en el que está perdiendo. El otro es San Lorenzo, el club del que es hincha, presidente electo y del que se apartó temporalmente el año pasado. La licencia pedida vence en mayo y nadie en el club sabe lo que hará: su mandato termina en diciembre de 2023, aunque no son pocos los que aventuran un llamado anticipado a elecciones. 

 

“Tinelli pide institucionalidad en la Liga, pero no la ejecuta en San Lorenzo. Se tomó tres licencias en nueve años: gestionó cuatro años y medio y en otros cuatro años y medio estuvo afuera. Hace dos años que las reuniones de Comisión Directiva están cerradas para los socios y ni siquiera se presentó el balance del año 2020/2021”, dice Marcelo Culotta, de Orden y Progreso, una de las agrupaciones opositoras que en diciembre formalizó ante el club un pedido de elecciones anticipadas, renuncia de la actual CD y una auditoría de gestión.

 

Sin Tinelli, quien en diciembre de 2019 arrasó en los comicios con un histórico 82%, San Lorenzo es gobernado por el presidente interino Arreceygor, secretario general del sindicato de televisión, y por el ministro Matías Lammens, quien volvió a tomar algunas decisiones y a participar más en el día a día, a pesar de las obligaciones inherentes a su cargo público. 

 

La relación de Tinelli con Arreceygor y Lammens está tan dañada como la que tiene con varios de los presidentes de clubes de Primera que lo acompañaron hace dos años a la conducción de la Liga Profesional. Quedó clarísimo la semana pasada: Arreceygor no quiso firmarle el aval de la candidatura a Leito. 

 

“Nadie entiende qué hace, no qué quiere”, sueltan desde un despacho estatal cuando se refieren a las incursiones de Tinelli en el fútbol. En ese mismo despacho, recuerdan el título de un libro de Osvaldo Soriano, otro hincha de San Lorenzo, para describir el momento del creador de ShowMatch: “Triste, solitario y final”. 

 

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