El ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, aprovechó, una vez más, para marcar diferencias al interior del oficialismo al encabezar un operativo en la provincia de Corrientes con una dotación de 300 agentes para trabajar en el combate contra los incendios que ya se propagaron por más de 800 mil hectáreas. La movida que ahonda las diferencias con la administración de Alberto Fernández se llevó a cabo, según dijo, por orden del gobernador Axel Kicillof.
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“Una cosa es la sociedad y otra la clase política, que se siente amenazada en su inoperancia, inutilidad e insensibilidad (...) Cualquiera se puede equivocar, pero el peor de todos los pecados es equivocarse por no hacer. Nosotros estamos acá desde el viernes trabajando. El gobernador dio la orden y salimos de manera inmediata”, aseguró el ministro.
En cuanto al escenario planteado en la provincia del litoral, mencionó que este domingo amanecieron “más tranquilos” luego de una jornada intensa. “Ayer estuvimos batallando todo el día con un frente de kilómetros de fuego. Hoy las condiciones son más favorables, hay más humedad. Hicimos un gran equipo de trabajo con las cincuenta unidades que vinieron de Buenos Aires, junto a la Policía Militar de Brasil”, detalló.
“El viernes el fuego avanzaba sobre Santo Tomé, lo frenamos ahí cerquita. Estuvo la ciudad en crisis, toda la ruta cortada. Y ahora tenemos otro foco que estamos trabajando, de un lado está la brigada brasilera y del otro nosotros”, cerró.