LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) En el epílogo de un año en el que se hamacó entre los extremos de un lanzamiento encubierto prematuro y el freezado de toda la maquinaria política electoral, finalmente Sergio Massa lo hizo. Movió. Se paró frente a su tropa y le ordenó salir a la cancha para encarar con los dientes apretados la pretemporada electoral. Bajó línea precisa: trabajo y producción serán los ejes en los cuales centrarse durante los tres primeros meses del año; quienes tengan vocación de gobernar sus distritos tienen que salir a mostrarse; ganar espacio en los medios de comunicación para defender la gestión en las áreas en las que el Frente Renovador tiene competencia.
La activación del ministro para mostrar movilidad de la fuerza que encabeza es toda una novedad en el marco de las pausas que impuso en varias oportunidades; primero, para intentar mediar cuando las papas quemaban entre Alberto Fernández y Cristina Kirchner; luego, cuando la economía amagaba con volar por el aire y se enfrascó en acomodar el entuerto cuando el Presidente le otorgó poderes plenipotenciarios… más cerca en el tiempo, cuando CFK tiró la bomba del renunciamiento que desacomodó a propios y extraños.
Su vuelta al ruedo electoral tras autoexcluirse y decir aquello del final de su carrera política se dio el jueves en Las Heras. Fue una bandera de largada para la dirigencia que llegó hasta el club de campo y polo La Pintada, en el municipio gobernador por Javier Osuna. Según pudo reconstruir Letra P, dio un discurso claro y contundente respecto de su visión de la actualidad y los pasos a seguir para posicionar el espacio de cara a 2023.
Dirigentes que asistieron al encuentro con los que habló este medio coincidieron en que está confiado y contaron que tiene expectativa de una inflación a la baja, con recuperación de salario y mantenimiento de la actividad económica. “La crisis terminó, pero la enfermedad continua”, parafraseó uno de los presentes a su jefe. Pese a la difícil situación, Massa confía en que el Frente de Todos llegará “competitivo” a las elecciones. Para eso, no obstante, los resultados que empiezan a verse en la macroeconomía deben impactar en la vida de la gente, estiman en las filas del FR.
A contramano de lo que había instruido cuando los Fernández atravesaban el peor momento de la relación, cuando ordenó silencio, cero candidaturas y todo gestión, ahora Massa arenga a quienes tienen vocación de conducir sus distritos para que salgan a mostrarse. No obstante, reitera que es clave sostener la idea de unidad, incluso aunque se perfile una competencia interna, opción que ganó fuerza con el renunciamiento de Cristina. El posicionamiento en los distritos –dicen que dijo- no debe ser desde las diferencias sino desde la capacidad y la inteligencia.
En esa línea Massa pide a su dirigencia que, ante la desilusión del electorado, es importante mostrar que cada paso que se da en la gestión es un paso firme y empuja a que salgan a defender en los medios de comunicación no sólo la gestión económica, sino también la de transporte, conocimiento, conectividad y todas aquellas áreas en las que el partido tiene injerencia.
El plan del ministro en la madre de todas las batallas incluye instalar los tópicos trabajo y producción durante el verano, a partir de los cuales construir mensajes y políticas para transformarlos en capital político; todo, más allá del frente fiscal y financiero del que él está a cargo. La elección de los ejes va en línea con el sector del electorado que representan, donde entienden que la idea de que el trabajo y la producción son los motores que pueden resolver los problemas del país.
El camino de la fuerza incluye una próxima parada antes de que se extinga 2023. Según pudo saber este medio, el 30 de diciembre podría haber un nuevo cónclave, en el que todos aquellos con responsabilidad de gestión o legislativa deberán rendir cuentas de lo que están haciendo para coordinar acciones.
Como viene publicando Letra P, los meses marzo y abril son la línea roja que separa al ministro de un posible lanzamiento de su candidatura presidencial. Dependerá, en gran medida, de los resultados que logre en el palacio de Hacienda. El futuro es aún incierto para él, pero sabe que no puede perder tiempo. Por las dudas, mandó a calentar y ordenó al equipo saltar a la cancha.