MAR DEL PLATA (Corresponsalía Buenos Aires). Alberto Samid tuvo que mostrar su DNI para que se lo escanearan, como cada congresal que llegó a esta ciudad, bajo la atenta mirada de los encargados del operativo de seguridad implacable para entrar al microestadio del Club Once Unidos. Tan complicado es el ingreso que hasta el matarife, histórico rostro peronista conocido si los hay, casi se queda afuera del mitín justicialista de este sábado.
Cerca de las 15.30, algunos congresales nacionales denunciaban que nos los habían dejado entrar, no así los provinciales. Por otro lado había un ingreso para invitados e invitadas, que tampoco se salvó de quejas. Había que figurar en una lista como requisito excluyente para el ingreso. La bajada de línea de la organización, para explicar el control, era que no querían ninguna sorpresa dentro del cónclave.
En la antesala del congreso del PJ bonaerense, horas antes de su discurso, su titular Máximo Kirchner almorzó en el hotel NH con un grupo dirigencial, como el gobernador Axel Kicillof, la titular de la ANSES y local Fernanda Raverta y la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, junto a otros alcaldes, entre otros nombres que confirmó Letra P. La cumbre, que tendrá una reunión a puertas cerradas que promete ser más breve de lo esperado, un trámite para pasar al acto central, que será abierto a la militancia y con el diputado camporista como único orador. Temprano, el titular peronista había tenido otra cita: en la sede del sindicato de Luz y Fuerza había hablado ante 150 personas, todo el arco político del FdT marplatense, incluyendo referentes gremiales y sociales.
Con la tropa en la puerta de Rodolfo Iriart, que completa la interna de pago chico con Raverta, que desde las 14 comenzaron a hacer sonar bombos y ondeando banderas, en los alrededores se instalaron los inevitables puestos de venta de choripanes, hamburguesas y bondiola. Con una columna importante de La Matanza, bastión PJ del conurbano, y una del Movimiento Evita, cuya cúpula no es santo de devoción del cristinismo y está enrolada en las filas del albertismo, se mueven pancartas que miran a la próxima elección: "Es con Todos o perdemos", reza una de ellas; que propone el hashtag #CaminoAl2023.
Si bien la génesis del este encuentro pretendía ser la unificación de los variopintos criterios en torno a qué hacer con las PASO, la reaparición del viernes de Cristina Fernández de Kirchner, con la sensación de virtual lanzamiento de una candidatura presidencial de la vice en el plenario de la UOM en Pilar, corrigió el rumbo. En el ingreso, el eslogan CFK 2023 era lo más repetido entre los congresales. "Abrió la puerta a una postulación", era la coincidencia.