Abogada, peronista y especialista en derecho ambiental, Agustina Rodríguez Saá volvió a ser elegida rectora de la Universidad Nacional de Comechingones (UNLC) de manera unánime, mediante una votación indirecta y tras acuerdos políticos que la consolidan como referente de una de las tres casas de altos estudios que hay en la provincia de San Luis y a la que conoce desde sus orígenes por haber sido una de sus impulsoras.
Sobrina del gobernador Alberto Rodríguez Saá e hija de Adolfo, expresidente y senador, fue rectora normalizadora, en 2018 también votada por unanimidad en la asamblea universitaria para un primer mandato al frente de la UNLC y ahora proyecta un recorrido político que va armando a partir de su participación en el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN).
El primer mandatario puntano no tiene reelección, después de gobernar entre 2003 y 2011, volver al poder provincial en 2015 y repetir en 2019. Sin sucesor a la vista y rota la histórica relación con su hermano, con quien se han turnado en el poder, Alberto Rodríguez Saá impulsó un proyecto para derogar las primarias locales y establecer un sistema similar a la ley de lemas. De ese modo, la apuesta podrían ser varias candidaturas oficialistas que acumulen votos y remplacen a una figura fuerte al tope de la boleta. En ese marco, la consolidación de la rectora de la Universidad Nacional de Comechingones deja abierta la posibilidad de dar continuidad política a su instalación en el ámbito universitario y prolongar la dinastía puntana en futuros comicios.
La UNLC es la tercera del territorio provincial, donde se sumó en 2014 a un listado que ya incluía a la Universidad Nacional de San Luis y a la Universidad Nacional de Villa Mercedes, y el último viernes en una asamblea con las representaciones de docentes, no docentes y estudiantes votó a Rodríguez Saá para el período 2022-2026.
La reelección de Rodríguez Saá estaba garantizada; pero no la continuidad en la vicerrectoría de Marcelo Amitrano, exdiputado provincial y concejal peronista que fue ministro de Educación provincial. Así ocurrió, la asamblea eligió para secundarla a otra mujer: Mariela Gabriel, exdirectora provincial de Estadísticas y Censos y secretaria administrativa de la UNLC.
La candidatura de Rodríguez Saá fue producto de acuerdos tejidos previamente cuando se votaron de manera directa, el pasado 25 de octubre, a quienes estarían al frente de consejerías superiores y representarían a los tres departamentos que conforman la universidad: Arquitectura, Cultura y Arte; Ciencias Ambientales y Producción; y Ciencias Ambientales y Gestión del Agua.
En esa elección votó un 90% de estudiantes y un 70% de docentes, que eligieron a Celeste Sosa, Estefanía Busto y Jorge Canta para el claustro de profesores, a Marcelo Alcaraz para referenciar a no docentes y a Dana Mahl como representante estudiantil. En esa elección hubo listas únicas: Unidad Fundacional en los claustros docentes y no docentes, y Unidad Estudiantil para quienes cursan en la sede universitaria de Villa de Merlo.
La composición de la asamblea electiva del viernes se completó con tres personas a cargo de las direcciones generales de los departamentos académicos, y la totalidad de quienes la integran le dio 15 votos positivos a Rodríguez Saá para seguir como rectora, e igual unanimidad hubo para proclamar a Gabriel como vicerrectora. Ambas iniciarán su mandato en febrero de 2023.
La UNLC tiene alrededor de 1000 estudiantes y fue un proyecto impulsado en 2014 en el Senado por Adolfo Rodríguez Saá y Liliana Negre de Alonso, en representación del oficialismo provincial en la Cámara alta, junto con Daniel Pérsico, del Frente para la Victoria. La iniciativa fue trabajada también junto al varias veces intendente de Merlo y referente del Movimiento de Integración y Desarrollo (MID) Julio Falco.
Rodríguez Saá tiene también una agenda fuerte en el bloque peronista del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), en el que actualmente es vicepresidenta de la comisión de Comunicación y Medios; además es de las participantes activas del Foro de Rectoras y Vicerrectoras que moviliza la agenda de género dentro de ese organismo.
La sanluiseña también supo construir en ese bloque peronista universitario una buena relación con el ministro de Educación, Jaime Perczyk, quien la asesoró con la puesta en marcha de la UNLC a partir de su experiencia como viceministro durante la gestión de Cristina Fernández y como rector de la Universidad Nacional de Hurlingham, creada también a fines de 2014.
Desde julio de este año, Rodríguez Saá es además representante del CIN en el Tribunal de Enjuiciamiento del Ministerio Público Fiscal de la Nación, lugar al que llegó designada por el presidente de ese organismo, el radical Enrique Mammarella.