ELECCIONES 2023

La tragedia de Traslasierra golpea al cordobesismo en el inicio de la campaña

Oscar González, titular del PJ provincial y parte de la mesa chica de Schiaretti, protagonizó un accidente y murió una mujer. Fue imputado. Efecto político.

CÓRDOBA (Corresponsalía) Tras protagonizar un accidente que se cobró la vida de una mujer y dejó a otras dos jóvenes gravemente heridas, el legislador Oscar González (Hacemos por Córdoba) solicitó licencia este martes en la Legislatura provincial hasta el 21 noviembre. El argumento que justifica el pedido tiene que ver con el proceso de recuperación que el presidente provisorio de la Unicameral cordobesa deberá afrontar tras el sinestro por el que ya fue imputado por homicidio culposo agravado y lesiones culposas agravadas. El hecho trágico, cuyas derivaciones judiciales recién comienzan, constituye un golpe al corazón del schiarettismo en el inicio de una campaña electoral a la que el propio gobernador Juan Schiaretti le dio el puntapié inicial el lunes último. Tercero en la línea de sucesión, el histórico dirigente peronista es aún el presidente del PJ e integra la mesa chica del cordobesismo, por lo que el impacto político del suceso todavía no puede sopesarse de manera cabal.

 

Luego de jornadas cargadas de tensión, en las que se sucedieron movilizaciones en la que familiares, amistades de las víctimas, referentes de fuerzas políticas y hasta organizaciones gremiales pidieron por el esclarecimiento del caso, el ojo apunta a la Legislatura provincial, que este miércoles se aprestaba a aprobar la licencia de González.

 

Con críticas al cordobesismo judicial, la oposición ya advirtió respecto a otros siniestros viales protagonizados por el mismo legislador en los últimos años. “También es importante que el poder Legislativo colabore con los requerimientos que la justicia pueda solicitarle si considera necesario. Los cordobeses y los familiares de la víctima por sobre todo, necesitan justicia”, dijo la UCR provincial en un comunicado al que luego se plegó todo el interbloque de Juntos por el Cambio.

 

El hecho, a su vez, descubrió una situación en la que también se pone la lupa sobre la discrecionalidad con la que la Justicia pone en custodia vehículos de alta gama a disposición de las figuras centrales de la política cordobesa. En el caso de González, además del coche que protagonizó el siniestro, el histórico referente cordobesista tenía a su disposición una Land Rover Feelander, un Audi A5 y una camioneta Amarok.

 

Según lo establece la ley, los vehículos que son secuestrados son puestos a disposición del Tribunal Superior de Justicia, pasados los 30 días. A partir de ese momento, el máximo órgano judicial provincial debe “entregarlo en depósito al organismo pertinente para su exclusiva afectación a una función o servicios públicos específicos”.

 

Más allá del pedido a la Justicia para que el caso se esclarezca y se investiguen las responsabilidades de quien acompañó como ministro las gestiones de José Manuel De la Sota y Schiaretti y hasta nuevo aviso no será removido de la mesa política de Hacemos por Córdoba, a la oposición no debería sorprenderle la situación que exhiben los garajes del actual titular del PJ cordobés. Orlando Arduh (UCR) y Darío Capitani (PRO), del bloque Córdoba Cambia, tienen a su cargo un Citroën C4 y un Audi A4; mientras que el titular de la bancada de Juntos UCR, Juan Jure, está habilitado para conducir un Nissan Sentra. Dardo Urrutia y Miguel “Piki” Majul son otros dos legisladores oficialistas a quienes les han sido asignados vehículos judicializados.  

 

Nadia Fernández, vicepresidenta primera de la Legislatura, quedará a cargo de la presidencia provisoria del cuerpo mientas se extienda la licencia de González. De la suerte del devenir judicial también dependerá el futuro del médico que fue jefe de Gabinete y ministro de Gobierno durante las gestiones de De la Sota y titular de la cartera de Salud en el primer gobierno de Schiaretti.

 

A pesar de ser un histórico del peronismo provincial, la división del PJ a nivel nacional en las elecciones de 2003 lo llevó a intentar apuntalar la candidatura presidencial de Carlos Menem con una boleta cordobesa que lo llevó como candidato a gobernador enfrentando a la fórmula De la Sota-Schiaretti, que lo venció con facilidad. En ese momento volvió a la banca que había obtenido en las elecciones de 2001 y se quedó en la Cámara de Diputados hasta 2005.

 

Ese fue su último paso por el escenario nacional, donde ya había protagonizado otras dos etapas en la Cámara baja y había llegado a ser secretario de Comunicaciones durante el primer gobierno de Menem, entre 1993 y 1996. Su sucesor fue Germán Kammerath, hombre de la Ucedé clave para la creación de Unión por Córdoba, el tetris cordobesista con el que De la Sota llevó al PJ cordobés al poder en 1999.

 

En las últimas semanas, el dirigente que ocupará la presidencia del partido hasta la asunción de Schiaretti en febrero del año próximo, generó un importante revuelo en la interna del oficialismo provincial cuando su entorno dejó trascender que el legislador estaría dispuesto a trabajar por la candidatura presidencial de Horacio Rodríguez Larreta en caso de que el plan nacional de Schiaretti termine naufragando.

 

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