LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) Luego de la presentación realizada por el ministro de Hacienda Pablo López, ingresó en la Legislatura el proyecto de presupuesto bonaerense 2023. El texto de la iniciativa indica que será central el peso que tendrá la obra pública en el reparto de fondos, aunque también se acentúa la inversión en las nuevas carteras, en comparación con los previsto para este año. Dos carteras clave obtienen una suba presupuestaria respecto de 2022: el Ministerio de Desarrollo, a cargo de Andrés Larroque, sube medio punto (pasa de 3,2% a 3,7% del total de los gastos proyectados); Seguridad, al mando de Sergio Berni, pasa de 8,4% a 8,7%.
La mayor porción de recursos irá para la Dirección General de Cultura y Educación, que mantiene el 26,5% del total. El Instituto de Previsión Social acapara poco más del 14%, a lo que se suma la Caja de Retiro de la Policía (2,7%).
La reducción más notable la sufre Salud, que pasa del 7,13% en 2022 a 6,53% el año próximo. No obstante, en el Ejecutivo dan cuenta de la “inversión extraordinaria por covid” hecha para reforzar el sistema sanitario, mientras que, para el año próximo, prevén un “reordenamiento de las prioridades en la Provincia, con inversiones que superan aquellas realizadas en prepandemia”. El presupuesto total destinado al área de salud en 2023 es de $540.470 millones, “38,6% superior a 2019 en términos reales”, destaca la gestión Kicillof para contrastar con el pasado vidalista.
El tijeretazo llega en materia de creación de nuevos cargos públicos. Mientras el presupuesto 2022 estimaba más de 25 mil -el grueso repartido entre Seguridad, con el ingreso de efectivos, y Educación (ATR)-, la proyección 2023 contempla la creación de 7 mil cargos para el Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB); por otro lado, 25 mil horas cátedra para el Ministerio de Seguridad, con destino a la formación de cadetes en institutos de formación policial.
En términos generales, el Ejecutivo bonaerense tiene previsto gastos corrientes por $6,3 billones. El grueso responde al personal ($2.8 billones), prestaciones de la seguridad social (más de $1.1 billones) y transferencias corrientes (casi 1.8 billones). Poco menos de la mitad de este último monto son transferencias automáticas a los municipios (coparticipación y descentralización de impuestos), mientras que se prevé destinar 981.864 millones a programas sociales como el SAE, subsidios a la energía, transporte, becas y el MESA bonaerense. El gasto en capital, en tanto, está previsto en $553.635 millones, aumentando 24,9% en términos reales respecto de 2022, llegando a representar el 8% del gasto total.
La reestructuración del organigrama bonaerense sobre el que avanzó Kicillof a principios de este año repercutió en las reasignaciones presupuestarias, atendiendo la existencia de tres nuevos ministerios (Hábitat, Transporte y Ambiente). Eso quedó plasmado en la gravitación del Ministerio de Infraestructura, que pasó de absorber el 6,2% del total presupuestado para 2022, al 3,1% para 2023. La gran mayoría de lo que falta allí aparece en la cartera de Transporte, que registra un peso de poco más de 3% sobre el total del presupuesto.
La cartera de Infraestructura tendrá un presupuesto para gasto de capital en 2023 de $185.585 millones. Entre las obras de agua potable y saneamiento más relevantes, aparecen obras de magnitud en La Plata y su región, en La Matanza y un acueducto en Bahía. En Salud, los más de 22 mil millones contemplan una inversión de poco más de 9 mil millones en construcción y puestas en valor de Centros de Atención Primaria. En Vialidad, destacan obras en la ruta 51
En Educación, el gasto en insumos, equipamiento e infraestructura alcanzará los $105.146 millones, un incremento de casi 50% respecto del año previo. Dentro del gasto no salarial, la inversión de capital alcanzará lo que la Provincia define como "un récord histórico" de $52.257 millones.