LA PLATA (Corresponsalía Buenos Aires) El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, está decido a darle volumen a su propia candidatura presidencial a partir de la incorporación de dirigentes de extracción justicialista a Juntos por el Cambio. Para eso, habilitó a un grupo reducido de incondicionales que no gobiernan sus distritos a que reorganicen una nueva edición de la peña peronista, la misma que a fines de julio de este año le generó numerosas tensiones internas con el expresidente Mauricio Macri. Para evitar que eso se repita, buscan incorporar al exsenador Miguel Ángel Pichetto como el garante de la depuración amarilla.
Con este objetivo, el líder del ala moderada dio su conformidad a que se reúnan para ponerle fecha y lugar al próximo encuentro del justicialismo inorgánico, que en un principio se iba a realizar el 17 de octubre el Día de la Lealtad. En una cena que se llevó adelante este jueves en el restaurante Estilo Campo, en Puerto Madero, se encontraron cuatro representantes alguna vez vinculados al histórico partido como Darío Kúbar, exintendente de General Rodríguez; Alberto Asseff, diputado de Juntos por el Cambio; Pablo Viñuales, en representación de su hermano Guillermo que fue jefe de Gabinete de Lomas de Zamora; y Florencia Casamiquela, excandidata a diputada del randazzismo; y otros tres exponentes del PRO como Pablo Alaniz, exconcejal de Florencio Varela y asesor de Larreta; Héctor Griffini, legislador local en Luján; y Federico Jakimowicz, exfuncionario en el Ministerio de Seguridad y marido de Florencia Arietto. Martiniano Molina, el exjefe comunal de Quilmes, también estuvo invitado pero no asistió porque está de viaje.
Todos los comensables que compartieron carnes y vino tinto trabajan de manera explícita en el proyecto de Larreta, y su candidato a gobernador, Diego Santilli, y por eso algunos de ellos no desconocen las fricciones internas que generaron después del encuentro en el Darling Tennis Club, de San Telmo.
En aquella oportunidad, el primer invitado especial del cónclave, el exgobernador de Salta Juan Manuel Utubey, propuso dejar a Macri en un margen para que no vuelva a tomar decisiones desde la Casa Rosada. Desde ese día, el ingeniero le hizo saber a su círculo más cercano y a los invitados que pasan por su oficina de la calle Libertador, en Olivos, que quiere limitar las incorporaciones a la alianza y concentrar los esfuerzos en el núcleo duro que lo acompaña.
Incluso, el expresidente cuestionó de manera explícita la peña y vetó a dos de sus organizadores: la exrandazzista Casamiquela y Pablo Paladino, un exintegrante del extinto mariottismo, a quien Macri recordó por haber estado involucrado en la causa judicial de Fútbol para Todos y sus viejos vínculos políticos con Aníbal Fernández. Todos los demás pasaron el primer filtro, es más, Viñuales fue invitado al lanzamiento de la escuela de gobierno que diseñó el PRO para formar a dirigentes sin tierra en el conurbano bonaerense.
Después de la cena en Puerto Madero, los impulsores del larretismo esperan amalgamar los intereses amarillos y los peronistas de manera menos traumática en la vida de la alianza que comparten. De ahí que esperan encontrarse la semana próxima con Pichetto, uno de los principales exponenentes del ala dura con buena relación con Macri, que podría oficiar de filtro de nuevas incorporaciones.
En el larretismo creen que sumar a estos actores es clave para ganar la elección nacional en 2023, sobre todo porque la mayoría son del conurbano bonaerense, región en la que el macrismo siempre tuvo enormes dificultades para persuadir al electorado. "La campaña que podamos hacer en nuestros distritos va a ser decisiva para ganar la Nación, la provincia de Buenos Aires, y garantizar la gobernabilidad, por eso no podemos andar con el dedo acusador todo el tiempo", remarcó a Letra P una fuente al tanto del diseño de la próxima peña, que asegura que se enmarca en la militancia que nace desde la reciente agrupación Estamos.
De hecho, Larreta participó este viernes por la mañana de la inauguración de la segunda casa Estamos en General Rodríguez. Durante su visita habló con la prensa y fue consultado por el modelo de país que proyecta Juntos por el Cambio en caso de ganar los comicios. "Necesitamos reconstruir un país del trabajo donde valga la pena el esfuerzo, el mérito, el progreso y la educación", afirmó y aprovechó para criticar la gestión del intendente Mauro García: "Es parte de un conurbano que está muy deteriorado. La preocupación por la inseguridad es creciente. Hay que hacer cambios integrales que requieren decisión política más un plan, pero el narcotráfico se puede vencer. Las bandas de narcos tienen que estar presos".