El contundente triunfo de Clara García sobre Rubén Giustiniani le permitió al socialismo encontrar algo más que oxígeno en la disputa interna dentro del Frente Amplio Progresista (FAP). Aunque muy lejos de la pelea con Juntos por el Cambio (JxC) y el Frente de Todos (FDT), el espacio que dejó huérfano Miguel Lifschitz tuvo un claro ganador en la elección nacional, con una candidata que duplicó al hombre que había sido impulsado por el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
García, actual diputada provincial, fue de las primeras en acaparar la atención de las cámaras cuando tras la difusión de las clásicas mesas testigo del partido de la rosa expresó que su sector había ganado “ampliamente” la interna. Con el 97% de las mesas escrutadas, la ahora candidata al Senado obtenía 124 mil votos, mientras que su rival apenas llegaba a los 59 mil.
En el búnker del socialismo celebraron haber impuesto en tiempo récord una figura que ganó cómodamente la disputa: "Que nadie nos dé por muertos", se dijo en las mesas de La Usina Social, desde donde se animaron a posicionar a la ahora candidata a senadora para disputar la provincia en 2023, una empresa que asoma por demás de compleja en función de los resultados de la PASO.
«Que nadie nos dé por muertos»
"Sufrimos un duro golpe, una enorme ausencia y una gran injusticia que nos obligó a empezar de nuevo como a cientos de miles de personas que en la provincia sufrieron alguna pérdida por la pandemia”, reflexionó emocionada García, esposa del fallecidoLifschitz.
La victoria en la categoría senadores también se repitió en Diputados: allí la exintendenta de Rosario Mónica Fein se impuso con claridad ante el diputado provincial Fabian Palo Oliver. De no mediar sorpresas, el socialismo sumará una banca en la Cámara baja (en 2019 ubicó allí a su secretario general Enrique Estevez).
El triunfo ante la lista impulsada por Javkin no parece menor para una fuerza que desde la repentina muerte de su líder se encontraba en un punto límite. Sin nombres de peso, había perdido rápidamente aliados y corría el riesgo de quedar eclipsada por el avance del intendente rosarino. "Estábamos en descenso directo y pasamos a la promoción", se escuchó decir a última hora del domingo.
En las huestes de Javkin, en tanto, prácticamente no se habló de la disputa nacional. Desde temprano, en el primer piso del hotel Ros Tower la atención de sus referentes estaba focalizada en el comicio local. El intendente de Rosario ya había confesado a gran parte de su entorno que la batalla a nivel provincial estaba prácticamente perdida y amén de algunas incursiones en la capital provincial, se concentró en el pago chico.
El único que pronunció palabras al respecto fue Giustiniani, quien a minutos de que el socialismo difundiera sus números salió a reconocer la derrota. “En primer lugar desde Preparados para Santa Fe queremos saludar a Clara García y a Mónica Fein, que se han impuesto en esta primera elección dentro del Frente Amplio Progresista", señaló, para luego plantear que “haber sumado nosotros en este nueva etapa del Frente nos da una gran satisfacción, y afirmamos que a partir de mañana trabajaremos todos juntos para que el Frente Amplio Progresista sea una verdadera alternativa en noviembre".
Según pudo recoger Letra P de ambos búnkers, hay voluntad de trabajar juntos de cara a las generales, aunque más por necesidad que por convicción. Hasta bien entrada la noche del domingo, los principales referentes prácticamente no se habían cruzado llamadas telefónicas para transmitir los clásicos mensajes post elecciones. Hay mucha desconfianza mutua, más allá de compartir objetivos comunes.