Ciro Seisas dejó el periodismo, el prime time de Canal 3 de Rosario, para confesarle al intendente Pablo Javkin que quería entrar a la política. Después de un breve paso por la gestión, se convirtió en el precandidato a concejal del oficialismo, el partido CREO, que enfrenta su primera elección al frente del Palacio de los Leones. En diálogo con Letra P, Seisas le pega parejo al socialismo, al que “siempre le costó darle lugar” a otros espacios del progresismo santafesino. Para el periodista, Javkin “está llamado a ser el próximo Miguel Lifschitz ”.
-¿Cómo surgió la posibilidad de dejar el periodismo y entrar a la política?
-Fue una decisión meditada, se mezclaron varias cosas, personales y de coyuntura. En el aspecto personal, pasaron dos puntos de inflexión, uno muy grande, cuando en el manejo de la pandemia, Pablo tomó el megáfono y se puso delante de un grupo de personas para ordenarlas. Hablé mucho con él ese día, me impactó mucho, me gustó que haya sido así. Lo que me parecía es que el que estaba ahí era más Pablo que el intendente de Rosario. Tiene ese estilo cercano, ´Pablito´, a mí eso me seduce de un político, me conquista, el compromiso y el poner la cara. Me quedé con esa idea y dije ´este es un espacio político diferente a otros´. Y en mi etapa como periodista venía sintiendo que era un ciclo que tranquilamente se podía dar por concluido y que había un desafío de involucrarse directamente. Lo llamé a Pablo para tomar un café, y cuando nos juntamos, le dije que me quería meter desde algún lugar que sea útil, porque se pueden hacer más cosas y se está deteriorando todo a una velocidad cada vez más rápida.
-¿Su interés por meterse en política es inseparable de la existencia de Javkin?
-Sí, completamente inseparable, si no hubiese estado Pablo no me hubiese animado. Necesitaba confiar en el grupo de personas, los conozco a todos, sé cómo viven, dónde viven, los autos que manejan, mucha gente que dejó la actividad privada y les iba bien. Sintieron que tenían que involucrarse, lo mismo que sentí yo, y todos eran muy conocidos o personas de confianza de Pablo.
-¿Por qué tantos outsiders en Rosario?
-Yo me fui antes de la campaña, bastante, y no sabía lo que iba a hacer el resto. De lo de Miguel (Tessandori) ya había escuchado muchas veces que le habían ofrecido, a mí me habían venido a ofrecer de otros espacios, fui al único que no me ofreció nada, al que fui porque quise. Pero no sé el resto de las motivaciones de los outsiders de la política. Yo lo que no quería es que digan ´este es un paracaidista de la política´, yo me fui antes y trabajé en la gestión un par de meses antes de la campaña. No sé los demás, pero todos dicen lo mismo ´acepté la candidatura, me vinieron a buscar´. En mi caso fue al revés, fui a buscar esto y fui a buscarlo antes.
-Compite contra dos listas del socialismo. ¿Son sus mayores rivales?
-Son rivales absolutamente calificados, capacitados por su experiencia, ambos estuvieron en gestión y en puestos legislativos, conocen el terreno desde la práctica. Esta elección va a terminar arrojando un resultado de síntesis entre esas expresiones y la que nosotros proponemos.
-¿Será difícil ordenar la interna después del 12 de septiembre?
-Ojalá que no, no lo sé, en el grupo de trabajo en el que estoy participando activamente no se está hablando de eso, se está hablando de hacer una gran elección para que el día siguiente, cuando haya que pensar en cómo se van a rearmar las listas, se haga en el marco del acuerdo que existe. De todas maneras, hemos visto los últimos años que en el Concejo no siempre funciona de esa manera y que cada bloque y cada concejal tiene su propia opinión, lo cual es absolutamente válido, pero cuando estamos hablando de proyectos y modelos de ciudad el consenso está ausente y hay que luchar un poco más los temas.
-¿Qué lectura tiene del socialismo como partido que lideró el Frente Progresista?
-Empezó gobernando la ciudad, terminó conformando un frente con el Frente Progresista Cívico social, (Hermes) Binner fue el gran responsable de esa visión de apertura, pero en los últimos años terminaron produciéndose divisiones y reducciones, y lo que terminó gobernando la ciudad fue una mesa bastante chica de personas y el partido, y no el Frente. Ahora es diferente, la gestión es otra.
-¿Y al socialismo le cuesta darle ese lugar a Javkin?
-Al socialismo siempre le costó darle lugar a otros representantes dentro del Frente, sino tenés que observar simplemente lo que pasó con las elecciones a gobernador. Gobernaron la provincia 12 años y los tres gobernadores vinieron de socialismo, se hablaba de una alternancia y nunca pasó. Pablo tuvo que competir en interna con Verónica Irizar y ganarle, no se logró leer que había un modelo de gobierno que había hecho muchísimo por Rosario, pero que tal vez se había agotado la propuesta en sí mismo y necesitaba un recambio. Eso se da cuando Pablo gana en las urnas, no por acuerdo.
-En la elección a senador se enfrentan una lista que conduce políticamente Javkin versus el post Lifschitz. ¿Define qué sector conduce el Frente?
-Es una pregunta difícil, hay que analizarla territorialmente también. La ciudad más importante que tiene la provincia de Santa Fe, que es Rosario, tiene un sesgo indefectiblemente de liderazgo político, en lo que es el Frente Progresista al menos. Gane quien gane en en esa categoría, el liderazgo regional de Pablo va a ser muy fuerte, Pablo está llamado a ser el próximo Miguel Lifschitz, pasa por ahí lo que lo que va a ocurrir. Clara (García) es una rival absolutamente enorme, la presencia de la exintendenta Mónica Fein también supone lo mismo, son rivales que realmente conocen el terreno. La ausencia de Lifschitz, que iba a ser candidato a senador en acuerdo con Pablo, habla de las claras de una sucesión, de un liderazgo a otro, apresurado todo por la rápida y triste partida de Lifschitz.
-¿Qué evaluación hace del gobierno de Omar Perotti?
-Atraviesa una dificultad grande por lo que ha dejado la pandemia, con los flancos más difíciles de subsanar abiertos, como son la seguridad, la economía y la educación, y eso se va a terminar lamentablemente pagando más adelante. Además, lamentablemente lo tenés al gobernador participando de una lista como legislador suplente y eso en lugar de aclararle los tantos al ciudadano no ha de caerle nada bien. Como a casi todos los Ejecutivos, no le sobra nada, entonces es hacer una de más, atendiendo más al juego interno que a las demandas de la sociedad. Es un gobierno que no sale como está saliendo Pablo de esta situación.