Los gremios docentes de Santa Fe decidieron romper la paz salarial que habían logrado con el gobernador Omar Perotti, y pidieron reabrir paritarias por adelantado ante la inflación creciente. Si bien no se evalúan medidas de fuerza a corto plazo debido al reciente comienzo del receso escolar, la Asociación de Magisterio de Santa Fe (AMSAFE), representante de los docentes públicos, y Sadop, de instituciones privadas, le anticipan un conflicto de espesor al rafaelino que volverá a agitar un vínculo de por sí tirante.
También le plantan un dilema al gobernador justicialista en su relación con el gobierno nacional, cuyos funcionarios promueven reaperturas de paritarias para frenar la inflación que tritura el consumo a poco de las elecciones. Incluso el Gobierno ha validado incrementos del 43% y el 45% logrados, respectivamente, por bancarios y camioneros, lejos del tope del 32% inicial.
A fines de marzo, los gremios y el gobierno provincial acordaron un 35% de incremento de los haberes en tres partes: un 18% en marzo; un 8% en junio y un 9% en septiembre. Además, se estableció una cláusula de revisión para octubre. Pero la inflación desde entonces se colocó por encima del 3% mensual y se empezó a licuar el incremento.
Según explicó a Letra P el titular de Sadop, Martín Lucero, los gremios piensan que el acuerdo del 35% quedará abajo por diez puntos al referenciarse en los pronósticos privados de un cierre de año con una inflación del 42%, un número que hasta funcionarios del Gobierno reconocen por lo bajo.
Esta semana Sadop tiró la primera piedra con la presentación de un comunicado donde solicitó el adelanto a agosto de los aumentos programados para el mes de septiembre y rever la política salarial. Sonia Alesso, secretaria general de Amsafe, gremio de mayor peso por ser el que representa a los docentes públicos, confirmó a Letra P que pedirán la reapertura paritaria, pero recién la semana que viene moverán la artillería con un comunicado.
Sonó llamativo que el avance gremial se impulsara los primeros días de las vacaciones de invierno, pero tiene su lógica y cálculo. En primer lugar porque el receso desecha toda eventual acusación de que las intenciones gremiales van detrás de querer embarrar la situación una vez que se retomen las clases, cuestión que resultó conflictiva por la discusión de presencialidad.
Pero plantar el reclamo desde ahora también les sirve para acelerar la discusión. Entienden que si lo plantean en septiembre, el gobierno provincial estirará la discusión a octubre, fecha que se acordó la revisión paritaria. Siguiendo la secuencia, si discuten en octubre cerrarán el acuerdo en noviembre y recién cobrarán un eventual nuevo aumento en diciembre.
Pero, de entrada, la Provincia salió a negar el reclamo. “La discusión paritaria se abrirá cuando llegue el momento. Es decir, una vez que se liquide el aumento de septiembre. Recién allí nos sentaremos a discutir sobre estas dos variables que nos comprometimos a seguir, la inflación y el incremento salarial pactado”, afirmó el ministro de Trabajo de la Santa Fe, Juan Manuel Pusineri a LT8.
Esto es el inicio de un conflicto en puerta de una relación mala. Los gremios tienen muchas rispideces con la ministra de Educación, Adriana Cantero, por los modos de gestionar y comunicar. Pero la falta de feeling comenzó en marzo de 2020 cuando estaban por firmar la paritaria y Perotti frenó el gancho porque tenía información calificada de que el Gobierno daría comienzo a la cuarentena de la pandemia. Hubo acusaciones de una maniobra para hacer caja.