Si bien la organización de la campaña electoral todavía está verde y hay quejas en el territorio por falta de instrucciones claras para las tropas, ansiosas por salir a la cancha, el Frente de Todos comienza a esbozar las primeras definiciones para la pelea electoral en la provincia de Buenos Aires, corazón del mapa electoral. El oficialismo buscará bajar el nivel de ruido evitando el cruce de pirotecnia con la oposición y se concentrará en destacar logros propios, principalmente la aceleración de la campaña de vacunación y las señales de recuperación económica. Además, piensa en una campaña nacionalizada, con foco en la defensa del modelo que gestionan los gobiernos nacional y provincial.
“No tenemos que caer más en las provocaciones” de la dirigencia opositora, le dice a Letra P uno de los miembros de los equipos de comunicación del Frente de Todos, en referencia a las críticas de Juntos por el Cambio. “Si nos enganchamos en esas discusiones, perdemos”, insiste y ejemplifica con la batalla por las vacunas. Sostiene que, ante la llegada masiva de dosis, a la oposición se le hace cada vez más difícil insistir con que “no hay vacunas”. “No hay que contestarles más y exponerlos ante la realidad, vacunando y mostrando los logros a los que vamos llegando”.
Un dirigente del peronismo bonaerense con llegada a la gobernación marca la misma línea. “Somos muchos los que venimos sosteniendo hace un tiempo que hay que bajar los decibeles, porque la gente está harta y no podemos insistir en la confrontación”, explica y agrega que “lo más importante para esta elección es volver a conectar con la gente, que está cansada y preocupada, y mostrar lo que estamos haciendo”.
En el Frente de Todos coinciden en otro punto: será una campaña nacionalizada. Dirigentes territoriales consultados por Letra P analizan que el debate público va a concentrarse en el modelo de país y de provincia. “La gente va a elegir un proyecto, va a decir si quiere un Estado presente que la cuide o no, un gobierno que tome medidas que le cuide el bolsillo o uno que aumente las tarifas un 4.000%; a eso hay que apuntar”, señala un funcionario del gabinete provincial. En la misma línea lo analizan en el territorio. “La campaña local no va a ser tan importante. La gente no va a mirar una obra más, una obra menos. Va a acompañar o no el proyecto político, ahí va a estar centrada la mirada”, afirma una concejala del sur del conurbano.
Reclamos desde el llano
Sin embrago, pese a estas incipientes definiciones conceptuales sobre la campaña que se viene, en la coalición gobernante hay quejas por la falta de conexión entre las primeras y las segundas líneas. De las reuniones de la denominada mesa de los lunes que se celebran en La Plata, encabezadas por Axel Kicillof, Máximo Kirchner y Sergio Massa, no baja por ahora la línea que espera la dirigencia de los distritos. “De esa mesa ni de ninguna otra”, reprocha un dirigente platense. “Nadie sabe bien qué hacer, para dónde vamos o cómo van a organizarse las mesas de cierre de listas y de campaña”, afirma otro.
Como contó Letra P, hay quejas varias sobre la falta de representatividad de ese foro semanal de rosca y discusión política.
En esa línea se manifestó, en diálogo con este medio, el intendente de Hurlingham, Juan Zabaleta. "Estamos esperando una mesa política que integre a todos en la provincia", advirtió. Sin embargo, el propio Kicillof salió en defensa de los encuentros. “En La Plata pasan cosas importantes y lo bueno es que la capital de la provincia volvió a tener centralidad”, celebró.
Si bien hay en todo el territorio bonaerense pequeñas instancias de rosca y discusión política, aún no se conformaron las mesas seccionales de cierre de listas y de campaña ni las que se ocuparán de la logística y la comunicación. Recién se pondrían en funcionamiento en los próximos 15 días. Desde las cúpulas buscan bajar la ansiedad con el almanaque en la mano: “Faltan más de cuarenta días para el cierre de listas y más de tres meses para la elección; no hay que volverse locos”.