TRANSPORTE

En tu cara, Metrobus: proyectan miniestaciones de colectivos en el Conurbano

La Nación las instalará cada diez cuadras en zonas vulnerables del AMBA. Enclave local, con policía, comercios, baños y wifi. Reabren la terminal Retiro.

Su sigla -MIBA- lleva a pensar en una nueva maca de galletitas, pero se trata de una iniciativa que apunta a mejorar la infraestructura y las condiciones de seguridad para los usuarios de los colectivos en el Gran Buenos Aires. El proyecto se denomina “Micro Estaciones Barriales” para el autotransporte metropolitano de pasajeros y fue oficializado por medio de la resolución número 7 de la Secretaría de Planificación de Transporte que conduce Gastón Jacques, uno de los hombres ligados a Hugo Moyano que integra la primera línea del ministerio a cargo de Alexis Guerrera.

 

La elaboración del proyecto había arrancado a mediados del año pasado impulsado por el exministro Mario Meoni. Por el avance del coronavirus y la emergencia sanitaria y económica, su aprobación definitiva se fue retrasando hasta la semana pasada, cuando salió a la luz en el Boletín Oficial.

 

A partir de ahora, las “mini estaciones barriales” deberán ser incluidas en los planes de obras de transporte que lleve adelante el gobierno nacional en los partidos del Conurbano que registran los índices de vulnerabilidad social más pronunciados.

 

El eje central del proyecto consiste en la construcción de unidades modulares de pequeña escala en avenidas, plazas y calles principales del AMBA que funcionarán como una estructura intermedia entre las paradas comunes de colectivos y las terminales o centros zonales de transferencia.

 

Las nuevas estaciones small se montarán cada 10 cuadras y contarán con una oficina policial mínima para atender denuncias, custodiar los alrededores y evitar actos vandálicos contra las cámaras de video vigilancia de la zona.

 

Según los técnicos que diseñaron el proyecto, junto con la presencia policial, las MIBAs ofrecerán a los usuarios un especio semicerrado, asientos para la espera de colectivos, sanitarios, wifi gratuito, máquinas para recargar la SUBE y pequeños locales comerciales, en los lugares donde sea posible.

 

Agregan también que, al estar abiertas en forma permanente, las microestaciones “permitirán el desarrollo comercial y social en las inmediaciones y serán un punto de referencia para usuarios y vecinos que enfrenten casos de inseguridad y necesiten otra tipo de asistencia”.

 

La visión teórica del proyecto señala que los objetivos esenciales se focalizan en “la descentralización administrativa y de servicios, la generación de nuevas centralidades de los movimientos comerciales, el impulso de áreas relegadas, la concentración de múltiples respuestas públicas en un solo ámbito y una optimización en el uso de los recursos estatales”.

 

Las mini estaciones serán montadas con unidades fijas de similares dimensiones a los contenedores marítimos. Al igual que los hospitales modulares de emergencia que construyó el año pasado el ministerio de Obras Públicas de Gabriel Katopodis, las MIBAs se armarán con estructuras metálicas de acero galvanizado laminadas en frío y paredes conformadas con diversas capas de materiales como lana de vidrio, poliestireno expandido y yeso. Como mínimo, contarán con una unidad modular y, en función de la superficie disponible en cada sitio, podrán sumarse más bloques similares.

 

La intención inicial de los funcionarios de Transporte es llevar las microestaciones a los partidos del Conurbano que tengan fuertes carencias de infraestructura y un número elevado de casos de inseguridad ciudadana. Para definir esos emplazamientos se prevé utilizar el “índice de vulnerabilidad social” que toma en cuenta, entre otros indicadores, las situaciones demográficas, sanitarias y educativas; condiciones habitacionales; acceso a servicios básicos, la desocupación y las estructuras familiares.

 

El estudio de Transporte que fue anexado al proyecto identificó a los partidos Malvinas Argentinas y José C. Paz como los más vulnerables y los primeros en la lista para debutar con la apertura de las MIBAs. La apuesta oficial es poder mostrar antes de las elecciones un par de miniestaciones habilitadas. Puertas adentro de Transporte, no obstante, reconocen que están muy justos con los tiempos y lo más probable es que haya que esperar hasta el segundo trimestre de 2022 para ver la primera tanda en funcionamiento.

 

Retiro vuelve

Tras tres meses de disputa con la administración porteña de Horacio Rodríguez Larreta, el ministerio de Transporte tiene todo listo para reabrir la terminal de ómnibus de larga distancia de Retiro.

 

Por las restricciones de circulación que impuso la pandemia, los servicios de larga distancia estuvieron totalmente paralizados desde el 19 de marzo de 2020 hasta noviembre pasado. Cuando se reanudaron los viajes, el Gobierno de la Ciudad resolvió autorizar solo un 20% de los servicios habituales, los cuales pasaron a operar desde la terminal Dellepiane, ubicada en Villa Soldati.

 

Durante los meses en los que no hubo servicios, la Nación le impuso al concesionario de Retiro la ejecución de una serie de obras prioritarias que concluyeron en los primeros días de marzo. En ese momento, la cartera de Transporte quiso rehabilitar la terminal, pero chocó con la negativa del gobierno local que, argumentando "razones epidemiológicas y riesgo sanitario" para los pasajeros y habitantes de la Villa 31, decidió bloquear transitoriamente el uso de Retiro.

 

Ante una nueva ofensiva de Transporte, en la última semana la Ciudad cambió de opinión e informó que ya no aplica cupos para la llegada y salida de los ómnibus interurbanos y que no hay motivos para mantener suspendida la actividad en la terminal, que ahora volverá a operar con menos del 15% de los servicios que tenía en 2019.

 

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