Sergio Siciliano

"En el ecosistema opositor necesitás halcones, palomas y gallinas"

El diputado bonaerense PRO milita la unidad en JxC. Autocrítica, elogios a funcionarios K y el problema de la horizontalidad.

Sergio Siciliano es diputado bonaerense de Juntos por el Cambio. Fue subsecretario de Educación en la gestión anterior de la provincia de Buenos Aires y uno de los fundadores de la extinta agrupación La Generación, semillero del macrismo en tiempos en que el PRO sólo gobernaba la Ciudad de Buenos Aires. La pelea por los lugares en las listas no le toca de lleno porque su mandato vence recién en diciembre de 2023, pero se mete en la discusión interna de los liderazgos en su espacio y las posibles postulaciones para las próximas elecciones. Dice que no tener una conducción única "por momentos es un problema, pero finalmente es un valor", y posiciona en la disputa provincial al intendente Jorge Macri  y al vicejefe de Gobierno porteño, Diego Santilli, y no descarta a la exgobernadora  María Eugenia Vidal, que avisó en varias oportunidades que su futuro político posiblemente esté en la capital federal.

 

Además, el dirigente de la Quinta sección electoral se refirió a la aceleración de la campaña de vacunación y el regreso a la presencialidad educativa en numerosos distritos. "La llegada de vacunas es muy positiva, pero la presencialidad hoy es relativa", matizó. También, apuntó contra el oficialismo por una aparente falta de diálogo, aunque separó a los ministros de Julio Alak (Justicia) y Agustín Simone (Infraestructura) y a la ministra Mara Ruiz Malec (Trabajo). No opinó lo mismo del área que preside Agustina Vila (Educación). "Es prácticamente inexistente la palabra diálogo; la han eliminado del diccionario", criticó.

 

–Regresó la presencialidad y se aceleró la vacunación, puntos que reclamaban. ¿Están conformes?

 

–La llegada de vacunas es muy positiva y una gran noticia, pese a que todavía hay incertidumbre porque muchos bonaerenses no tienen su segunda dosis, mientras que la presencialidad hoy es relativa, porque, si bien el conurbano tiene nuevamente ese contacto que necesitaba con la escuela, no sucede lo mismo en el interior. Se usó un criterio muy extraño. 

 

–¿No responde a la nueva modalidad de fases?

 

–Cambiaron los números con los que tomaban las proporciones. Hay que verlo con sentido común. ¿Es más riesgoso dar clases presenciales en Pinamar o Ayacucho que en La Matanza? Pareciera que no.

 

–¿Están dadas las condiciones para el regreso de la presencialidad en todos lados?

 

–No hay margen para que no haya presencialidad en Argentina. Hemos tirado demasiado de la cuerda y el límite ya se superó. Eso fue reconocido ahora en los distritos del conurbano tal como lo veníamos diciendo. A futuro, habrá que ver en cada escuela cómo se regresa.

 

–¿Propone una apertura total?

 

–Es un trabajo mancomunado entre el gobierno provincial y los intendentes, porque en cada distritos hay realidades distintas y por eso hay que seguir charlando respecto a este tema.

 

–¿Cómo observa la gestión del gobernador?

 

–Hay muchas cosas, como vacunación y educación en su momento, en las que no estamos de acuerdo y no encontramos espacios para hacer un aporte más allá de la crítica. Es un rol que, como opositores, queremos tener, pero no hay diálogo para eso.

 

–¿Destaca a algún integrante del gabinete de Kicillof?

 

-Hemos tenido un muy buen diálogo con el ministro Alak, que me parece un caballero y siempre que ha venido a la Comisión ha sido muy buena su exposición. Lo mismo Simone y Ruiz Malec, con quien tenemos buen diálogo. En educación es prácticamente inexistente la palabra diálogo; la han eliminado del diccionario.

 

–¿La crítica es hacia la ministra Vila?

 

–No es personalizada en la ministra, sino en su equipo, porque muchas veces ella puede tener un millón de responsabilidades y cosas para hacer. Su equipo es raro, no tiene diálogo con nosotros, pero tampoco con sus propios diputados.

 

–¿Qué opina de los sectores más duros de la oposición, como los que representa Patricia Bullrich?

 

–En el ecosistema opositor necesitamos halcones, palomas y gallinas. Son estilos que cada uno tiene.

 

–¿Eso puede dificultar el diálogo con el oficialismo?

 

–No tiene que ver con Patricia, que de hecho no es una dirigente de la provincia, más allá de que es una política de toda la cancha, que entiende el juego y se ha ganado la legitimidad que tiene.

 

-Cuando fueron gobierno tuvieron serias dificultades en educación, con numerosos paros y cierre de escuelas. ¿Hacen una autocrítica?

 

–Sí, tenemos la obligación de hacer una autocrítica y, de hecho, somos el único espacio que lo hace. El propio expresidente Mauricio Macri fue el primero en hacerlo, mientras que el kirchnerismo se fue de la provincia en 2015 y jamás la hizo. 

 

–¿En qué temas fallaron?

 

–Vos mencionaste dos de los puntos, producto del diálogo que no pudimos entablar con los docentes, pero hacia adelante vamos a trabajar en base a propuestas nuevas para conectarnos nuevamente con ese sector y con la población.

 

–¿Cuál debería ser la estrategia electoral de Juntos por el Cambio?

 

–Tratar de volver a representar la agenda de los bonaerenses. Muchas veces, lo que sucede en la cúpula política, en las redes sociales o en el propio recinto legislativo está alejado de lo que le está pasando a la gente.

 

–Larreta quiere una amplia interna en la provincia. ¿Coincide?

 

–No, a mí me gustan los acuerdos, pero entiendo que, si no llegamos a un consenso, una interna es la opción más sana, democrática y transparente.

 

–¿Incluiría a sectores como los de Javier Milei o del peronismo?

 

–No milito para (José Luis) Espert y no coincido en nada con él. Tal vez con algún peronista pueda tener más coincidencias, pero es una definición que deberán tomar quienes conducen el partido.

 

–¿Quién debe encabezar la lista para la Cámara de Diputados de la Nación por la provincia?

 

–Hay varios con posibilidades de hacerlo: Jorge Macri con la propuesta de los intendentes, Diego Santilli e incluso a María Eugenia, que todavía no dijo que no va a ser candidata en la provincia. Tenemos roces y discusiones, que espero que se resuelvan pronto. Hoy, tener más de un candidato también es interesante.

 

–¿Es un problema la falta de un liderazgo único?

 

–Por momentos es un problema, pero finalmente es un valor. En el Frente de Todos pasa lo mismo: si se saben coordinar las distintas ideas, dirigentes y espacios es una fortaleza. Nosotros podemos hacer lo mismo. 

 

Victoria Villarruel, vicepresidenta de la Nación.
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