El proyecto de ley que establece un semáforo epidemiológico para aplicar restricciones en todo el país ya transita su cuenta regresiva. Llegará al recinto del Senado la semana que viene. El reloj también corre para la Cámara de Diputados, donde el oficialismo no cuenta con los votos suficientes para transformarlo en ley. Una de las incógnitas gira en torno a la posición final que tome el lavagnismo que impulsa discretamente la firma de un pacto federal sanitario con todos los gobernadores. La idea, según reconstruyó este portal, cuenta con el aval del excandidato presidencial Roberto Lavagna y suma el respaldo de algunos gobernadores que ya comenzaron a mover sus fichas en el mismo sentido.
La propuesta busca darle un marco político al proyecto de ley que este miércoles fue debatido en las comisiones de Salud y Asuntos Constitucionales del Senado, donde el oficialismo ya le dio dictamen de mayoría para que sea tratado la semana que viene en el recinto. En el interbloque lavagnista, donde conviven cuatro bloques, la primera reacción fue el rechazo ante la delegación de facultades de las provincias a favor del Ejecutivo Nacional. En el bloque Consenso Federal, que preside el diputado bonaerense Alejandro "Topo" Rodríguez, están convencidos de que falta un marco político para una iniciativa de semejante importancia.
Tal como anticipó Letra P, en ese espacio aseguran que el debate sobre facultades delegadas se puede resolver en forma política con la firma de un acuerdo, similar al Pacto Fiscal, donde los 22 gobernadores y las dos gobernadoras acuerden establecer distintas pautas sanitarias impulsadas por el Ejecutivo. Esa alternativa sacaría del medio el debate sobre la constitucionalidad del proyecto y le permitiría al oficialismo sortear la negativa cerrada de Juntos por el Cambio al respecto.
La idea también sobrevuela en los despachos de otros antiguos aliados del exministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner. Es el caso del gobernador jujeño, Gerardo Morales, uno de los tres caciques provinciales que tiene el radicalismo. Ante las consultas de Letra P, cerca del mandatario confiaron que "si se aprueba esta ley, después la tienen que aprobar en cada provincia y buscar una adecuación". En la misma línea, el senador radical jujeño y titular de la Comisión de Salud Mario Fiad dijo este miércoles que la norma "se podría llegar a salvar en lo constitucional si fuera de adhesión y no de orden público”.
Ese giro hasta ahora no fue incluido en el dictamen de mayoría que fue firmado ayer en el Senado. El plan de trabajo del oficialismo en la Cámara alta apunta a aprobarlo la semana que viene, pero la titular de la comisión de Asuntos Constitucionales, María de los Ángeles Sacnun, dijo que estudian introducirle cambios en el recinto. El DNU que establece las restricciones vigentes para reducir los contagios de coronavirus vence el 21 de mayo. Los tiempos y los votos no le alcanzan al oficialismo para transformar en ley el proyecto y eso abre las posibilidades de que el presidente Alberto Fernández firme un nuevo DNU hasta que prospere la negociación.
Podría ser aceitado con un acuerdo político que derive en una foto de Fernández con todos los mandatarios provinciales. La iniciativa fue lanzada por Rodríguez con el aval de Lavagna y ante las consultas de este portal, en ese espacio definieron que "Morales es un amigo". Los elogios fueron para ponderar las correcciones mencionadas por los emisarios del gobernador jujeño y excandidato a vicepresidente de Lavagna en 2007 bajo el signo de Concertación para Una Nación Avanzada (UNA). El mandatario radical ahora construye su precandidatura presidencial para 2023 y este jueves pasó por Buenos Aires. Se reunió con el presidente de la Cámara baja, Sergio Massa. El vicegobernador de Morales es Carlos Haquim, extitular de la Defensoría del Pueblo de la Nación, representante del Frente Renovador en esa provincia y uno de los enlaces políticos entre ambos.
El bloque lavagnista, integrado por Rodríguez, Graciela Camaño y Jorge Sarghini, se niega a acompañar el texto de restricciones sanitarias y este jueves sumó a los cuatro diputados y diputadas de Córdoba Federal en la misma posición. Su jefe político, el gobernador Juan Schiaretti, también estaría de acuerdo con el pacto federal sanitario y también tiene un excelente vínculo con Lavagna.
Sin esos siete votos del interbloque, las exploraciones del oficialismo ahora están concentradas en el bloque Justicialista, integrado por Eduardo Bucca y Andrés Zottos, y en los dos escaños santafesinos de la centroizquierda: Enrique Estévez del Partido Socialista y Luis Contigiani del Frente Progresista Cívico y Social. Todavía no hay precisiones de esas cuatro voluntades pero su peso aumenta ante la negativa anticipada de otros aliados esquivos del oficialismo, como la neuquina Alma Sapag, que ocupa una banca del Movimiento Popular Neuquino y el rionegrino Luis Di Giacomo del monobloque Juntos Somos Rio Negro, que forma parte del interbloque Unidad y Equidad para el desarrollo. Ese espacio es presidido por el mendocino José Luis Ramón, que impulsa apoyar la propuesta del oficialismo.