Justicia y género

De la agobiada Losardo al aliado Soria

Las declaraciones públicas del nuevo ministro generan expectativa en los feminismos, que esperan que los gestos se transforman en acciones.

La ilusión para algunas feministas en el Gobierno era que la reemplazante de Marcela Losardo al frente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos fuera la abogada Marisa Herrera, conocida por su militancia verde y su activismo en el movimiento de mujeres. Pero el sucesor fue el abogado rionegrino Martín Soria. La desilusión de los primeros momentos tornó esperanza cuando una suma de gestos en las primeras horas a cargo de la cartera permitió ver en Soria un posible aliado y, seguro, un funcionario más activo que la nueva embajadora ante la Unesco.

 

De hecho, la primera actividad pública del flamante ministro, dos días después de su designación, fue la participación en un conversatorio sobre perspectiva de género en el Poder Judicial, junto con la ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad, Elizabeth Gómez Alcorta, con el presidente del Consejo de la Magistratura, Diego Molea, y con la diputada y consejera Vanesa Siley.

 

Desde el ministerio de Gómez Alcorta le habían cursado una invitación de rigor, sin demasiadas expectativas y se sorprendieron gratamente cuando no sólo quiso participar, sino que sumó el sello de su ministerio a las piezas de difusión del conversatorio. Dos gestos que ya mejoraban la performance anterior. La siguiente sorpresa fue que Soria acudió al encuentro con datos e información: índices de femicidios, falta de paridad en el Poder Judicial, inacción sobre la puesta en marcha de la ley que garantiza patrocinio jurídico gratuito a las víctimas de violencia de género (sancionada en noviembre de 2015, que recién empezó a funcionar en agosto de 2019 y sólo en 13 provincias), entre otros temas fundamentales. "Todos los jefes de los ministerios públicos fiscales provinciales son varones. ¿Cómo vamos a tener una justicia con mirada de género si las fiscalías, que deben representar los intereses de las víctimas, tienen un techo impenetrable?", planteó Soria. También fue específico sobre los 1.600 dispositivos duales de alarma que el ministerio distribuyó a los poderes judiciales: “Sólo la mitad están en uso. ¿Cuántos femicidios se habrían evitado si la Justicia no hubiese guardado esos dispositivos debajo de un escritorio?".

 

La reforma judicial con perspectiva de género se transformó en tema de agenda a partir del femicidio evitable de Úrsula Bahíllo en Rojas y comenzó a ser utilizado por integrantes del Ejecutivo para esmerilar la ya alicaída imagen del Poder Judicial. Además, trabajar sobre este aspecto de la reforma le permite acercar el conflicto político a un nivel más permeable a la ciudadanía, hoy preocupada por otras urgencias. Sobre eso se explayó Gómez Alcorta en la actividad que compartió con el nuevo ministro y citó el informe del Observatorio de la Deuda Social: "Entre el 2010 y el 2015 esa credibilidad osciló entre el 22 y el 20,8 %. Es decir que uno de cada cinco argentinos y argentinas creía en el Poder Judicial. Entre 2015 y 2018 cayó al 7,5%, es una baja enorme en la legitimidad del poder del Estado que tiene una función muy clara, garantizar nuestros derechos e intervenir en los conflictos interpersonales”.

 

La incorporación de la perspectiva de género en la Justicia está entre las prioridades de la cartera de Gómez Alcorta desde su asunción. Es un tema que a la ministra le interesa especialmente y cuyo punto de vista comparte con el presidente Alberto Fernández. De hecho, en un documento interno cuyo título es Administración de justicia y perspectiva de género, realizado hace más de un año, la cartera de Mujeres, Géneros y Diversidad elaboró un diagnóstico y una serie de propuestas para avanzar en esta línea. Allí se incluyen desde el impulso de acciones afirmativas como la paridad y el cupo trans, hasta el fortalecimiento de áreas de Géneros y la creación de Observatorios de Buenas Prácticas Judiciales y el diseño de políticas activas para la atención a víctimas de violencias por razones de género hacia adentro y hacia fuera del Poder Judicial.

 

“Desde que el presidente Alberto Fernández me honró con su convocatoria a formar parte de su gabinete, coincidimos en que la reforma judicial debe incorporar necesariamente la perspectiva de género: es lo que reclama este tiempo histórico, es el reclamo de toda la ciudadanía, es lo que impone la cruda realidad del día a día. Los sistemas de justicia, lejos de garantizar los derechos de las mujeres y minorías, consolidan violencias y estereotipos de género”, sostuvo Soria en una de sus primeras apariciones públicas. “Es un alivio tener a un ministro que sale a hablar”, le dijo una funcionaria que valoró la gestualidad de Soria hacia los feminismos a Letra P. Ahora, habrá que verlo actuar. Losardo dejó la relación en el subsuelo y el ministro tiene disponibles el ascensor y la escalera.

 

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