San Carlos de Bariloche es la ciudad más difícil de gobernar en Río Negro. Compleja por su amplio espectro social, su densidad poblacional, con 97.582 electores, y notorios contrastes económicos, el municipio emblema de la Patagonia volverá a incidir en una nueva elección nacional para la provincia, que este año renueva dos bancas en la Cámara de Diputados. Digitada por Juntos Somos Río Negro (JSRN), a través de un partido vecinal, tiene a una oposición fragmentada donde el peronismo busca su destino y el PRO sueña con dar la sorpresa a través de un gran frente. Un tema crítico es el turismo, que sufrió el gran impacto de la pandemia en 2020 y prende velas ante la inminente llegada de la segunda ola de Covid-19.
Su intendente, Gustavo Gennuso, se hizo cargo del poder en los albores de la consolidación del provincialismo. Este ingeniero nuclear formado en el Instituto Balseiro, que trabajó 15 años en el Centro Atómico, reconocido antes como funcionario en el área de tierras del destituido intendente Omar Goye (PJ), fue pionero en plegarse al armado del senador Alberto Weretilneck. Con su partido vecinalista Pueblo ganó la elección del 2015 y fue reelecto en 2019.
Sin la posibilidad de ir por otro período en la ciudad, comunica la gestión en modo de candidato rionegrino. Siempre se hace tiempo para recorrer la provincia y fotografiarse con otros intendentes, como la peronista María Emilia Soria, para demostrar que ya trabaja por una futura etapa con miras a la gobernación. Decidido a la construcción territorial, en la última semana encabezó la reunión de la mesa barilochense de JSRN, tras la cumbre partidaria en el Alto Valle, y avanzó en el trabajo local para que la lista verde sume votos en el distrito más popular de Río Negro.

Gennuso se muestra como candidato.
La mancha de la gestión municipal barilochense son los tradicionales problemas de transporte agudizados por la pandemia, al igual que una polémica por contrataciones directas millonarias para renovar la señalización vial y la siempre compleja relación con la empresa que maneja el Cerro Catedral (Capsa), el centro de esquí más importante de Sudamérica, a la que se le dio la posibilidad de que pague el canon por usufructo en un plan de doce cómodas cuotas.
Sucesión
En la danza de la sucesión, el partido de Weretilneck tiene algunos anotados. El que suena es el exministro de Economía, Agustín Domingo, figura de mayor confianza del senador y al que se menciona como posible candidato a diputado nacional. El escollo en su camino es la gobernadora Arabela Carreras, que lo eyectó del gabinete a unos días del inicio de su mandato. Según supo Letra P, la sólida relación con el mentor de JSRN le habilitaría el camino en 2023, al menos en primera instancia.
Carlos Valeri, ministro de Obras Públicas, es una constante del juego de nombres para el ejecutivo barilochense. Muy cercano al senador, hoy es parte de la estructura ministerial provincial y siempre aparece en el radar de los candidatos.

Agustín Domingo, uno de los favoritos de Weretilneck.
Del riñón de Gennuso aparece su jefe de gabinete, Marcos Barberis. A cargo de la cartera política, Barberis es la mano derecha del intendente y negocia con la oposición cada medida que pasa por el Concejo Deliberante. Mismo rol desempeña la número dos de la jefatura, Marcela González Abdala.
El otro protagonista de la mesa chica de Gennuso es Diego Quintana, actual secretario de Hacienda. En el municipio destacan su función en la cartera económica pero la oposición sólo le adjudica un rol como intermediario de empresas.

Barberis, mano derecha de Gennuso en el Municipio.
El Concejo Deliberante es la mejor expresión del dominio político de JSRN, del justicialismo disminuido y de algunos partidos que apenas lograron representación en el parlamento municipal. El oficialismo rionegrino tiene cinco ediles en Bariloche, contando a la presidenta del cuerpo Natalia Almonacid. El peronismo tiene tres y completan el cuerpo tres monobloques. Ariel Cárdenas (UCR), de Bariloche por el Cambio, Pablo Chamatropulos, exjefe de gabinete de Gennuso, con la banca de POBAR; y Gerardo del Río, del PUL.
Atomizados
La oposición más importante es el Frente de Todos, pese a estar notablemente atomizado. Desde que la actual legisladora provincial María Eugenia Martini perdió la intendencia a manos de Gennuso en 2015, el peronismo transita una etapa de crisis. En ese contexto, tiene varios dirigentes que buscan hacer pie.
Wallace, la presidenta del bloque peronista en el Deliberante, posee una amplia trayectoria académica y a pesar de su juventud a finales de 2020 se la nombraba como potencial candidata a diputada nacional. Representa la renovación del PJ. En el plan que comenzó el legislador viedmense Pablo Barreno, estableció su unidad básica para darle forma a una línea propia dentro del partido.
"Trabajamos en un proyecto de ciudad, pensamos una Bariloche inclusiva y que realmente atienda las necesidades de los vecinos y las vecinas", reflexionó ante el llamado de Letra P.

Julieta Wallace, la renovación del PJ en Bariloche.
La senadora nacional Silvina García Larraburu, que supo dar el salto al bloque de Cristina Fernández de Kirchner en su momento y garantizarse otro período en el Congreso, se mantiene como observadora de lo que sucede en su partido. Se descarta que intente ir por el poder comunal. Reapareció en las últimas horas para proponer una ley de emergencia turística nacional.
Su proyecto impulsa programas que habiliten turismo de cercanía y medidas impositivas, tributarias y laborales. "Si algo nos enseñó la experiencia de 2020 es que debemos actuar con celeridad, con el fin de preservar una de las principales industrias que tiene el país en términos de generación de puestos de trabajo y divisas”, aclaró la senadora.
Ramón Chiocconi, exconcejal y actual legislador provincial, integra el grupo de voces fuertes del FdT y también se lo suma en tiempo de candidaturas. Este médico rescatista integra el sector más duro, cercano a la familia Soria.
Alejandro Ramos Mejía propició un revuelo en la Legislatura con la excusa de armar un bloque del Frente Renovador. Exsorista, empezó a militar por Sergio Massa dentro de la coalición panperonista pero quedó mal parado con la decisión que tomó en el parlamento junto a Nicolás Rochás y Luis Albrieu. En Bariloche tiene competencia por el sello renovador: Claudio Thieck, delegado de la CNRT en la provincia.
Cambio
La esperanza de Juntos por el Cambio es que el poderoso empresariado barilochense los acompañe. Para que suceda, el legislador rionegrino Juan Martín impulsa al exintendente de Cipolletti Aníbal Tortoriello como candidato a diputado nacional. "Estamos en plena reconstrucción, pero armaremos un gran frente electoral, donde tenemos una mirada crítica de la gestión Gennuso", explicó Martín a este medio.
En cambio, un sector del macrismo busca impulsar a la empresaria Leticia Fenoglio, dueña de la famosa chocolatería Rapanui. Fenoglio es una férrea militante del PRO y estuvo a cargo de los fiscales en la ciudad en las últimas elecciones.