Arabela Carreras fue al Centro Cultural Viedma con la premisa de repasar los puntos de gestión más importantes del 2020. Acorralada por el aumento de casos y la economía en picada, la gobernadora de Río Negro atravesó la primera etapa de la pandemia con serias críticas externas e internas. Con ese antecedente inmediato, que la había movilizado a un renunciamiento precoz, enalteció a su gabinete con un discurso que giró sobre siete ejes, pero que se sustentó en la economía. Sin embargo, el Frente de Todos (FDT) se llevó toda la atención de la política rionegrina, ya que su bloque va camino a fragmentarse por la conformación del Frente Renovador en la Legislatura.
Carreras dio inicio a las sesiones ordinarias del parlamento provincial lejos del palacio, cerca del río Negro. Allí explicó los detalles de su gestión y hasta anunció la compra de un avión sanitario, en un repaso por temáticas de género, obra pública, producción, innovación del Estado, y todo lo que incumbe al extenso poder de Juntos Somos Río Negro (JSRN), que año a año se expande en ritmo sostenido.
No hubo definiciones políticas como aquella que sacudió el escenario provincial cuando cumplía su primer aniversario, deslizó que era una gobernadora de transición y se encendieron las alarmas sobre cuál era el rumbo del mandato. Como adelantó Letra P, los ministros más influyentes la escucharon en la previa de la apertura de sesiones, le adelantaron gestiones para la provincia y reafirmaron su protagonismo por fuera de las fronteras patagónicas.
Así este lunes, con paciencia, la gobernadora describió el camino transitado. Y planteó logros a pesar de las críticas de varios frentes por sostener al ministro de Salud, Fabián Zgaib. Los mismos legisladores que le exigían la renuncia del roquense, utilizaron las manifestaciones por el impuestazo para que revea la estrategia económica, siempre en revisión por la deuda. Fue el legislador peronista José Luis Berros el que pidió que frene el incremento impositivo “para pagar los gastos superfluos e innecesarios”.
Sin embargo, los ojos de la política provincial estaban en otra parte. Antes de la sesión, se partió el bloque del Frente de Todos de Río Negro por el pedido de conformación del bloque Frente Renovador. Los diputados Nicolás Rochás, Alejo Ramos Mejía y Luis Albrieu se suman al proyecto de Sergio Massa y dividen un espacio absolutamente golpeado desde las elecciones del 2019. El FDT contaba con 17 diputados frente a la mayoría oficialista, que suma 28 escaños sobre 46. Ahora, tendrá tres bajas y está por verse cuál será el margen de coordinación interbloque.
Primera foto del FDT sin los tres legisladores del FR.
Convencidos de que este es el rumbo, los tres renovadores ya le solicitaron al titular de la legislatura provincial, Alejandro Palmieri, la creación de la bancada. Este lunes, mientras Carreras defendía cada decisión en su gobierno, fueron el blanco de todas las miradas por llegar juntos al acto y por haberse ausentado de la foto oficial del bloque del FDT en las costas del río.
El rumor había circulado desde las últimas horas del sábado, se incrementó el domingo y el lunes se pudo confirmar que el bloque parlamentario se había fracturado. La jugada deja expuesta a las autoridades del peronismo, que confiaron en la barilochense María Eugenia Martini para conducir a los legisladores y legisladoras. También golpea al senador nacional Martín Doñate, que comenzó el año recorriendo la provincia con un mensaje de unidad para su candidatura a gobernador.
Los legisladores que arman el bloque del FR.
Como explicó Letra P, el massismo patagónico toma forma a través de una alianza con los partidos provinciales. Tanto el Movimiento Popular Neuquino (MPN) y Juntos Somos Río Negro, a través de Alberto Weretilneck y Jorge Sapag, avanzaron en el Congreso en un acuerdo para beneficio mutuo. El presidente de la Cámara de Diputados abonó el diálogo con los caudillos del sur para que le pusieran a disposición ambas estructuras que sumen a su proyecto de expansión que tiene siempre en el horizonte su ambición presidencial.
A través de un descargo por WhatsApp, el trío massista apuntó a la bancada del FDT y a las “voces agraviantemente críticas” que “no compartirán este posicionamiento político”. Detallaron que la decisión corrió precisamente por “esos gestos, actitudes y actos”, los que no pretendían “seguir tolerando”.
También se defendieron de las críticas, al advertir que el nuevo espacio “se expresa en línea política con Sergio Massa y quiere construir una alternativa distinta de ser y hacer oposición”. Se diferenciaron del ala más dura del peronismo por sostenerse lejos “del insulto, la confrontación permanente y la violencia”, apuntalados “sobre la elaboración de propuestas y la búsqueda de consensos” para aportar “siempre y en todo lo que esté en nuestro actuar”, al gobierno nacional que conduce Alberto Fernández.
Así comienza el segundo año legislativo del mandato de Carreras, que palpita la renovación de dos bancas de Diputados en el Congreso y once concejos deliberantes. El oficialismo y la oposición empiezan a manifestar su juego para quedarse con una elección estratégica.