En un marco atípico debido a la pandemia, con una Legislatura despoblada y con presencia virtual de dirigentes oficialistas y opositores, el gobernador Axel Kicillof inaugura el 149° período de sesiones ordinarias de la Legislatura bonaerense. Precedido por los discursos del jefe de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, y del presidente Alberto Fernández, el mandatario bonaerense repasa lo hecho durante 2020 y traza los lineamientos de su gestión para este año. “La pandemia nos obligó a reconfigurar nuestra hoja de ruta (…) estamos poniendo los cimientos para reconstruir la provincia de la pospandemia”, dijo en la primera parte de su discurso. “La pandemia no mató, solo pospuso nuestros sueños de gobierno”, indicó el mandatario, y volvió sobre la pesada vieja herencia del gobierno macrista y arriesgó: “Hubiera sido terrible tener un presidente que no creyera en un Estado presente”.
La Cámara de Diputados, en modo covid.
“Hace un año, en la apertura de sesiones, me comprometí a trabajar sin descanso para reconstruir y transformar la provincia de Buenos Aires. Vinimos a reconstruir a fondo la Provincia… la pandemia nos obligó a reconfigurar nuestra hoja de ruta”, indicó el gobernador.
“A la realidad económica que ya era muy mala, se sumó esta pandemia”, manifestaó en un tiro por elevación a la oposición, y buscó mostrar optimismo: “La pandemia no mató, solo pospuso nuestros sueños de gobierno”. “Estamos poniendo los cimientos para reconstruir la provincia de la pospandemia”, dijo.
“Hubiéramos llegado con mucho más daño si Alberto no hubiera sido presidente”, descargó el mandatario aludiendo a la herencia que –machacó– dejó el macrismo. “Qué terrible hubiera sido tener un presidente que no creyera en la importancia de un Estado presente”, apuntó a Mauricio Macri. “Afortunadamente, la pandemia nos encontró con un presidente que no vino a decir ‘sálvese quien pueda’”.
“Encontramos un sistema de salud que estaba diezmado” y “la crisis social y económica heredada era un cóctel explosivo”. “Puedo decir que nuestra provincia está de pie, para empezar una tarea de reactivación”, “había un Estado que había que reconstruir”, dijo Kicillof.
Kicillof, junto a la vicegobernadora, Magario.
Aunque sin nombrarla, apuntó a su predecesora, María Eugenia Vidal. Dijo que “no se puede ocultar los problemas de los bonaerenses con marketing, no se trata de barrerlos debajo de la alfombra. Las dificultades hay que ponerlas arriba de la mesa”, indicó.
Como en la asamblea legislativa de 2020, reiteró que quiere ser recordado por lo que hizo, “no por lo que oculté o lo que mandé a ocultar”, volvió a castigar. “No los quiero demorar hablando de herencias, simplemente voy a mencionar datos”, dijo, y enumeró: “Asumimos después de un período de políticas neoliberales”; “el producto en la provincia había caído cuatro puntos; más cayeron la industria y el comercio, que perdieron 14 y 13 puntos, un verdadero industricidio”; “se perdieron 64 mil puestos de trabajo y 15 puntos de salario real, lo único que creció en el presupuesto fueron los pagos de deuda, 111%”, dijo. Y resumió: “Sobre endeudamiento, recesión acumulada, despidos y ajuste fiscal”.
Legisladores de la oposición.
Municipios y seguridad
Kicillof dedicó unos párrafos de su discurso a un tema que en su momento le generó un enfrentamiento con la oposición: la asistencia financiera a los municipios. Dijo que incrementó en 30.000 millones de pesos la ayuda a las intendencias, por lo cual todos, “oficialistas y opositores”, pudieron cumplir con sus obligaciones. Y concedió: “Estamos en año electoral, pero corresponde que yo les reconozca a los intendentes y las intendentas ese trabajo que pudimos hacer unidos”.
“En los cuatro años (de gobierno de Vidal) se había licuado el salario de los agentes de seguridad en un 26 por ciento”, fustigó. Y remarcó que cumplió “con un reclamo histórico” al equiparar salarios, “triplicar” horas extras y “duplicar” viáticos en el Operativo Sol. Además, anunció la construcción de un hospital para la fuerza como tiene la Ciudad de Buenos Aires.
Lo que viene
Después de hacer un repaso de todo lo hecho durante el año que pasó, Kicillof se centró en “lo que viene”, un relanzamiento de su gestión.
En la segunda mitad de su discurso sobresalió la campaña de vacunación que puso en marcha la Provincia. “Este es el año de la vacunación, de la reconstrucción y nacimiento de la provincia de Buenos Aires”, dijo Kicillof, quien dijo además que es el “responsable” del mayor plan de vacunación de la historia en la provincia que tiene el 40 por ciento de la población del país.
“Nuestra provincia es, en cantidad de habitantes, casi el doble de países como Grecia, Bolivia, Portugal, Israel; tres veces más que Dinamarca, seis veces más que Uruguay, Armenia o la Ciudad de Buenos Aires. Esto no lo va a solucionar la mano invisible del mercado. Es por eso que nuestro plan de vacunación es voluntario pero también es absolutamente estatal y gratuito, no vamos a privatizar la vacuna”, arremetió con la intención de remarcar la polémica suscitada en Ciudad de Buenos Aires, donde también vacunan los privados.
Criticó a los que “trataron de boicotear la vacunación” y, como el Presidente, dijo: “Muchos de los que nos exigen más velocidad para conseguir la vacuna son los mismos que nos acusaban de envenenamiento”.