Con la sanción de la ley que otorga incentivos fiscales y abre un nuevo blanqueo para capitales que se destinen a la construcción de obra privada, los empresarios comenzaron a rosquear la letra chica. Buscan, por un lado, que el Ministerio de Economía blinde la "zanahoria" que permite vender dólares en la Bolsa para invertir los pesos a un tipo de cambio más alto que el oficial. Y preparan un road show vía Zoom por estudios contables para que los especialistas recomienden a sus clientes que inviertan en las obras privadas: proyectos de mediana y alta gama destinados a quienes tengan ahorros para entrar desde el pozo.
La Cámara Argentina de la Construcción (Camarco) y la Cámara Empresaria de Desarrolladores Urbanos (CEDU) apalancaron la ley desde el inicio del proyecto. Las entidades le presentaron el bosquejo al Gobierno y lo impulsaron en tiempos en que el dólar blue rozaba los 200 pesos. La ley tiene dos partes: una rebaja de Bienes Personales y el diferimiento de impuestos para quienes inviertan en proyectos nuevos o que tengan menos de un 50% de ejecución, por un lado, y por otro un blanqueo de capitales, en pesos o en dólares, siempre que el dinero se destine a estas inversiones.
El blanqueo -la pata de la ley que no acompañó Juntos por el Cambio en el Congreso- busca captar los dólares ahorrados. El incentivo es doble. Como pueden exteriorizarse pesos, las personas podrían vender sus divisas en el mercado informal y declarar moneda nacional. El Gobierno miraría para otro lado y se aliviaría por una reducción en la brecha cambiaria, al incentivarse la oferta de divisas en un mercado chico, pero también se permite la liquidación vía dólar Bolsa.
"Los fondos declarados podrán ser aplicados transitoriamente a la compra de títulos públicos nacionales e inmediatamente invertidos" en cuentas especiales, dice el texto. Esto es particularmente importante en momentos en que la divisa bursátil cotiza más cara que el blue. La semana próxima, los empresarios visitarán el Ministerio de Economía para que no haya inconvenientes con ese punto. "Queremos que quede explícito", dijo a Letra P Iván Szczech, presidente de Camarco.
También buscarán que se extiendan los plazos para blanquear, en función de las demoras que puede acarrear la reglamentación. La norma otorga 60 días desde la entrada en vigencia de la ley para exteriorizar con un impuesto del 5%, aunque las definiciones complementarias de Economía y la AFIP pueden demorar su aplicación más de la cuenta.
Daniel Mintzer, CEO de GyD Developers, celebró que la ley permita que "la plata negra entre al circuito productivo de algún modo", pero opinó que "los plazos son muy cortos y no sabemos aún los detalles de la implementación, que pueden aclarar y facilitar o entorpecer radicalmente" la aplicación de la norma.
En paralelo, Szczech se embarcará en reuniones virtuales con contadores para que alienten a sus clientes a entrar al blanqueo. "Queremos llegar a la mayor cantidad de profesionales. Vamos a empezar con la Federación de Ciencias Económicas, luego nos reuniremos con colegios provinciales y con los estudios que tienen más presencia en los medios", dijo.
Hay entre constructores y desarrolladores la percepción de que la suba de la alícuota de Bienes Personales, en diciembre de 2019, y el impuesto a la riqueza desalientan el ingreso al blanqueo. Alberto Fernández Prieto, presidente de Fernández Prieto & Asociados, sostuvo que la ley beneficiará a nuevas construcciones o a aquellas que, desde el pozo, comienzan a reactivarse.
"Desde lo práctico, habrá que ver cuál es el impacto o la reacción de inversores que se sumaron al sinceramiento que hubo en la época de Mauricio Macri y a los que ahora se los castiga con distintos tipos de impuestos", sostuvo. Mariano Gubitosi, gerente comercial de Grupo Portland, destacó en esa línea "el concepto de Bloqueo Fiscal, que evitaría la determinación retroactiva de impuestos sobre la base de los fondos ingresados a este blanqueo".
Según Szczech, la construcción puede recibir una inyección de capital de 5000 millones de dólares. Es una mirada optimista si se tiene en cuenta la incertidumbre actual, pero implicaría para la economía la posibilidad de multiplicar ese dinero por cuatro al generar actividad, de acuerdo con las proyecciones de Camarco. "Más allá de quienes tengan la oportunidad de blanquear, los verdaderos ganadores de este nuevo blanqueo serán los desarrolladores que tienen proyectos en etapa de lanzamiento con permisos de obra activados, que son quienes van a recibir una inyección de capital en el mediano plazo", dijo Fernández Prieto.
Por lo pronto, unos y otros apuntan a desarrollos de mediana y alta gama. La vivienda accesible para la clase media será viable, dicen, cuando haya crédito hipotecario.