En la Séptima (centro bonaerense), Juntos fue a la interna de septiembre arrastrando tensiones por el comando de esta jurisdicción. Antes de que la disputa Santilli-Manes forzara como eco contiendas seccionales en las PASO, la discusión por encabezar una hipotética lista de unidad se daba entre la presencia territorial que esgrimía el radicalismo –de un lado– y el padrón que –del otro– lucían los intendentes de los dos distritos de mayor peso electoral en esta sección, Ezequiel Galli (Olavarría) y Hernán Bertellys (Azul). En el cruce de las Primarias, se impuso la lista de Dar el Paso liderada por el senador radical Alejandro Cellillo, integrando para noviembre en tercer casillero el olavarriense Diego Robbiani, por el ala amarilla.
A pesar del escenario de fricciones previas, el encastre entre ambos sectores se dio en armonía, al menos entre la mayoría de sus protagonistas. Galli y Cellillo hablaron la misma noche del domingo de las PASO y, días después, se reunieron, foto incluida. “Siempre tuvieron buena relación”, aclaran en ambos márgenes. Esa muestra de unidad se amplió semanas después en Olavarría con la totalidad de los espacios que integran el frente. También estuvo Bertellys, pero llamó la atención de múltiples fuentes consultadas la ausencia en aquel encuentro frentista de los principales delfines políticos del azuleño: la senadora Lucrecia Egger y su esposo, el jefe de Gabinete municipal Alejandro Vieyra.
En ese distrito, socios y extraños los marcan como los rostros de la derrota del oficialismo local. Como cabeza de lista al Concejo, Vieyra perdió la interna ante la boleta de Dar el Paso que lideró Jorge Ferrarello, promocionado por el ala de Evolución Radical que tiene como referente en el distrito a Pablo Yannibelli. Egger, que secundó a Robbiani en la lista seccional de Santilli, queda sin posibilidad de seguir en el Senado. Es que, en la integración, Egger queda como primera candidata suplente, mismo casillero que ocupó en 2017 y que le permitió en 2019 arribar a la Cámara alta por un acuerdo entre el PRO y Bertellys por el que el senador Dalton Jáuregui tomó licencia para que ingrese la azuleña. Sin embargo, la coyuntura es diametralmente distinta y, en el rincón amarillo, avisan que no es posible repetir un acuerdo de esas características.

Foto de unidad del planeta Juntos en la Séptima, con faltazo de los azuleños Vieyra y Egger.
Bajo ese cuadro, flotan interrogantes sobre el trabajo de Bertellys y compañía para que la boleta de Juntos se imponga a nivel municipal (con un adversario interno al frente) y seccional (sin chances de acceso al Senado). “No están acompañando como deberían, pero en la reunión seccional Bertellys se comprometió públicamente”, deslizó una voz frentista consultada. “Es como que no arrancaron todavía”, mencionó otra fuente al no avizorar demasiados movimientos territoriales y en las redes del azuleño.
Esos ruidos que se admiten en distintos rincones de Juntos en la Séptima se reforzaron cuando vieron una foto de Bertellys en reunión con funcionarios bonaerenses. No obstante, en Azul quitaron toda lectura política de esos encuentros y los encorsetaron a la necesidad “imperiosa” de recursos para el funcionamiento del andamiaje municipal. A la vez, voces que integran el armado ganador de la interna azuleña no ocultan resquemores recientes pero, en esta etapa, van por bajar los decibeles y apostar al trabajo conjunto, “orientando la pelea de fondo con el FdT”.
En Olavarría, en tanto, buscan despejar fantasmas. Aseguran que siguen “trabajando juntos” con Bertellys..
Mientras, Galli también afina sintonía con los radicales. En su momento acompañó la presentación de la lista seccional en Bolívar, mientras que Cellillo estuvo en terreno olavarriense al día siguiente para el lanzamiento de la lista local, donde conviven el PRO y la UCR luego de largos años de fuertes turbulencias intestinas. En ambas actividades, el foco estuvo puesto en la necesidad de la unidad en la diversidad para “derrotar al único adversario”, en referencia al Frente de Todos.
El activo trabajo en mancomunión entre amarillos y rojiblancos para repetir triunfo en noviembre tiene su garantía en las aspiraciones de bancas en zona gris que hay tanto de un lado como del otro. En la seccional, el PRO necesita que la lista liderada por Cellillo coseche un resultado categórico para meter las tres bancas en danza y, así, pueda ingresar Robbiani al Senado.
El radicalismo, en tanto, pretende obtener dos bancas en el Concejo olavarriense. Quien lideró la lista local de Dar el Paso, Belén Vergel, quedó en sexto lugar, por lo que Juntos tendrá que hacer una gran elección para que esta dirigente pueda sumarse en el recinto deliberativo y sumarse a quien la secundó en las PASO pero que, por integración y cupo, quedó tercero en la boleta hacia las generales, el titular de la Rural local, Sebastián Metrella. Que sean cinco o seis los ediles que coseche el oficialismo local no inside en el hecho de que Galli cuente con mayoría en el Concejo, por lo que los esfuerzos para lograr seis escaños se posa con más fuerza en la tropa boinablanca.
En este contexto, en el armado cambiemista le están sacando punta al lápiz para hacer números. Afirman que el Frente de Todos, para llegar al número de la felicidad y ganar una banca en el Senado (33,33%), deberá cosechar cerca de 12 mil votos más de los logrados en septiembre y no 6 mil como deslizan algunos armadores del peronismo local. Así, en Juntos estiman que para que el Frente de Todos pueda llegar al 33,33% para meter un senador, debería sacar 60.348 votos, o sea, 11.474 votos más que en las PASO.
Territorios fuertes
En el llano, existen algunos puntos donde el armado seccional opositor posa fuertes expectativas de trabajo territorial para lograr las tres bancas al Senado. Además de Olavarría (PRO) y distritos radicales como Saladillo y General Alvear, donde Juntos logró significativos márgenes a favor, hay comunas administradas por el FdT donde se lograron triunfos que trabajarán por robustecer.
Uno de ellos es 25 de mayo, donde Juntos ganó por más de 16 puntos al FdT. Allí, identifican como potables candidatos a 2023 a la dirigente lilita Carolina Tironi y el margarito Ramiro Egüen, quien fue en las PASO con boleta corta, estuvo cerca del batacazo interno e integra en tercer lugar a noviembre. En Roque Pérez, otro municipio del FdT, Juntos obtuvo un contundente triunfo, donde ya se perfila a 2023 la figura del actual concejal lilito Juancho Cravero, que, como uno de los referentes de la CC en la sección, es uno de los articuladores de la mesa de Juntos en la Séptima. Cerca de este edil, consignan un trabajo armónico e integrado con el ala radical que lidera la diputada Alejandra Lordén y el ala PRO referenciada con Galli.
También apuntan fuerte a Bolívar, donde Juntos ganó por más de cinco puntos la contienda frentista pero el escenario asoma abierto, más aun considerando que es el distrito base del cabeza de lista seccional del oficialismo, Eduardo “Bali” Bucca. No es casual que Juntos haya lanzado su campaña seccional hacia las generales en este lugar.