Si bien en 2016 se modificó el artículo 32 de la Ley Electoral que estableció la paridad en las listas electorales, todavía ni en la Cámara de Diputados ni en el Senado de la provincia de Buenos Aires se hizo efectiva. En parte, porque tal como advirtió Letra P y Ojo Pajarito, son hombres los que suelen encabezar las nóminas. De hecho, en la última elección, sólo una mujer estuvo al frente de alguna de las boletas. Pese a eso, hubo avances en torno a las agendas de géneros y diversidad: desde la sanción de la ley de parto respetado hasta propuestas para establecer un cupo en las comisiones.
En la actualidad, la Cámara baja está compuesta por 92 bancas, de las cuales 44 son ocupadas por mujeres, 22 de estas últimas pertenecen al Frente de Todos (FdT); 20, a Juntos por el Cambio; una, a Cambio Federal y la restante, al Partido Fe, que por su cualidad de monobloque es la única bancada presidida por una mujer, la secretaria general de UATRE en San Vicente, Natalia Sánchez Jáuregui.
A partir del 10 de diciembre próximo, la nueva conformación legislativa bajará la representación de las mujeres, que pasará de 44 a 43 lugares (46,7%). Por la Segunda sección electoral, ingresarán María Paula Bustos, Viviana Dirolli y Fernanda Antonijevic en representación de Juntos y Fernanda Díaz y Lucía Klug, por el Frente de Todos. Por la Tercera, retendrán sus sillones Susana González y Mariana Larroque y se sumarán Berenice Latorre y Ayelén Rasquetti, por el peronismo, y por el partido amarillo entrarán Maricel Etchecoin Moro, Florencia Retamoso y Nazarena Mesías. También ingresará Nathalia Seligra, por el Frente de Izquierda, y Constanza Moragues Santos, por Avanza Libertad.
En la Sexta, se ganaron un lugar Anahí Bilbao, que va por su segundo mandato, Abigail Gómez y Natalia Dzjakowski, por Juntos, y Maite Alvado y Fernanda Bevilacqua, por el kirchnerismo. En tanto que, en la Octava, ocuparán una banca Julieta Quintero Chasman, en representación del PRO, y Lucía Iáñez, por el peronismo.
En el recinto de la Cámara alta hay 46 bancas, de las cuales 20 están ocupadas por mujeres, más la presidencia del cuerpo que ocupa la vicegobernadora Verónica Magario (41,3%). Del total, ocho son del Frente de Todos y 11, de Juntos por el Cambio. Son las dos únicas fuerzas políticas que componen el Senado.
Para el próximo período legislativo, la representación de mujeres quedará con el mismo 41,3%. Por la Primera sección ingresarán Daniela Reich y Aldana Ahumada, ambas del PRO, y María Teresa García y Sofía Vannelli, del Partido Justicialista y del Frente Renovador, respectivamente. Por la Cuarta, lo hará Érica Revilla, en representación de la Unión Cívica Radical (UCR), y Yamila Alonso, del macrismo; y María Elena Defunchio, responsable política de La Cámpora.
Revilla, actual intendenta de General Arenales, es la única mujer que encabezó una lista en las generales después de haberse impuesto en las PASO a Alonso, que ingresará a la Legislatura tras haber ocupado el tercer lugar en la lista el último domingo. En la Quinta, retendrá su escaño la radical Flavia Delmonte, al igual que la peronista Gabriela Di María. En la Séptima sólo entrará una mujer, la dirigenta del GEN Lorena Mandagarán.
Es síntesis, de los 138 escaños que componen la Legislatura (46 del Senado y 92 de Diputados), solo 63 serán ocupados por mujeres desde diciembre, es decir, un 45,65 por ciento.
Son varias las políticas que ingresarán o refrendarán sus lugares con una agenda de género. De hecho, en el oficialismo, la diputada González pidió una reforma integral feminista en la Justicia y la aplicación de la ley Micaela para magistrados y magistradas, junto a varias de sus pares. Larroque impulsó y logró la aprobación de la ley de una guía de implementación del parto respetado y Galán, sobre capacitación en violencia para mujeres privadas de su libertad y boleto gratuito para víctimas de violencia. Desde la oposición, Reich, quien podría ser designada como nueva presidenta del bloque de Juntos a partir de diciembre, presentó una iniciativa para agilizar y hacer más eficientes los procesos judiciales que involucren casos de violencia de género.