EL NUEVO CONGRESO

Qué falta para alcanzar la paridad efectiva

La asunción de las nuevas diputadas y los nuevos diputados empezó a configurar el Congreso 2021/2023. En esta nota, la relación mujeres/varones surgida del 14N.

Además de la correlación de fuerzas en el Congreso, el domingo se definió cómo quedará el parlamento nacional en términos de paridad para el próximo período legislativo. El 50%-50% no será una realidad desde el 10 de diciembre, pero los resultados electorales marcaron algunos avances en relación a la representación de mujeres en las bancas y a la consolidación de la Ley de Paridad en cuanto a su implementación. Sin embargo, todavía falta para la paridad efectiva, porque, como ya advirtieron Letra P y Ojo Paritario, el cumplimiento no es suficiente: sin mujeres cabeza de lista, no se respeta el espíritu de la normativa.

 

 

El informe señala que Chubut, Santa Fe y Tucumán fueron las jurisdicciones con mayor cantidad de nóminas encabezadas por mujeres como candidatas a diputadas y que en Chaco y Formosa no hubo ninguna encabezada por una mujer. Entre las candidaturas al Senado, se destaca Santa Fe, con el 67% de las listas con mujeres en primer lugar, seguida por Córdoba (43%), mientras que Tucumán quedó en el último lugar con cero boletas lideradas por mujeres. 

 


En la Cámara de Diputados, donde actualmente hay 109 diputadas, a partir del 10 de diciembre serán 116, lo que equivale a un aumento del 42% al 45% de los escaños, la cifra más alta de representación femenina de la democracia argentina. En el Senado, hasta ahora, el porcentaje se mantenía igual. Actualmente, la Cámara alta tiene 30 senadoras -tras la reciente incorporación de Juliana Di Tullio en reemplazo de Jorge Taiana- y a partir de diciembre se sumaría una nueva banca en manos de una mujer, manteniendo el porcentaje de representación femenina en un 43%. Sin embargo, podrían sumarse otras dos senadoras: Gabriela González Riollo, quien completará el mandato del senador Claudio Poggi -electo como diputado nacional por San Luis- hasta 2023, y Beatriz Ávila, diputada nacional, compañera de lista y esposa del senador electo por Tucumán e intendente de la capital provincial Germán Alfaro, quien anunció su renuncia a la banca con el argumento de que “un pacto entre Juan Manzur y Ricardo Bussi, quien conduce FR”, para quedarse con el gobierno de la capital. De confirmarse estas dos bancas, el porcentaje de representación femenina en el Senado ascendería al 45%. Ávila tuvo sus segundos de fama en diciembre de 2019, cuando abandonó la bancada de Juntos por el Cambio a pocos días de asumir y fue acusada por el todavía presidente Mauricio Macri de “traición”.

 

El FdT, con más feministas

 

Aunque la paridad se traduce como una acción afirmativa, en este caso, para una mayoría, el objetivo de la demanda feminista es ganar volumen para quienes priorizan la agenda de las mujeres y la diversidad sexual.

 

Con los resultados del 14 de noviembre, el Frente de Todos es el que más feministas aporta a la Cámara baja: Victoria Tolosa Paz, Marcela Passo, Mónica Litza, Constanza Alonso, Brenda Vargas Mayti (actual secretaria de Juventud de la seccional La Matanza del partido y la diputada electa más joven en estas legislativas, con solo 26 años), Leila Chaher (presidenta de la Comisión de Igualdad de Género de la Legislatura jujeña), Varinia Marín “Lichi”, Gabriela Pedrali (actual ministra de Desarrollo, Igualdad e Integración Social de La Rioja), Tanya Bertoldi y Magalí Mastaler (a cargo de la Dirección de Género, Diversidad y Derechos Humanos de la Municipalidad de Gálvez, Santa Fe) se suman a las que retienen sus bancas (Vanesa Siley, Mónica Macha, Gisela Marziotta, Carolina Yutrovic y Carolina Gaillard).

 

Por el oficialismo, la actual diputada Claudia Bernazza no volverá a ocupar su banca en el próximo período legislativo. Tampoco entraron la rionegrina Ana Marks, la candidata trans Daniela Castro, la referente cartonera Jackie Flores ni la actual legisladora porteña Lorena Pokoik.

 

El interbloque Cambiemos trae pocas feministas a la Legislatura Nacional: Margarita Stolbizer, Marcela Coli y Pamela Verasay, que termina su período en el Senado el 10 de diciembre, y la reelecta diputada porteña Carla Carrizo, activa militante por los derechos de las mujeres y referente del espacio de Martín Lousteau.

 

El Frente Amplio Progresista suma a la exintendenta de Rosario Mónica Fein y el Frente de Izquierda-Unidad logra una banca para Myriam Bregman y la renovación para Romina del Plá. Vanina Biasi, candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, ingresará como diputada por el acuerdo de cargos rotativos del frente.

 

En el Senado

 

A la Cámara alta, tradicionalmente conservadora, de las 11 mujeres que ingresan, incluyendo a la tucumana Ávila, sólo dos son feministas y ambas pertenecen al Frente de Todos: la mendocina Anabel Fernández Sagasti, que inicia un nuevo mandato, y la actual diputada y exgobernadora de Catamarca Lucía Corpacci. El arrasador triunfo de Cambiemos en Corrientes impidió que la camporista Ana Almirón siguiera trabajando en el Senado.

 

La oposición no llevaba a feministas en sus boletas para esta cámara y las fuerzas minoritarias, tampoco. Ni Alejandra Vigo (Hacemos por Córdoba) ni Gabriela Valenzuela (Eco-Vamos Corrientes) se identifican con las luchas del movimiento de mujeres.

 

El próximo período legislativo será tirante para las fuerzas mayoritarias, sin cuórum propio para el oficialismo en la Cámara alta y con menos bancas en la Cámara baja, y será de peleas también para las feministas, que tendrán que enfrentar, entre otras resistencias -algunas internas-, las del bloque decididamente antigénero de Avanza Libertad.
 

 

* Esta nota fue realizada en el marco de la cobertura conjunta entre Letra P y Ojo Paritario, con el apoyo de Fundación Friedrich Ebert (FES).

 

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