¿Dónde están las feministas para 2023?

¿Habrá agenda de género para las presidenciales? Las mujeres, decisivas en la elección. La amenaza libertaria. Asado o ensaladas.

Pocos días después de las PASO, un análisis socio demográfico realizado por la Consultora Equis y Proyección Consultores ofrecía un dato significativo: el 72% de quienes habían votado al Frente de Todos en 2019 en la provincia de Buenos Aires y no habían ido a votar en las PASO eran mujeres. El sector de la población más empobrecido, precarizado y expulsado del mercado laboral no había votado a la oposición; simplemente, había decidido no votar.

 

La remontada del Gobierno en el distrito más grande del país obedece a múltiples factores: uno, seguramente, relacionado con el regreso al territorio. Ahí donde más pegó la pandemia que profundizó la crisis económica, están esas mujeres, la mayoría con hijos a cargo, que perdieron el empleo y no recibieron ni un centavo de la incipiente recuperación económica.

 

En esta campaña, al contrario de las presidenciales de 2019, la agenda de género no estuvo presente en ninguna de las fuerzas mayoritarias. El oficialismo ni siquiera mencionó el aborto legal, una ley que impulsó y que atendió una demanda histórica de los feminismos argentinos, pero tampoco estuvo entre los ejes de la oposición un tema como la violencia de género, omnipresente en la agenda pública desde la primera movilización Ni Una Menos. Mucho menos, las demandas económicas atravesadas por la brecha de desigualdad.

 

Los antifeministas

 

La ultraderecha en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires llega al Congreso con un discurso negacionista, violento y misógino. Sus principales referentes hicieron del antifeminismo una bandera, mientras los principales partidos barrían debajo de la alfombra cualquier atisbo de color verde en sus propuestas. Con el diario del lunes, se ve que no sólo no ganaron votos por derecha, sino que los perdieron por izquierda. De eso podría tomar nota sobre todo el oficialismo.

 

El papel que les tocará a las feministas en ambas cámaras, ahora, será custodiar las conquistas y fortalecer las alianzas para que no haya retrocesos. Quienes defienden los derechos de las mujeres y de las disidencias prestan especial atención –y le temen- a este fenómeno llamado “libertario”, reflejo de lo que ocurre en otros países del mundo, con sus características locales. Una de las características de los libertarios –en masculino, porque la gran mayoría son varones jóvenes- es que se dedican a acosar en redes sociales a defensoras de los derechos humanos, a dirigentes políticas, actrices, periodistas, con amenazas y discursos de odio e imponen el hashtag #DóndeEstánLasFeministas. Ya hubo indicios de lo que vendrá: en el búnker libertario, un custodio intentó sacar un arma sobre el escenario y flameaban banderas nazis.

 

Este lunes empieza el tiempo de descuento para 2023 y vuelve la pregunta, sin ironías, ¿dónde están las feministas? En Juntos por el Cambio hubo atisbos de organización de las mujeres con miras a influir en las presidenciales. El Frente de Todos decidió correrlas después de la derrota en las PASO y, sobre el final, mostrar el equipo de comunicación –uno de los señaladísimos puntos flojos del Presidente y su equipo- integrado por dos mujeres feministas. El gabinete quedó diezmado, igual que la mesa económica. Son muy pocas las voces femeninas con acceso a la mesa chica. Habrá que ver si en los próximos 24 meses las suman a los asados o las dejan haciendo las ensaladas.

 

Javier Milei como diputado en Congreso.
Hayden Mark Davis y Javier Milei en la Casa Rosada.

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