LETRA P EN EUROPA

Bitácora, día 3: presidente "más guardado", ser padres hoy y noche de brujas

En esta nueva gira, Fernández limita su exposición en un sistema de comunicación más controlada. Papá Boris. Edimburgo, de terror.

EDIMBURGO Y GLASGOW (Enviada especial) La capital escocesa recibió a la delegación argentina el domingo por la noche en plena celebración de Halloween. Por las calles de toda la capital escocesa desfilaban jóvenes y adultos disfrazados para la ocasión que coparon bares y restaurantes. Los comercios también lucieron decoración alusiva a la fecha. 

 

Mientras, en el lobby del hotel Double Tree, donde se hospeda, el presidente Alberto Fernández mantuvo un breve contacto con los medios argentinos que cubren la gira. Allí, hizo su balance sobre la cumbre del G20, el documento final y los contactos con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

 

El diálogo fue breve y preciso, monitoreado por el subsecretario de Comunicación Pública, Marcelo Martin, y la portavoz de Presidencia, Gabriela Cerruti. Desde hace un tiempo, la Casa Rosada limita los contactos del Presidente con los medios para tener una comunicación más controlada.

 

Ese movimiento quedó reflejado en la gira, donde Fernández se reservó siempre para sus actividades como jefe de Estado, se abocó al contacto con otros presidentes y con figuras de primera línea, como la reunión que mantuvo con el magnate australiano Andrew Forrest. Los anuncios y el contacto diario con la prensa quedaron en manos de los miembros de la comitiva que lo acompaña, encabezada por el canciller Santiago Cafiero, su hombre de confianza.

 

La decisión se cocinó entre la Casa Rosada y el asesor catalán Antoni Gutiérrez-Rubi y comenzó a implementarse en Argentina, donde el Presidente tiene tres tipos de apariciones públicas: la "microcampaña" que hace en el territorio, los actos masivos y los encuentros con la dirigencia de primera línea. Los anuncios sobre cuestiones de gestión no troncales también quedan en Buenos Aires en manos del gabinete.

 

Ser padres hoy

La noche anterior a llegar a Glasgow, durante la cena de gala que dio en el Palacio del Quirinale, el Presidente tuvo su primer contacto con el premier inglés, Boris Johnson. Cafiero fue el encargado de acercarlos. “El Presidente lo quiere saludar. Vino con su esposa, que está embarazada”, dijo el canciller, en referencia a Fabiola Yañez. “¡Yo también voy a ser padre!”, exclamó Johnson y le dio a Fernández una calurosa palmada en las espalda. Se quedaron conversando sobre sus hijos en camino.

 

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