El discurso por los valores cristianos que las agrupaciones políticas de inspiración religiosa proponían de cara a las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) logró encontrar la luz tras el escrutinio definitivo, pero sin la potencia pretendida para intentar darle un tinte celeste a las legislativas de noviembre. La interna endiablada de Juntos por el Cambio (JxC) en provincias clave, donde las listas llevaban varios de sus predicadores mezclados en esa feligresía partidaria, contribuyó a que el umbral del 1,5% de los votos se hiciera difícil de traspasar.
El caudal de votos celeste a nivel nacional no condice, sin embargo, con la presión y pase de facturas que obispos y pastores le hacen a las bancadas del oficialismo por haber votado a favor del aborto legal en diciembre de 2020. Algunos, inclusive, le atribuyen a ese debate y aprobación en medio de la pandemia la derrota del Frente de Todos en las primarias del 12 de septiembre.
Cynthia Hotton, de fe evangélica bautista, fue la más bendecida por el voto popular; pero le costó y tuvo que recurrir a la Justicia Electoral para que su partido Más Valores en la provincia de Buenos Aires accediera a la siguiente instancia electiva. El recuento provisorio la dejó en capilla al alcanzar el 1,45%, por lo que denunció “inconsistencias” en los resultados y consiguió que el juez Alejo Ramos Padilla ordenara la apertura de cientos de urnas para comprobar que las boletas de la Lista 501 que figuraban cortadas en las planillas estaban completas. La constatación determinó que obtuvo 131.308 sufragios, unos 10.000 más que los contados durante la noche de los comicios, y que superaba ampliamente el piso exigido.
Envalentonada por la recepción de su propuesta en 40 de los 54 distritos bonaerenses y con porcentuales que llegan a siete puntos en Suipacha, Baradero y Salto, la exdiputada del macrismo y excandidata a vicepresidenta junto a Juan José Gómez Centurión buscará aglutinar el voto celeste en la provincia a fin de ganar dos bancas en la Cámara de Diputados; incluyo con un eventual empujón de Todos, que, se especula, intentará potenciar las chances de ese espacio y de la agrupación de José Luis Espert para que esos votos no se vayan a la lista de Juntos, con Diego Santilli a la cabeza.
Hotton está secundada en la nómina por Gastón Bruno, exvicepresidente de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (ACIERA), la misma organización religiosa que en la previa de las PASO salió a aclarar públicamente que ningún partido o miembro representa al evangelismo, y cuyo presidente, Rubén Proietti, fallecido hace poco por covid, era uno de los que más se oponía a la conformación de estructuras partidarias propiamente cristianas, aunque si alentada la participación de la feligresía en otras fuerzas políticas.
Ayelén Amancay (Celeste PROVida), la otra precandidata a diputada por la provincia de Buenos Aires del subsegmento religioso que iba con lista propia, cosechó 45.322 (0, 52%) y se quedó sin chances de aspirar a una banca en el Congreso. Igual destino electoral consiguió el pastor Víctor Manuel Albarracín (Conservador Popular), quien se llevó 23.102 votos (0,26%).
La mayor derrota electoral de quienes levantaron la bandera de los valores religiosos en la previa al 12 de septiembre fue para UNO (Una Nueva Oportunidad), el partido evangélico con proyección que pretendía ganar espacio en su armado nacional opositor dentro de Juntos por el Cambio (JxC); particularmente en Santa Fe, donde el pastor rosarino Walter Ghione iba en quinto lugar en la lista perdedora de aspirantes a la Cámara de Diputados que encabezaba Luciano Laspina y llevaba a la dupla Federico Angelini - Amalia Granata para la Cámara baja.
Las otras referentes de UNO que quedaron al margen de las generales fueron Ana Valoy, conocida por su militancia en contra de la Ley Micaela, que iba como segunda suplente a senadora nacional en la lista de Juntos por Tucumán que encabezaba el intendente de Yerba Buena, Mariano Campero; y la evangélica Fiona Cavazzon, la joven que empapeló una sede del Banco Nación con billetes de 10 pesos para alertar sobre la suba de precios y era quinta precandidata a diputada nacional en la lista Sumar, en JxC, que lideraba Javier Bee Sellares.
La dirigente Miriam Müller, ninguneada en el armado de la interna de JxC en Entre Ríos, se convirtió en el milagro celeste de estos comicios, al conseguir que la lista propia EntrerriaNOS por la Vida, el Trabajo y la Libertad (Partido Conservador Popular) obtuviera el 4,02%, con 32.526 votos, y se constituyera en la tercera fuerza en la provincia, relegando al socialismo con dos listas y a la Nueva Izquierda, que apenas superaron los 27.000 sufragios, y al partido FE con Lucía Varisco, que estuvo cerca de los 26.000.
También con un discurso centrado en la defensa de los valores cristianos y con un espíritu más ecuménico, Encuentro Vecinal Córdoba obtuvo el 3,6% de los votos a nivel provincial, porcentual que llegó al 5,94% en la capital cordobesa, con la lista naranja que postulaba en primer lugar para el Senado a Juan Pablo Quinteros (63.645 sufragios) y a la Cámara de Diputados a Aurelio García Elorrio (65.419), católico y uno de los más acérrimos opositores al aborto legal. En el tercer lugar de esa tira también aparece Gerardo Grosso, pastor de la iglesia evangélica Cita con la Vida.
“Juntos, evangélicos y católicos conservadores podemos tener un gran caudal de votos”, confía Grosso para un futuro armado.